Nota sobre México elaborada por el Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Estados Unidos el 4 de mayo, entregado por André Marty al Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista el 23 de agosto de 1937. RGASPI, fondo 495, reg. 108, exp. 197.
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Recientemente, el Jefe suspendió y prohibió la distribución de la tierra en Yucatán, donde más se necesita. La distribución de la tierra en Baja California ocasionó graves penurias para los colonos y pequeños propietarios de la tierra, y llevó a 8,000 de ellos a una huelga de brazos caídos durante toda la semana pasada para obligar al Jefe a prometerles que iría allá, investigaría y resolvería el problema.
No hay indicios de distribución de la tierra en ningún otro lugar. Todo el programa de distribución de la tierra parece estar en retroceso.
Existe mucha violencia en contra de los obreros, campesinos y elementos progresistas, que el Jefe no reprime adecuadamente. Bandas que se hacen llamar “guardias blancas"
atacan a los campesinos, sobre todo a los colonos que están en las tierras distribuidas, matan a sus líderes, fracturan sus organizaciones, queman sus casas; y el Jefe tiene mucha paciencia frente a todo esto.
Las bandas armadas de católicos y elementos de derecha están asesinando a los maestros en los distritos rurales de todo el país, sin recibir castigo por los asesinatos. En lugar de ello, recientemente se dio una orden gubernamental que prohíbe a los maestros ir armados a la escuela.
Durante la campaña electoral hubo muchos asesinatos masivos de obreros; hubo un caso en que las ametralladoras abrieron fuego contra los camiones cargados de obreros que iban a los actos de campaña, sin que hubiera castigo alguno para los gángsteres involucrados. Dos generales que repartieron armas entre los campesinos para que las usaran en defensa propia, fueron retirados de sus cargos el mes pasado.
La misma gente de Toledano nos dijo que se descubrió que más de la mitad de los oficiales del ejército son pro franquistas en lo que se refiere a la guerra en España. Los espías de Franco están en todas partes, y parece que nada les sucede. El resto de los oficiales del ejército son apolíticos en