Vittorio Codovilla, intervención en los trabajos preparativos para organizar el Congreso Extraordinario del PCM, México, 14 de diciembre de 1939, enviado al Comintern. RGASPI, fondo 495, reg. 17, exp. 122.
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que localidad, del lugar de trabajo y elaborar en un común la línea política para movilizar y organizar a las masas para la lucha, para estudiar la mejor manera de la aplicación de las decisiones de la dirección del Partido. En cambio, me han informado en la dirección del Partido hay excesos de democracia, si por democracia se entiende reuniones seguidas e interminables. El funcionamiento democrático de la dirección del Partido consiste en que la dirección estrecha del Partido tenga sensibilidad política, siga los problemas al día, estudie los problemas que plantea la situación y lleve a las reuniones del BP la línea política y táctica ya elaborada y de haber acuerdo sobre ello, establecer rápidamente directivas para la acción del Partido. No como ahora que todo el mundo interviene en todos los asuntos, para repetir opiniones ya expresadas por otros camaradas en lugar de estudiar los problemas y aportar ideas y proposiciones concretas para que las directivas elaboradas por la dirección del Partido sean completas y realizables en la práctica.
Es preciso también que la dirección tenga un contacto más vivo, más estrecho, con las organizaciones del Partido, ayudarles a resolver sus problemas, estudiar de cerca los cuadros y ayudarles a desarrollarse. Así es como la dirección del Partido adquirirá autoridad.
Camaradas, es un hecho absolutamente insólito, que sonroja, el saber que en el último Pleno de vuestro Partido un miembro del Secretariado de vuestro Partido ha tenido que hacer la defensa pública de la honestidad del camarada Laborde, que haya tenido que explicar que no es cierto que Laborde tiene auto, que el partido le paga un salario miserable, que Laborde se alimenta con tortillas y frijoles, etc. ¿Qué autoridad puede tener ante las masas un camarada dirigente del Partido cuya honestidad es preciso demostrar de esa forma, que es típica, no de un partido proletario cuya honestidad nadie puede poner en duda, sino de un parti-