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DOMINGO 21 DE OCTUBRE DE 1962 ADELANTE Página ONCE Secuestrado sacerdote. Viene de la página 10)
de conveniencia al mensaje del evangelio, prefiero quedarme con el pueblo humillado, explotado y esclavizado, con el pueblo del evangelio, rechazando compromisos que, porque traicionan al pueblo, traicionan igualmente al evangelio.
El tiempo dirá quién procedió cristianamen.
te; si yo, que quedé con el pueblo contra la explotación, o si aquellos que quedaron con la explotación, contra el pueblo.
Perdi un pequeño púlpito de una pequeña capilla del colegio, pero gané todas las plazas, todas las calles, todas las encrucijadas, todos los campos y montañas de Brasil, pues donde haya pueblo, allí estaré para llevarle el mensaje de Cristo. del pueblo me impusieron. Vuestra excelencia y todos los que me conocen de cerca saben perfectamente el valor de esta afirmación mía. Por ningún precio traicionaré mi condición de s2cerdote del pueblo. Porque vivimos en un mun do en que las élites traicionaron al pueblo y en que el pueblo parecia haber perdido la esperanza, es que el evangelio se presenta como una revolución en marcha.
hambre y miseria; cien mil niños por año, muer tos antes de completar un año de existencia; cien mil brasileños por año, muertos por tuberculosis; medio millón de prostitutas; 37 millones de brasileños que nunca calzaron zapatos; 51 millones pasando hambre permanentemente: 65 por ciento de brasileños analfabetos; 40 millones de campesinos sin tierra o con poca tierita; 900 mil favelados en Río de Janeiro; el número de chozas y tugurios creciendo vertiginosamente en todas las ciudades de Brasil.
Podria aumentar el cuadro, hacer una estadística interminable, tejer los contrastes, pero no lo juzgo necesario, ya que vuestra excelencia, con este cuadro, puede comprender y ana.
lizar el tipo de carácter de civilización cristiana que vivimos en Brasil, que no me vengan con esa historieta de la libertad. ya que en el mundo capitalista, que se atreven a llamar de cristiano y mun do libre. y, en especial en los países subdesarrollados, la única libertad que existe, y que se realiza de hecho, es la del explotador prolegido por las leyes que él mismo hace, para continuar explotando; y la del explotado para tener que soportar la humillación con una sonrisa en los labios, Libertad de qué ¿de morir de hambre por las calzadas de esta inmensa patria. de ser analfabeto. de ser tratado como a un perro rabioso. de ser un animal perseguido o desasistido por la justicia y acosado por la policia al servicio del latifundio?
Libertad de que, finalmente de votar por los candidatos del iatifundio, del capitalismo inter nacional, del imperialismo yanqui. libertad de extender la mano a la caridad pública y de ser tratado como un marginal?
Renuncié a una cátedra de profesor, dejé de ser maestro para de nuevo ser alumno, para aprender del pueblo nuevas y bellas lecciones de amistad, de paz, de fraternidad, de esperanza y de bondad. Pero no fue por causa de su mensaje. de su evangelio, que Cristo tuvo que andar de ciudad en ciudad, perseguido a veces por los poderosos; no fue por causa de ese mismo evangelio que ellos lo crucificaron como un agitador, como un malhechor cualquiera?
El evangelio siempre fue revolución, siempre fue libertad, y, cuando pierde sus caracteristicas, y se acomoda, deja de ser el evangelio, para convertirse en una traición.
Ya está resultando larga esta carta, pero es necesario que así sea para que ni vuestra excelencia ni nadie, quede con dudas respecto a mi o de mig. actividades. Insisto aún en reiterar que mis actividades nada tienen en común con la politiquería, pues nunca crei en ella la juzgo. absolutamente incapaz de resolver los grandes problemas de Brasil. Si creyese en ese tipo de politica, si aún creyese en elecciones, sería candidato y vuestra excelencia sabe que tendría todas las condiciones para disputar un asiento en el Congreso.
Pero de esa política, porque está totalmente desvinculada de los intereses del pueblo, y porque se tranformó en un medio, en un modo de enfangar a la patria, a la que han vendido, quiero mantenerme alejado, y todos los días pi do a Dios que me libre de tomar parte en ella.
Si a veces aparezco al lado de hombres públicos o políticos, lo hago no como apoyo al proceso politico, en el cual ni ellos mismos creen, sino porque somos compañeros de nuestra jornada, hermanos de ideal, soldados de la misma lucha. Así, si en Recife o en Paraiba aparezco en mítines de mi amigo y hermano de lucha y de ideal, Francisco Juliao, o de Elizabeth Teixeira, lo hago porque su elección significaría la peor derrota del latifundio y del imperialismo.
Si vuestra excelencia duda de esto que aqui le afirmo, mande a alguien para que me escuche en la plaza pública o en las calles, en todos los lugares donde hablo públicamente, y obtendrá la confirmación de lo que estoy eseribiendo. No soy, ni quiero ser politico. quie ro si, y esto me basta, ser un evangelista de Cristo.
Renuncié, pero temporalmente, pues, cuando al revés de lo que ocurre ahora, los hijos de los campesinos y obreros puedan cruzar las puertas de la Universidad, regresaré a mi cátedra de historia, sobre todo para conservar en la memoria de esos nuevos estudiantes, el recuerdo de la opresión pasada y la grandeza de la lucha del pueblo por su emancipación y libertad.
En cuanto al ejercicio del ministerio sacerdotal, nunca fue tan perfecto como ahora, a pesar de los avisos idiotas de las curias de Rio de Janeiro y de Recife; idiotas y mentirosas, pues cuando dejó a Maranhao para ganar el Brasil lo hice por mi libre y espontánea voluntad, como además podía hacerlo, pues no es la archidiócesis de Sao Luiz mi diócesis de origen.
Pero dejemos a un lado el artificio imbécil de aquellos que, habiéndose comprometido con el antievangelio, ya sienten el peso y lo inzómodo del evangelio llevado al pueblo. Cuál es la misión del padre? En los actos de los Apóstoles, Cap. 6, Versiculo IV, se les o.
siguiente, que sintetiza lo que debe ser la misión del padre: Nosotros atendemos sin cesar a la oración y al ministerio de la palabra.
Nunca mi vida fue tan sacerdotal como ahora. Dejé todo, pero soy libre como un pájaro cortando el cielo, y así el evangelio es más libre, está presente donde nunca estuvo antes.
Soy feliz porque no poseo nada, porque me despojé de todo La perfección consiste en parecerse al Maestro, y yo, como él, no tenemos una piedra para recostar la cabeza.
Mi familia es la familia de cada campesino, de cada obrero, mis hermanos son los humildes, los pobres, los explotados, los que viven en favelas, los analfabetos, los que mueren de hambre, de miseria, de sufrimientos, por las calles y calzadas, por las carreteras.
Ni siquiera le resta al hombre común brasileño la libertad de ser hijo de Dios, pues hasta Dios mismo ha sido acaparado por la opresión para protegerse contra la posible rebelión de las masas.
Vea vuestra excelencia qué libertad la nuestra, qué libertad nos garantizan el latifundio y el imperialismo.
Hombre libre es aquel que, sin favores de nadie, se puede realizar como hombre e hijo de Dios, y eso es una conquista del mundo socialista y solamente de ese mundo.
Porque regresé del mundo socialista con una nueva visión de la iglesia, aprendida junto a aquellos que para salvar los valores cristianos de su pueblo y la independencia de sus patrias tuvieron que sufrir por años seguidos la dureza y las violencias de los campos de concentración nazi fascistas, y que no estoy dispuesto a 52guir limitado por la estrechez de una jurisprudencia obsoleta, que me impide llevar el nensaje de libertad, hasta donde sea necesario ileVarlo.
Agradeciendo la bondad y distinción con que siempre fui tratado y distinguido en la archidiócesis de Maranhao, tanto por vuestra excelencia como por el clero, que siempre me dispensó la más fraternal amistad, me suscribo, de todo corazón, siervo y amigo dedicado a Cristo Los altos sacerdotes se levantan contra mi: los mercaderes de la patria y los enemigos del pueblo me preparan celadas, pero el discípulo no es mejor que el maestro y ellos lo expulsaron del templo y lo condenaron a muerte.
Nada ni nadie podrá desviarme del camino que el evangelio y mi condición de sacerdote Además, cuando constato y analizo las ligazones y compromisos de la casi totalidad de la jerarquía católica con el latifundio, el capitalismo y hasta con el imperialismo, opresores y esclavizadores de los pueblos poniendo limites Padre ALIPIO DE FREITAS.
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