CominternCommunismCommunist PartyStalinURSS

Vittorio Codovilla, intervención en los trabajos preparativos para organizar el Congreso Extraordinario del PCM, México, 14 de diciembre de 1939, enviado al Comintern. RGASPI, fondo 495, reg. 17, exp. 122.
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cima de esas injurias, y dicho eso pasó a tratar los problemas nacionales, la necesidad de unión de todas las fuerzas del país para hacer frente a la reacción, etc., pero no explicó la actitud de la Unión Soviética y de Stalin en el conflicto finlandés y ante la guerra imperialista. ¿Por qué ha pasado eso?
Porque nuestros camaradas están a la defensiva en todos los problemas, porque hay un cierto temor de herir a nuestros aliados, porque se quiere quedar bien con ellos, aunque eso vaya en desmedro de nuestra posición política.
Todo esto demuestra que a nuestro Partido le falta sensibilidad política, no reacciona con vigor, con energía, con seguridad, ante los problemas que plantea la situación. Y si eso no hace el Partido, si no demuestra seguridad en la defensa de su ideología y de su línea política, no podemos pretender luego, que los elementos afines a nosotros, sean más enérgicos, en el planteamiento de los problemas y en el caso concreto, en el planteamiento de la justa actitud de la URSS en el conflicto con Finlandia. La actitud de nuestro periódico en el conflicto finlandés, no fue mucho mejor. Yo he visto nada más que los dos últimos números. En el número publicado el 3 de diciembre, a excepción de algunos telegramas, no hay ningún artículo de orientación para las masas en lo que respecta al problema finlandés. En el número siguiente, 10 octubre, se publica, es cierto, el manifiesto del Partido. Pero no hay artículo líder de la dirección del periódico en el cual llame la atención sobre el contenido del manifiesto, que de directivas para movilizar al Partido y a las masas, para salir a la palestra en defensa de la política de la Unión Soviética, para demostrar que los que aúllan contra la Unión Soviética, y el Partido Comunista son las fuerza de la contrarrevolución que si bien aplauden a Cárdenas por su actitud ante el conflicto finlandés, lo que se proponen es destruir, al mismo tiempo que a nuestro Partido, a todo el movimiento revolucionario y progresivo del país.
Debían darse directivas para realizar mítines, manifestacio-