6 Adelante 14 abril 19888 hombres del campo Portalón de Quepos Campesinore lucha por laie El próximo 19 de abril se cumplen dos del los campesinos de Portalón de Quepoleste do que sufrir 13 desalojos policiales, sur de se mantiene en pie y se fortalece.
La Hacienda Portalón, propiedad de una compañía gringa, sel!
encuentra en total abandono luego de que los campesinos fueron desalojados Chindo, líder de los campesinos de Portalón, dirige las labores de reorganización del sindicato campesino. En todos los compañeros ha crecido la conciencia de la necesidad de contar con una organización fuerte. dijo.
Una tierra abandonada trabajar con patronos o a sembrar pedacitos por fuera. agregó Chindo.
Los dos dirigentes campesinos manifestaron que la gran mayoría de los ocupantes originales se mantienen en contacto con el sindicato campesino y que se hallan dispuestos a continuar la lucha por la tierra.
Los agricultores que se han mantenido en la hacienda se mantienen mediante una agricultura de sobrevivencia.
Muchos siembran pequeños solares alrededor de sus ranchos.
Otros se atreven a ocupar parte de las tierras de la hacienda, siempre bajo el temor de que en cualquier momento sus cul.
tivos sean destruidos. pesar de todas las dificultades, la esperanza de conseguir una parcela sigue manteniendo unidos a los campesinos, quienes se disponen ahora a iniciar una nueva etapa en su justa lucha.
El presidente Arias dijo que no debía haber campesino sin tierra ni tierra sin campesinos, manifestó Cecilio Ca.
lero. Nosotros quisiéramos que él nos concediera una entrevista para recordarle esa promesa que no se ha cumplido con nosotros, agregó.
Para la inmensa mayoría de los costarricenses, Quepos es un lugar de descanso. Allí van cada verano miles de familias a disfrutar de una de las más ricas zonas del país.
Para los habitantes del cantón de Aguirre, su tierra es un escenario de lucha constante.
Allí nació, hace quince años, la primera cooperativa autogestionaria del país, Coopesilencio. es precisamente en esta tierra donde se lleva a cabo, desde hace dos años, una de las luchas más duras del campesinado costarricense: Portalón.
El 19 de abril de 1986, un grupo de campesinos y obreros agrícolas de la zona hicieron toma de las tierras abandonadas de la Hacienda Portalón, una finca de 630 hectáreas. La finca, propiedad de una compañía norteamericana, fue reclamada por el ex diputado socialcristiano Eliécer Solís, propietario de la hacienda vecina bautizada con el significativo nombre de La Terciopelo.
Como un monstruo acostumbrado a tragar tierra, el terrateniente se echó sobre los campesinos. Los humildes agricultores fueron desalojados por la policía con gran muestra de crueldad. Desde entonces, los campesinos han ingresado en la tierra y han sido vueltos a desalojar trece veces.
Pero la represión policial y los crímenes del terrateniente no han mellado la lucha campesina. Ahora estamos realizando un trabajo para reorganizar a todos los compañeros por medio de la afiliación al sindicato campesino. afirmó Norman López Otoya, conocido en todo Quepos por el seudónimo de Chindo. líder de los agricultores.
Chindo agregó que en el pasado contaban con un sindicato, pero por los múltiples desalojos que obligaron a los campesinos a la emigración, esta organización se desarticuló. En los últimos meses, sin embargo, ha ido creciendo entre los campesinos la conciencia de que es necesario organizarse.
Los campesinos se han dirigido a organismos oficiales y esperan que por ese medio podrán obtener alimentos para sus familias, que les ayuden a sobrepasar las difíciles condiciones de vida.
El dirigente de los campesinos manifestó que sus enemigos siempre han pretendido introducir disputas políticas. Una de las cuestiones que ellos siempre han difundido es que yo soy un extremista. dijo Chindo. Así pretenden a asustar a algunos compañeros y dividir nuestro movimiento. Los compañeros sin embargo se han venido convenciendo de que no hay ningún interés político de nuestra parte y que nuestro único objetivo es conquistar la tierra. En las conversaciones con los dirigentes de la FENAC todos hemos visto la ayuda desinteresada y estamos convendidos de que el único interés de esta a ayudarnos en la lucha por la tierra. dijo.
Portalón es un pequeñísimo pueblo levantado en medio de la hacienda abandonada. Mire esos montes. Allí trabajé yo cuando tenía 18 años y entonces estaban bien limpiecitos. Ahora todo esto está abandonado. afirmó Cecilio Calero, otro de los dirigentes campesinos.
Calero afirmó que la finca es en realidad propiedad de 35 norteamericanos, algunos de los cuales vienen a Portalón sólo a disfrutar de la playa, pues la inmensa mayoría ni siquiera conoce este país.
Con el anterior dueño aquí por lo menos había trabajo para la pobretería. Pero luego vinieron estos norteamericanos a arruinarlo todo, porque ello ni trabajan la tierra ni dejan que el campesino la trabaje, dijo.
Cecilio agregó que la situación en Portalón es crítica, porque no hay trabajo. Los norteamericanos tienen apenas unos cuantos peones cuidando, pero no se preocupan por poner a producir la finca.
Calero recordó el sinnúmero de injusticias que la guardia y los terratenientes han cometido contra los agricultores. Aquí no hemos podido sacar ni una cosecha, dijo, porque en cuanto hacemos la milpa vienen con las rastras y los chapulines y lo destruyen todo.
Desde el comienzo hemos sufrido mucho, pues los desalojos han sido muy duros y muy violentos contra nosotros, dijo. El último desalojo fue el peor. Nosotros habíamos sembrado una milpa de unas diez hectáreas, y ya el maíz estaba a punto de cosecha. Ya hasta nos habíamos puesto de acuerdo sobre el día en que íbamos a recoger el maíz. En eso llegó la policía, nos voltearon los ranchos y le prendieron fuego a todo, hasta la ropa y las pertenencias nuestras fueron quemadas. Todos los campesinos fuimos echados a la calle, muchos de nosotros fuimos golpeados duramente, nos esposaron y nos llevaron a la cárcel.
Luego vinieron las rastras, agregó Cecilio. Iba un chapulín adelante destruyendo la milpa, destruyendo todo el maíz, que luego lo cubrían de tierra. lo que la rastra no pudo destruir, le prendieron fuego luego.
DEPORTIVO ITALES RALD PORTNE PO TALO REPORTNO ARTALD Ti Lanzados a la miseria Los constantes desalojos han traído como consecuencia una fuerte emigración campesina. Muchos agricultores han tenido que diseminarse por distintos lugares del cantón, o trasladarse a Parrita, Pérez Zeledón e incluso la capital. Cuando la gente vio que las autoridades, en vez de cuidar los cultivos, que son sagrados, se ponían en favor de los contrarios para destruir la agricultura, muchos se retiraron a Ni la represión ni la miseria han podido doblegar el es de lucu Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.