4 Adelante PSC, Shop Del al de junio de 1989 De ¡Esas aceras!
Después de la jornada de trabajo, viene la batalla del camino para la vuelta al hogar.
Si usted camina frecuentemente por las calles de San José, ya conoce de estas peripecias. Si viene de otro lugar, prepárese. Traiga varios pañuelos para filtar el humo de los autobuses, cuatro ojos para cruzar las calles, tapones para proteger sus oídos del ruido, astucia para burlar a algún carterista, pero sobre todo ¡cuidado con las aceras. Qué aceras! En el menor descuido uno de sus pies quedará primero en el espacio y después en el fondo de un hueco. Entre la sensación de vacío y el encuentro de tierra firme, usted habrá perdido el equilibrio.
Una vez que se levante, siga con cuidado. Podrá encontrar a otra persona de frente y si no observa bien cuando se hace a un lado para dejarla pasar, chocará con un parquímetro de la Municipalidad que le puede maltratar desde las partes bajas hasta el esternón.
Si va a caminar en la tarde por las calles en que hay paradas de buses, pasará usted la prueba final. Empuje, que lo empujen, ábrase campo en los pocos centímetros que quedan entre las paredes de las casas y la fila de quienes esperan el bus. Si logra penetrar y ya en medio siente que no puede caminar ni para atrás ni para adelante, habrá descubierto usted juna ciudad que hay que cambiar!
Jai me iza cra de sid cic tog sic qu y an Cuando la fila es tan densa que cubre toda la acera, ja tirarse a la calle! con el riesgo de ser atropellado. ci da bc la m ra 9 9 a Entre la fila y la pared. Primero, cartera adelante para evitar que sea raspada por el muro. Segundo, ganar la delantera para impedir que la prensen contra el muro. Tercero, aspiración profunda. al finl; y ya la cartera puede colgar libremene del hombro.
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