Vittorio Codovilla, intervención en los trabajos preparativos para organizar el Congreso Extraordinario del PCM, México, 14 de diciembre de 1939, enviado al Comintern. RGASPI, fondo 495, reg. 17, exp. 122.
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a las masas contra Almazán, señalando que a su alrededor se están concentrando todas las fuerzas de la reacción, que cuenta con la ayuda del imperialismo yanqui; no hay que olvidar tampoco, que el imperialismo yanqui no juega solamente sobre la carta de Almazán -insurrección armada para derrocar al Gobierno democrático, sino que se propone también tratar de aprovechar los puntos de apoyo que tiene al interior el Gobierno de Cárdenas, para hacer presión sobre él y para doblegarlo y obligarle a hacer concesiones a los latifundistas, a la gran burguesía nacional, y a las empresas imperialistas yanquis. No es de interés del imperialismo yanqui, en este momento, en que se dispone a jugar un papel predominante en el bloqueo reaccionario de los países imperialistas, de crear enemistades con el Gobierno actual de México. Para conseguir el apoyo de los Gobiernos de los demás países de América Latina, para su política reaccionaria y antisoviética, el imperialismo yanqui necesita de México -país que es considerado como la cuna de la revolución en América Latina-, y de su Gobierno democrático. Así como en Europa, la burguesía reaccionaria de Francia de la Gran Revolución para hacer creer que el imperialismo franco-británico, lucha por la democracia y la libertad de los pueblos, el imperialismo yanqui, antes de apoyar una insurrección armada contra el Gobierno actual, tratará de hacerle ciertas concesiones económicas, con tal de obtener su participación en el bloque de los países de América latina, que los Estados Unidos se proponen crear bajo su hegemonía.
No es por casualidad que toda la prensa norteamericana ha publicado a grandes títulos la protesta de Cárdenas contra la reciente "agresión" soviética a Finlandia diciendo que México se oponía al lado de las potencias que luchan por la democracia, la libertad y por la defensa de los pueblos débiles.
Dicho eso, es preciso tener muy en cuenta, que tanto los propósitos de la reacción mexicana como los del imperialis-