10 Adelante Del 20 al 26 de enero de 1989 Del EE. UU temía descubrir contactos de la CIA Texto completo del artículo aparecido en el diario norteamericano The Miami Herald que afirma que el exministro de seguridad, Benjamin Piza Carranza, así como otros funcionarios gubernamentales costarricenses, trabajan para la CIA.
El artículo aparece firmado por Alfonso Chardy, del Herald Washington Bureau. La traducción es de Adelante. nes das Río voca Barr amp truic prot las una han duc nes tó e do nifi cing bar esta rrei cia: cia trai fec dia Documentos retenidos por la Administración Reagan, del proceso contra el excoronel Oliver North, incluyen los nombres de varios funcionarios de gobiemos latinoamericanos que trabajan para la Agencia Central de Inteligencia, dicen fuentes muy cercanas del Iráncontras.
Mientras que muchos de los documentos retenidos detallan incidentes que son ya conocidos públicamente, la Administración (Reagan) teme que incluso una discusión cuidadosa sobre los episodios en una Sala de Justicia norteamericana pueda exponer los vínculos de los funcionarios latinoamericanos con la CIA e interrumpan las actividades de inteligencia norteamericanas en varios países, dijeron las fuentes.
Una de las fuentes dijo que algunos de los documentos habían sido previamente desclasificados durante las investigaciones del Congreso del affaire Iráncontras, pero fueron posteriormente reclasificadas en un esfuerzo por limitar la discusión de los incidentes.
La negativa de la Administración de permitir que los documentos fueran usados en el proceso contra North obligó al Fiscal Especial del Irán contras Lawrence Walsh a pedir que los dos principales cargos contra North fueran retirados; se espera que el Juez de Distrito Gerhard Gesell resuelva esta solicitud esta semana.
Gesell también ha sugerido que otros cargos contra North pueden estar en peligro debido a la negativa de permitir el uso de los documentos.
Todas las fuentes consultadas para este artículo están familiarizadas con algunos de los documentos o con las estrategias legales de Walsh y del equipo de defensa de North.
Algunas de las fuentes están vinculadas íntimamente con el equipo de defensa de North, mientras que otras trabajaron cerca de North en el pasado o participaron en las investigaciones del Congreso de 1987 sobre el affaire Irán contras. Una de las fuentes es un viejo funcionario de la Administración que asesora al Departamento de Estado y a la Casa Blanca en materia de política de seguridad para américa Central.
Los países mencionados en los documentos, dicen las fuentes, incluyen a Costa Rica, El Salvador y Venezuela, donde, respectivamente, la red de abastecimiento de la contra de North construyó una pista aérea, controlo parte de una base aérea y pretendió comprar aviones miiitares.
Las actividades de North en estos países fueron esenciales dentro de la estretegia legal de Walsh para demostrar que el exasesor del Consejo de Seguridad Nacional conspiró para defraudar a los Estados Unidos y robar propiedad del Estado utilizando las ganancias de la venta de armas a Irán para comprar abastos para la contra. Esos son algunos de los cargos que Walsh quiere ahora que sean retirados.
En cada caso, según dicen las fuentes, Walsh tiene evidencia documental facturas, recibos y otros papeles legalesque demuestran las transacciones que involucran las ganancias de la venta de armas a Irán para comprar abastos para la contra.
La desclasificación de los documentos probablemente arrojaría poca luz respecto a si el Presidente Reagan autorizó a North para ayudar a los contras, dicen las fuentes. Pero lo más seguro es que expondrían a los funcionarios de seguridad latinoamericanos que colaboran con los EEUU en operaciones encubiertas, dijeron las fuentes.
Algunos de los funcionarios, dicen las fuentes, son agentes de la CIA están en la planilla de la Agencia Central de Inteligencia que sistemáticamente apoyan a los Estados Unidos en proyectos específicos para recolectar información de inteligencia o para llevar adelante peraciones destinadas a proteger o desarrollar los intereses norteamericanos en la región.
Al menos dos de ellos el General Juan Ramón Bustillo, comandante de la fuerza aérea salvadoreño, y Benjamin Piza, experto en seguridad y exministro de seguridad costarricense estuvieron ligados a North después de que el affaire Irán contras explotó en 1986, pero los nombres de por lo menos otros doce agentes y colaboradores nunca han sido publicados, dijeron las fuentes.
Ellos dijeron que los funcionarios extranjeros apoyaron a North porque creyeron que North y sus tenientes estaban actuando con el apoyo oficial de los Estados Unidos.
Por ejemplo, en marzo de 1986, el entonces jefe de la estacion de la CIA en Costa Rica, Joe Femández, trajo a Piza y su esposa a Washington a reunirse con North y después con Reagan, aunque sóLa SO ca gobierno (borrado. Mientras que Walsh trató de proteger la identidad venezolana en sus documentos, el incidente fue resaltado en un informe especial de 1002 páginas emitido en setiembre de 1988 por el comité del Congreso que estudió el Irán contras. Este informe es uno de los varios suplementos que el comité ha emitido desde que el informe final fue hecho público en noviembre de 1987.
En el suplemento de setiembre Venezuela es abiertamente identificado como el país donde North trató de comprar los aviones. Alrededor de noviembre de 1985, dice el informe del Congreso, Gadd escogió tres aviones 123 para comprar para la operación de reabastecimiento.
Secord le dice a Gadd que los costos serán pagados por donaciones. Gadd arreglaría para decirle a Secord el precio después de lo cual Secord transferiría los fondos al vendedor. North intercedió para ayudar a la venta por medio de una carta, un mensaje o una llamada telefónica a. la embajada norteamericana en Caracas, Venezuela.
El informe del Congreso emitido en setiembre sugiere que el Asistente del Secretario de Estado, Elliot Abrams, jugó un rol en este esfuerzo.
Un apunte en el cuaderno de notas de North, de noviembre de 1985, según dice el informe del Congreso, registra una solicitud de North a Abrams para que le diga al país latinoamericano que ACE una compañía encubierta montada por Richard Gadd para sostener el título de propiedad de los aviones para la operación de reabastecimiento es Abrams declinó comentar a través de un representante, quién dijo que su jefe no podía discutir sobre una investigación criminal en marcha. Los abogados de North han citado a Abrams como testigo y Walsh mismo estaba planeando llamar a Abrams para testificar contra North.
El informe final de noviembre de 1987 sobre el Irán contras dice que Abrams negó cualquier conocimiento de los planes relativos a la fuerza aérea de este país latinoamericano.
El informe final del Irán contras anota que fue el director logístico de la fuerza aérea venezolana quien objetó la venta de los aviones, porque temió que los aviones fueran utilizados para el tráfico de drogas. Este informe no identificó al director logístico por su nombre.
Finalmente los intentos de comprar los aviones venezolanos fracasaron y la red de North compró los aviones de reabastecimiento en Canadá y los Estados Unidos.
lo fue para que tomaran una foto con el presidente norteamericano. Walsh también acusó a Fernández en el caso criminal del Irán contras, pero posteriormetne descartó los cargos porque Femández trabajaba en la sede de la CIA en Virginia y no en el Distrito de Columbia, donde Walsh tiene jurisdicción. Si usted le pregunta a Piza si él creſa que Reagan apoyaba las actividades de North, él probablemente habría concluido en que dijo un exfuncionario de la Administración (Reagan) que trabajó muy cerca de North.
Piza y otros funcionarios de seguridad de Costa Rica, cuyos nombres permanecen en secreto, apoyaron a North y a Fernández en la construcción de un aeropuerto alternativo para la contrar en el norte de Costa Rica, donde aviones de abastecimiento aterrizarían para reabastecimiento y reparaciones después de entregar armas a los contras dentro de Nicaragua También clave en el caso Walsh era el apoyo que Bustillo, el general salvadoreño, dio a North. Entre 1985 y 1986 Bustillo autorizó a North y a sus asesores para el reabastecimiento de la contra de utilizar una sección de la principal base aérea de El Salvador, llopango, para el envío aéreo de abastos a la contra dentro de Nicaragua.
Untercer elemento significativo en el caso de Walsh fueron los esfuerzos de North para comprar los aviones de abastecimiento que salían de llopango. Como parte de la evidencia, Walsh planeaba demostrar que en noviembre de 1985, North y otro de los acusados, Richard Secord, enviaron a uno de los asistentes de éste último a Venezuela a comprar aviones militares de la fuerza aérea venezolana.
En un documento titulado Prueba de los cargos. que Walsh aportó el de diciembre en la Corte Federal, el fiscal especial, quien no identificó a Venezuela por su nombre, dijo que cuando el asistente de North, Richard Gadd, encontró resistencia de (borrado. North utilizó su influencia como representante del Gobierno de los Estados Unidos para apoyar los buenos oficios de Gadd ante el Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.