Vittorio Codovilla al Comintern, sobre la situación en el Partido Comunista de México y algunos partidos latinoamericanos, México, 1 de febrero de 1940. RGASPI, fondo 495, reg. 17, exp. 235.
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personalidades del Gobierno de Cárdenas y de la política mexicana. (De ese hecho, nos enteramos por la indiscreción de una mujer, que reclamó que se pidiera al “hermano 21"
que hiciese un informe sobre la situación internacional en una Logia, por lo que fue reprimendada [sic] por un tal Mallen, masón, miembro del P. e intermediario entre 14 y 20).
Para que os deis una idea aproximada del grado que había alcanzado la corrupción en nuestro P. os daremos algunos hechos concretos. Antes os explicaremos como se practica aquí el chambismo (enchufismo). Un ministro cede a un amigo 20 o 30 plazas nominales: plazas de maestros, de funcionarios, de obreros de trabajos públicos, de soldados, etc., que éste cobra y retiene el dinero para sí o lo entrega a sus amigos políticos con fines de corrupción. Ese método es tradicional en este país y ha alcanzado un límite máximo en estos últimos años. Casos de esa índole son comunes entre dirigentes del PRM, altos mandos del ejército, entre dirigentes de los Sindicatos, de Ligas Campesinas, etc., y se han dado por decenas y se dan todavía en nuestro propio P. Existe un caso comprobado de un dirigente del P., de Durango, que usufructúa el salario de 54 maestros, otro en el Distrito Federal que usufructúa 16 y varios otros de menor cuantía.
En un momento determinado casi toda la dirección y los funcionarios del Partido -que llegaron hasta 45, recibían salarios de maestros sin serlo y sin realizar trabajo alguno. Por otra parte, en varios Estados de la República, ciertos Gobernadores entregaban sumas de dinero mensualmente a las direcciones locales del P. con fines de corrupción, obligando a los dirigentes del P. a hacer la política que convenía a los Gobernadores, yendo muchas veces contra los intereses de los obreros y de los campesinos. Las cotizaciones de los afiliados no representaban casi nada en el presupuesto del P., el cual era cubierto por las dádivas oficiales. La percepción de los montos de esos empleos nominales, representaba una Hall