DemocracySandinism

27 27 mayo de junio de 1988 Habla la izquierda Sergio Ardón (MNR)
IDA de. Unidad para qué?
Los dirige Raquel Junta Adr tario gener pesina (FE ron el 19 vodel IDA pósito de miento de toma de la tamiento promedic los acuer riorment nombrad cendió a el prome bía estat Nosotros recibimos con agradecimiento la invita la acción del enemigo, sino por errores propios, hay acumución que se nos hizo a participar en esta mesa redonda porque lada una cuenta política que de alguna manera el pueblo nos siempre debatir sobre estos temas es de una gran importancia, cobra, y que hace difícil que esa unidad pueda tener éxito en y sobre todo porque creemos que tenemos algo que decir a el desarrollo y aglutinamiento de nuevas fuerzas.
propósito de la unidad, la unidad de la izquierda.
Yo creo que tenemos que superar el esquema de noComenzaría planteando, zunidad para qué? La uni sotros, de esta especie de micromundo y lanzarnos con audadad puede tener un carácter táctico, puede perseguir determi cia a ir más allá. Como alguien me decía, incluso tener la disnados objetivos, más o menos limitados, o puede tener un ca posición de correr esa aventura, que es superar lo que hemos rácter estratégico. La unidad puede servir para enfrentar lu sido hasta ahora.
chas concretas, o bien puede tener un contenido tal que le perNuestro pueblo tiene tareas muy importantes por demita fijarse toda una perspectiva de desarrollo.
lante, yo digo que la más urgente tal vez, es la recuperación Realmente las experiencias anteriores que hemos de la soberanía nacional, de manera que los costarricenses potenido no han pasado de un carácter táctico. Pueblo Unido damos en un marco latinoamericanista enfrentar nuestro pronunca superó un carácter fundamentalmente electoral, yo pios problemas y resolverlos con soluciones propias, nuescreo que nunca se resolvieron las contradicciones que siem tras.
pre se mantuvieron en su seno. La alianza que se gestó nunca Es una tarea fundamental, y para imponernos esa tarebasó los marcos electorales.
rea, nosotros somos absolutamente insuficientes, se requiere Pueblo Unido nos permitió hacer una experiencia u más para tener éxito, si queremos superar el estadio del disnitaria que a todos nos debe hacer enseñado algo. Nos debe curo y ser efectivos de verdad.
haber enseñado que la unidad no puede construirse sobre baEstá también como otra tarea principal la reconsses endebles e incluso sobre bases falsas o incompletas, por trucción del movimiento popular que ha venido perdiendo que se hace débil y fácilmente se fractura. Yo creo que Pue posiciones, se ha debilitado, a pesar de que ha habido algunas blo Unido tenía en su interior un tipo de contradicciones no manifestaciones positivas como la unidad del movimiento resueltas.
sindical, que es un movimiento muy debilitado. Yo creo que Hoy día, cuando hablamos de unidad y estamos aquí posiblemente eso es lo que ha posibilitado que la unidad se lorepresentantes de fuerzas populares de la izquierda en el pa gre, el debilitamiento permanente que se venía dando en el ís que se han propuesto objetivos revolucionarios, evidente movimiento sindical.
mente una unidad que nos reúna a todos nosotros, incluso que También como otro elemento principal que tenemos nos reúna a todos nosotros, es una unidad insuficiente para las por delante, es la construcción de un marco ideológico naciotareas que el pueblo costarricense tiene por delante. nal que permita superar el servilismo, y no lo digo en térmiIncluso nosotros consideramos que esa unidad de la nos peyorativos, que ha habido en la izquierda costarricense izquierda no es base suficiente para poder seguir avanzando para responder, y que nos permita reivindicarnos a los ojos en una política unitaria. Por qué? Porque creemos que hay del pueblo dando de verdad una respuesta nacional, profunacumulados en la conciencia de nuestro pueblo, y no sólo por damente nacional, enraizada en nuestra historia, a la problemática costarricense. Eso yo creo que es una de las tareas que urge que se imponga, no sólo la izquierda costarricense, sino todas las personas progresistas, democráticas, patrióticas, porque sólo así estaremos conformando la fuerza política que permita enfrentar las tareas del futuro, y no sólo del futuro en términos de construcción de una nueva Costa Rica, sino incluso tareas más inmediatas.
Es decir, que entonces se puedan dar las condiciones que hagan que el agrupamiento de diversas fuerzas, nuestros partidos y de otros sectores interesados en enfrentar a la Costa Rica deteriorada, tan cargada de corrupción, pueda remontar esa situación y plantearnos tareas de mayor profundidad.
En entonces, cuando tengamos claridad en esas metas, cuando hayamos avanzado en sus experiencias particulares de cada uno de los grupos, es cuando de verdad la unidad podrá adquirir un carácter estratégico, de verdad podamos ser lo que yo creo que podemos ser en términos de potencial, en cuanto que en nuestras agrupaciones se reúne mucho de lo más patriótico que hay en el país. Es entonces cuando podremos conformar una fuerza que de verdad aporte a la lucha por la transformación social, mientras tanto, podemos caer en la trampa de seguir en nuestra pequeña política, incluso cometiendo los errores que se han cometido de manera ya repetitiva como un vicio de la izquierda costarricense, cuales son la descalificación, las acusaciones irresponsables, las ligerezas, las calumnias, que tanto daño han hecho.
Hace falta, en todo este trayecto que falta por recorrer, respeto, consideración, comunicación permanente que nos permita resolver los problemas, y que cada cual, en el camino que ha escogido pueda desarrollar su experiencia sin que otros se den a la tarea de entorpecer, de dificultar.
Yo creo que por ahí está el sendero y, más tarde o más temprano, vamos a estar recorriendo el mismo camino.
a girar in na nota a los can es el pre vita a cc para car munica blece ur gracia bre los blemas Den Pre ad Peníns pañía en la desald siden cenas segu poder nergí proce comp los o reser reser sula hone seña tarri com viene página cambio social, para que éste sea posible es necesario primero crear un torrente popular ampliamente mayoritario, dispuesto a luchar por objetivos reales y concretos. Esto nos lleva de inmediato a la segunda cuestión.
Ningún movimiento popular se estructura sin objetivos precisos emanados de circunstancias históricas particulares.
De ahí que el problema de la unidad de las fuerzas populares será siempre en primer lugar el problema de la unidad en torno a cuáles objetivos, unidad para cumplir qué tareas.
La unidad del pueblo debe entenderse como un proceso en que se acumulan fuerzas para cumplir una tarea histórica. En Costa Rica, a nuestro modo de ver, la tarea histórica inmediata que está planteada es acumular fuerzas para romper el bipartidismo, el cogobierno.
No obstante las diferencias, a veces significativas, que presentan entre sí las fuerzas dominantes de la política nacional, nada ha impedido hasta ahora que el binomio Unidad Liberación, Liberación Unidad, imponga la voluntad hegemónica de las clases y sectores dominantes en nuestra sociedad, contando incluso para ello con una gran legitimidad entre vastos sectores de la población.
Paso entonces a abordar la segunda cuestión del debate de hoy. Es necesaria la unidad de las fuerzas de izquierda como premisa de la unidad del pueblo?
La respuesta a este interrogante no cae, desgraciadamente, por su propio peso.
Al menos no sería honesto ni justo plantearnos esta cuestión haciendo abstracción de la experiencia concreta que tuvo la izquierda costarricense unida entre 1978 y 1982.
En nuestra opinión hubo un primer momento de acumulación positiva en las elecciones de febrero de 1978, derivada sobre todo del hecho nuevo, inusitado en la política nacional, de la unidad de un nuevo bloque de fuerzas que fueron representadas por Pueblo Unido. Nosotros apreciamos que esta acumulación continuó produciéndose todavía por un tiempo más, extendiéndose entre sectores populares y capas medias de la población, sobre todo al calor o bajoel influjo de los factores internacionales, el principal de los cuales fue sin lugar a dudas la Revolución Popular Sandinista. Sin embargo, en ello residía también su principal debilidad: allí estaba el cenit de la curva a partir del cual comenzó un progresivo proceso de desaceleración de la fuerza acumulada. La acumulación principal no estuvo puesta en función del cumplimiento de las tareas nacionales, pero aún, en mayor o en menor medida la izquierda en su conjunto superpuso la realidad de flujo que vivían algunos de los países centroamericanos a nuestra propia realidad. Así las cosas, lo que hasta entonces había sido un factor de acumulación, el entusiasmo provocado por el triunfo sandinista y el avance de la revolución salvadoreña, se trocó en un factor de desaceleración. La izquierda cayó en el espejismo de sobreestimar las condiciones internas, y algunos sectores hasta llegaron a pensar que la revolución social se había puesto a la orden del día en nuestro propio país.
En lo fundamental esta visión de las cosas no se corrigió, siendo este el factor fundamental responsable del aislamiento que padeció la izquierda y del que sin ánimo de ser fatalista no se repone todavía. Qué lección extraemos de todo ello?
Primero, la izquierda en su conjunto no fue capaz de plantearse un programa con orientaciones y tareas precisas para la realidad nacional en una época de grave crisis económica y teniendo en cuenta los elementos positivos y negativos que emanaban de la nueva correlación de fuerzas en el istmo centroamericano.
Todavía está pendiente una respuesta congruente al hecho de que las organizaciones populares de Costa Rica hubiésemos desaprovechado el momento de descontento derivado de la grave crisis económica para haber acumulado fuerza en términos nacionales.
De verdad que el esquematismo y la traslación mecánica de realidades ajenas a la nuestra jugó un papel medular para impedir que los revolucionarios costarricenses nos plantearamos con flexibilidad y realismo las tareas pendientes en nuestro propio país.
Deseosos en muchos casos por ver coronar con éxitos estruendosos a corto plazo la revolución social, no supimos ver las tareas realmente pendientes en términos de las necesidades de los distintos sectores populares. Una vez más los partidos de izquierda le daban la espalda a la propia historia nacional, desentendiéndose y no haciendo suyas tareas urgentes como eran y son la defensa del nivel de vida de las masas, la defensa del pequeño y mediano productor amenazado por la puesta en marcha de medidas surgidas como producto de la presión de los organismos financieros internacionales, del reajuste estructural. ΕΙ desmantelamiento del sector capitalista del estado ha ocurrido sin que la izquierda se haya planteado una política clara de alianzas y de acción en su defensa. Los golpes a la banca nacionalizada se han sucedido uno tras otro, sin haber sido capaces hasta ahora de asumir una verdadera iniciativa de lucha.
Son otras fuerzas las que han asumido tareas hondamente enraizadas en la conciencia popular, como son la lucha por la paz y los derechos democráticos del pueblo.
La izquierda ha ido perdiendo una tras otra batallas importantísimas a nivel de la conciencia popular. Todavía no atina a reponerse de la imagen de totalitaria, conculcadora de las libertades y de los derechos democráticos que nuestros enemigos han labrado con habilidad y gracias a su monumental aparato propagandístico; pero en gran medida también producto de nuestra tosudez y sectarismo político.
Por eso los socialistas pensamos que carece de sentido en Costa Rica una unidad que no sea capaz de comprender las tareas urgentes que nos permitan ir superando el aislamiento de los sectores populares.
Nosotros no estamos por reproducir la experiencia del 78 y del 82, porque la unidad sobre esas bases políticas demostró que era un proyecto agotado, justamente porque ese fue el proyecto que nos condujo al aislamiento y a la división.
Para nosotros lo que está planteado no es una simple y pragmática unidad electoral, porque con ello no haremos más que reproducir viejos esquemas. ratos pareciera que lo que está planteado para algunos es una unidad apenas para no perder la representación parlamentaria.
En cambio si queremos realmente unir al pueblo debemos ser capaces de proponernos un proyecto de unidad que nos permita levantar con más fuerza y energía que nadie la bandera de la defensa de la democracia y la ampliación delos derechos democráticos de las mayorías populares. Esto no puede ser una simple consigna, ni un giro táctico.
Debemos ser capaces de enarbolar la bandera de una auténtica transformación pluralista y democrática.
Creemos en un proyecto de unidad del pueblo que no postergue las tareas de la paz y de la integración centroamericana, que elabore un proyecto realista de desarrollo económico con justicia social, que se plantee las tareas de la independencia nacional y de la moralidad pública, todo sobre la base del impulso a una amplia y profundamente democrática organización popular.
Sólo sobre estas bases lograremos romper la hegemonía política del sistema bipartidista que cogobiera y provocar un reacomodo de las fuerzas políticas existentes, de modo que se ubiquen de un solo lado, en un solo bando, todas las fuerzas del progreso y la democracia.
Le lu in ре tr Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.