Resolución del Presidium del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista sobre Trotsky y el trotskismo, probablemente escrito en ruso, traducido al español y distribuido a finales de 1937. RGASPI, fondo 495, reg. 20, exp. 752.
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En todos los países capitalistas el trotskismo hace causa común con los jefes reformistas más reaccionarios con las partes más agresivas de la burguesía, con las bandas de ladrones fascistas contra la unidad del movimiento obrero; los trotskistas lo ponen todo en juego para mantener la situación de escisión del movimiento obrero, su despedazamiento en grupos pequeños importantes. Tratan de sembrar la división у disolución en todas las organizaciones obreras en que penetran como se ve no solamente en el ejemplo de los Partidos Comunistas que ya hace tiempo han expulsado a los trotskistas, sino también en el ejemplo de los partidos socialistas y de algunas otras organizaciones (Partido Socialista Obrero, Joven Guardia Belga, Juventud Socialista de España, etc.). Mediante su duplicidad elevada a sistema, desmoralizan al movimiento obrero y preparan el terreno para provocaciones policiacas y para aprovechar su propaganda corrupta por la policía de los países capitalistas. En muchos países recluta la policía sus agentes del seno de los elementos de escoria trotskista, los carceleros fascistas reparten en las cárceles italianas, polacas y alemanas el libro de Trotsky “Mi vida" entre los presos políticos para desmoralizarlos.
Así se desarrolla diariamente la colaboración práctica y la alianza política directa entre fascismo y trotskismo, la conversión del trotskismo en una agencia de la Gestapo y del servicio de espionaje japonés.
En vista de los hechos horribles de las traiciones criminales de los trotskistas, produce especial indignación en la clase obrera el hecho de que representantes oficiales del Ejecutivo de la Internacional Obrera Socialista sin inspeccionar los materiales del proceso ni esperar las pruebas presentadas, se hayan pronunciado por los terroristas trotskistas antisoviéticos saboteadores y espías del banquillo de acusación del Tribunal soviético. Una serie de jefes de Partidos Social Demócratas y de la prensa socialista (“Prager Socialdemokrat”, holandeses
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