2 ADELANTE CARTA ABIERTA SIN LIBERTAD SINDICAL, LA DEMOCRACIA ES PATRONAL.
EDITORIAL Una política para incrementar la pobreza Con honda preocupación hemos leído la información de que está creciendo el número de niños con desnutrición severa. Según la escueta información de la prensa, una investigación realizada en 19 cantones productores de café demostró que en todas las regiones se manifiesta un incremento de la desnutrición. El número de casos de desnutrición severa en el cantón de San Ramón aumento en más de 20 veces en el periodo de 1985 a 1989. En ese mismo periodo el número se multiplicó por cuatro en Turrialba. Cualquier persona que conozca el país sabe que precisamente estos son los cantones que tienen más alto nivel de vida, si es que los comparamos con las zonas dedicadas a la ganadería o a otro tipo de cultivos.
Los índices de nutrición marcan el más importante indicador de pobreza en una sociedad.
Siendo esto así podemos afirmar sin temor a equivocarnos que estamos viviendo un proceso de crecimiento acelerado de la pobreza, como resultado directo de las políticas aplicadas por los últimos gobiernos y por supuesto, también por el actual.
Los fenómenos de desnutrición se verán considerablemente agravados por la política de desmantelamiento de los comedores escolares. No podemos olvidar que en muchas regiones campesinas el único alimento que toman los niños es el que se les sirve en las escuelas.
Seguramente entonces los problemas crecerán a nivel de verdadera tragedia nacional en los próximos meses.
El gasto social del gobierno tiende a disminuir tanto en la esfera de la medicina como de la nutrición. Al mismo tiempo que se produce un descenso vertiginoso en el poder adquisitivo de los salarios y se endurecen las condiciones de producción para los pequeños y medianos productores La apertura de la brecha social es uno de los elementos básicos de los programas de ajuste estructural. Para aumentar la producción y hacerla más eficiente, según los teóricos del neoliberalismo que dirigen la economía nacional, es necesario disminuir los costos disminuyendo los salarios reales. esto hay que agregar que la carga tributaria ha sido descargada sobre los hombros de los trabajadores.
Es el retorno al llamado capitalismo salvaje que se inició con la administración de Monge, continuó con Oscar Arias y se acerlera con el Gobierno de Rafael Angel Calderón. Por esta vía tendremos estadísticas muy al gusto del Fondo Monetario Internacional y de la oligarquía costarricense, pero una realidad de hambre y miseria para el pueblo.
Existen en nuestro país 81 municipalidades, las cuales cuentan con un personal que en la mayoría de los casos no están organizados sindicalmente. Consecuentemente también carecen de una Convención Colectiva que regule las relaciones entre los patronos (El Concejo) y los trabajadores.
También cabe señalar el hostigamiento que sufren los trabajadores al querer dar nacimiento a su propia organización (el sindicato) que responda a sus intereses y no a los mezquinos deseos de la parte patronal.
Habida cuenta, ya se sabe, de las grandes luchas dadas en los años cuarentas por los trabajadores costarricenses, sobre todo los bananeros, muy especialmente en los tiempos del Dr. Calderón Guardia, Monseñor Sanabria, Mora Valverde, Arnoldo Ferreto, Carlos Luis Fallas, etc. se pudieron conquistar las Garantías Sociales para nuestro pueblo trabajador, a pesar de que el Presidente de entonces tuvo que echarse encima a la oligarquía.
En 1941 se dictó la ley de pensiones para los empleados municipales, todavía hoy vigente. En 1982, el 22 de diciembre se decreta la ley Ne 6835, que vino a reconocer las anualidades en el sector público, concretamente también a los trabajadores municipales. Aunque con un límite, no puede exceder los 30 años, según lo dispone la ley Nº 6408 del 14 de marzo de 1980, con la que se reformó la ley de salarios de la administración pública. Qué estamos esperando los trabajadores municipales de todo el país para exigir por la vía legal o por presión popular que se nos pague de acuerdo a las leyes?
Como vemos en los dos casos anteriores se nos dan derechos; pero la parte patronal se niega a respetarlos.
Compañeros. no les parece que cuando se habla mucho de democracia y se dan pocos hechos históricos democráticos, se están burlando, en nuestras propias narices, de la justicia social?
esperemos compadrazgos ni compasión exijamos nuestros derechos civiles y democráticos, que las leyes que nos otorgan derechos se cumplan, tal como lo exige y reclama la justicia social, en beneficio de nuestro futuro y el de nuestro pueblo.
No En las alturas del gobierno y de los grandes negocios se discute acaloradamente sobre qué hacer con los dólares del PAE III, pero no se muestra ninguna preocupación seria sobre el destino de los trabajadores costarricenses. Es esta situación la que hace que tenga una enorme importancia la presentación por el CPT de un PROGRAMA ECONOMICO COSTARRICENSE para enfrentarlo al del Gobierno que es totalmente extranjero, impuesto por el FMI y el Banco Mundial, inspirados por el Gobierno de los Estados Unidos.
Los problemas de la pobreza nos conducen necesariamente a pensar lo urgente que es introducir modificaciones sustanciales a la situación en el campo. En nuestro país la pobreza se ha concentrado en las zonas rurales. En 1988, el 20. por ciento de las familias campesinas vivían en condiciones de extrema pobreza y el 33 por ciento en condiciones de indigencia, según la metodología de la CEPAL. Según la del BID el 58. por ciento de las familias viven bajo el límite de Bienestar. Esta es ya razón suficiente para que se comprenda que en este país no se puede hablar seriamente de progreso, ni de democracia, sino se introducen modificaciones sustanciales en el régimen de tenencia de tierra y en general en la política agraria. La Carta Pastoral del Obispo y de los Presbíteros de Limón demostró que el desarrollo de una economía de grandes plantaciones y de inversión monopolista en la agricultura más bien conducen al agravamiento de los problemas sociales.
El proyecto de creación de 200 mil plazas de trabajo en lo que resta de este gobierno aparece como un proyecto sin sentido habida cuenta de las condiciones del país, las perspectivas de la economía mundial y la política de ajuste estructural. estos intentos del llamado plan de desarrollo sin pobreza nos vamos a referir en una próxima ocasión.
Lo cierto es que el pueblo trabajador será cada vez más pobre, si es que no se levanta a la lucha para alcanzar una más justa distribución de la riqueza.
Manuel Ballestero Peralta Chacarita, 15 enero 1991.
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