Vittorio Codovilla, intervención en los trabajos preparativos para organizar el Congreso Extraordinario del PCM, México, 14 de diciembre de 1939, enviado al Comintern. RGASPI, fondo 495, reg. 17, exp. 122.
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se puede concebir. Si él veía pasivamente en la dirección del Partido, su deber era ir a ella, plantearle el caso, pedir que la dirección del Partido tomara posición sobre el asunto. Eso es lo que debía haber hecho Siqueiros. Pero sería falso ver solamente en el caso de Siqueiros un caso de indisciplina, y no una manifestación del sentir de las masas del Partido que quería una actitud más vigorosa de parte de su dirección en defensa de la URSS, en el momento en que era atacada de la forma más vil por los reaccionarios y por su prensa venal, ante el silencio de muchos de nuestros amigos.
¿Cómo es posible que vuestro Partido, que como he dicho tiene una trayectoria revolucionaria que le honra haya llegado a la situación que tanto nos inquieta? Yo creo que era preciso que se os hablara con toda franqueza para que el comprender su gravedad os dispusierais a ponerle coto.
Una tal situación debe no sólo preocupar hondamente a la dirección del Partido; debe ser conocida por toda la masa de afiliados, debe plantearse ante ellos con toda fuerza el problema del atraso del Partido, que de no liquidarse rápidamente, en una situación como la actual en que las fuerzas de la reacción están envalentonadas y han desencadenado una ofensiva contra nuestro Partido, exigiendo su disolución; pueden conseguirlo, si es que consiguen aislarnos de nuestros aliados.
Ahora bien, el hecho de que nuestro Partido haya llegado a la situación actual, en que insisto, su debilidad puede considerarse como la debilidad esencial de la revolución mexicana, ¿se debe solamente a tal o cual error aislado en la política del Partido, a la mala voluntad de tal o cual camarada de dirección? Creo que no, si se planteara así el problema no se plantearía justamente. No parece que el atraso del Partido es el resultado de la incomprensión de la política del Frente Popular, de su no justa aplicación en las condiciones específicas de México. Me parece que la dirección y por con-