BourgeoisiePartido Vanguardia Popular (PVP)SandinismSergio Erick Ardón RamírezSocialismSocialist PartyWorkers Movement

27 mayo de 19 Habla la izquierda El Frente Amplio Democrático, el Partido Vanguardia Popular y el Partido del Pueblo Coense consolidación de la unidad electoral.
Los representantes de esos partidos, en su orden Mario Devandas, Oscar Madrigal y Josino, unidad de la izquierda como fundamental para el avance del movimiento popular.
Alberto Salom (del Partido Socialista Costarricense) y Sergio Erick Ardón (del Movimienta Nue la derecha, manifestaron estar trabajando en otro proyecto político.
Mario Devandas (FAD)
Una política unitaria consecuente Oscar Madrigal (PVI Unidad de la izqer Nosotros nos hemos esforzado por mantener una política unitaria consecuente, de acercamiento a todas las organizaciones y personas que consideremos se esfuerzan y luchan por los intereses fundamentales y legítimos de nuestro pueblo. Esta política nos ha llevado a forjar una alianza con el Partido Vanguardia Popular, la Alianza Popular, y a impulsar tareas de masas comunes en algunos frentes. Nuestra política no es de exclusión o descalificación caprichosa de ninguno de los compañeros que han actuado o actúan en la vida política, sino de un claro compromiso con el pueblo y con las tareas que deben ejercutarse.
Nosotros pensamos que, efectivamente, la causa de la crisis, de la división de la izquierda, hay que buscarla en la crisis que se empezó a desarrollar a partir de 1978. No fuimos capaces de contestar adecuadamente ese momento. La crisis económica, los problemas propios del Gobierno de la época, el avance de la Revolución Popular Sandinista, la extraordinaria campaña ideológica contra el movimiento popular, y efrores que se cometieron desde algunos sectores del movimiento popular.
No fuimos capaces realmente de enfrentar adecuadamente esa situación y mantuvimos una línea táctica que correspondía a un período superado.
Sin embargo, no compartimos los juicios que se hacen en torno al papel que jugó Pueblo Unido. Creemos que en esto hay una carga demasiado subjetiva y que, precisamente, para entrar en un proceso unitario revitalizado, es indispensable que estos debates se repitan para establecer las verdaderas causas del problema y encontrar las verdaderas soluciones.
Pensamos que efectivamente hay hechos muy dolorosos, muy recientes y es muy difícil que nos exoneremos unos u otros de cargas subjetivas; sin embargo, la ausencia de una interpretación común de esos hechos no puede seguir siendo obstáculo para forjar la unidad que es lo que el pueblo está exigiendo, que el momento histórico está demandando de nosotros. cuando hablamos de unidad no nos quedamos en el terreno estrictamente electoral. Nosotros hablamos de una unidad más amplia, una unidad que abarque todo el quehacer de la sociedad; la práctica lo demuestra y lo demanda.
Las enseñanzas que se derivan de las últimas luchas en las universidades y en el movimiento sindical nos demuestra que sí es posible esa unidad y que es indispensable, que el pueblo exige una esperanza frente a los dos grandes partidos de la burguesía.
Pensamos eso sí que esa unidad debe darse sobre bases profundamente democráticas, limpias, con una amplia participación de los sectores involucrados.
En el campo propiamente electoral nosotros le concedemos una gran importancia a la batalla político electoral; sin embargo, consideramos que se ha sobreestimado el trabajo parlamentario y algunos hemos incurrido en el error de considerar el trabajo parlamentario como el prioritario de todas nuestras organizaciones. En muchas oportunidades el parlamento nos ha tragado, nos ha metido dentro de sus fauces, no hemos dado batallas electorales para tener diputados en la calle vinculados con el pueblo, sino que en muchas oportunidades hemos caído en lo que el movimiento obrero denomina cretinismo parlamentario.
De cara a una unidad electoral que reclame el voto de los trabajadores, es indispensable que nos replanteemos el trabajo parlamentario.
En el FAD estimamos que el frente electoral ha sido organizado en el pasado como un apéndice del partido político, y nos parece que aquí hay un defecto en el planteamiento. Pensamos que el frente electoral debe considerarse como una organización política de masas, con sus consecuencias de flexibilidad y agilidad, de participación efectiva, no sólo de los partidos, sino de otras fuerzas, personalidades y grupos que existen en el país. Si se logra una unidad que le de participación eficaz y efectiva a todos estos sectores, nosotros creemos que realmente podremos avanzar, pero para esto los partidos políticos tenemos que hacer un esfuerzo, no considerar el trabajo electoral como la actividad central de nuestros partidos.
Durante más de cuatro años, hemos venacreo hablando de la división de la izquierda, de la crisis de Creem izquierda y del aislamiento de la izquierda. La izquierda ticmuchi cuatro años de estar discutiendo sobre esos asuntos. Nexperi complace mucho que por lo menos dediquemos unas hora úcle para hablar sobre nuestros proyectos unitarios, qupuebldediquemos y que abramos los caminos necesarios painflue reencontrar los objetivos posibles, los objetivos mínimos qaplante nos permitan una unidad alrededor de cada uno de ellos. que Es importante que la izquierda, como esta nochnegal nos sentamos a conversar sobre diferentes temas. equiv La situación en Centroamérica y la situación deslig nuestro país es muy importante, es trascendente, y condicioten nu la necesidad de que nuestras agrupaciones, por pequeñas qui sean, logren aglutinarse alrededor yo no digo de un programbueva pero al menos de determinados objetivos mínimos.
emba No podemos seguir hablando de la crisis de surgi izquierda eliminando a la izquierda; no puede hablarse de ulcsas superación de la crisis de la izquierda que elimine a surgi izquierda. La crisis de la izquierda no puede tampo conju conducimos a eliminar, a segresar, a una parte importantes esa izquierda. No puede conducimos siquiera con revo conclusión a la tesis de crear una nueva izquierda, contra u tran vieja izquierda.
dem Puede haber crisis y ha habido crisis, pero esa cr debe servimos para actualizar, para enriquecer nuestr enfr organizaciones y nuestras experiencias, no para desech para esas experiencias, no para decir que han sido malas de por saca y es imposible coincidir, o es negativo entrar en un nue deja proceso de unidad, de acercamiento, y desechar a priori par: posibilidad de replantear una unidad si ustedes quieren soh hacbases nuevas, sobre bases que contemplen las vie experiencias. Porque esas experiencias nuestras tien tod elementos negativos, pero también mucho de positiv org Nosotros no podemos desecharlas, ni podemos decir que poc costa de una experiencia negativa vamos a renuncia Tom nuestros postulados de izquierda, a nuestros postulad lleg revolucionarios, a nuestros postulados de transformación 19: la sociedad costarricense. Cuál ha sido la experiencia de Pueblo Unido? de Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.