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Discurso de Hernán Laborde, candidato del Bloque Obrero y Campesino a la Presidencia de la República, Monterrey, 13 de mayo de 1934. RGASPI, fondo 495, reg. 108, exp. 174.
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Sección de la Internacional Comunista, del Partido Internacional de Lenin y de Stalin, que ha plantado ya la bandera roja en la Unión Soviética y en China Soviética, que ha conducido a la lucha y a la victoria a 250 millones de seres humanos, que plantará la bandera roja en todo el mundo, que organiza y llevará a la victoria las masas oprimidas de todo el mundo... (Gran ovación. Gritos entusiastas. Vivas).
¡Camaradas! ¡Trabajadores de Monterrey! Nosotros los comunistas, los dirigentes del Bloque Obrero y Campesino, somos los únicos que decimos la verdad y hablamos claro.
Los únicos que no ocultamos nuestros propósitos. Que lo sepan todos: El PNR y la “oposición”, el gobierno y los líderes reformistas traidores. Y sobre todo, que lo sepan las masas.
Queremos echar abajo el régimen burgués-terratenientes, queremos librar al país de la dominación imperialista, queremos implantar el Poder Soviético, el Gobierno de los Obreros, Campesinos y Soldados, el único que puede suprimir las causas de la crisis, de la desocupación y de la miseria, el único que puede dar trabajo y pan para todos, que puede entregar toda la tierra a los campesinos, que puede industrializar e independizar económicamente el país, el único que puede construir el socialismo en México.
Nuestro programa reserva a Monterrey un porvenir glorioso y magnífico. El aparato técnico industrial de Monterrey servirá de base para el desarrollo de la industria pesada en el México Soviético. Las fábricas y los talleres metalúrgicos de Monterrey marcharán a la cabeza, a la vanguardia, en las grandiosas batallas por la industrialización y por el socialismo. Camaradas: en la Unión Soviética, los trabajadores han construido con su esfuerzo, con sus sacrificios, un gigante de la industria metalúrgica, la planta metalúrgica más grande del mundo; pero la han construido para su propio provecho, no para el provecho de los capitalistas. Magnitogorsk es un orgullo, un legítimo orgullo del proletariado soviético.