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DOMINGO 14 DE OCTUBRE DE 1962 ADELANTE Página CINCO El discurso de don Daniel Oduber en la ES UN ARTICULO ARTICULO DE ARNOLDO DE ARNOLDO FERRETO)
Una y Nuestro Ministro de Relaciones Exteriores, don Daniel Oduber, pronunció un impor.
tante discurso en la Asamblea de las Na.
ciones Unidas el del corriente. ΕΙ señor Oduber es es un hombre entonces no se limitó en su intervención a repetir los estribillos gastados por los representantes de las oligarquías tradicionales de nuestra América Latina, sino que le dió otro sabor, o digamos un cierto contenido ideológico.
Uno de los aspectos fundamentales del discurso del señor Oduber consistió en levantar, frente a la Revolución Cubana, las revoluciones Boliviana y Mexicana.
Efectivamente México y Bolivia repre sentan, por así decirlo, dos variantes de la revolución a cuyo proceso asistimos en la América Latina. Pero no se puede, sin ter.
giversar los hechos y la historia, oponer las revoluciones aún en proceso de desarrollo en esos paises, a la Revolución Cubana.
Hay una cosa cierta: los móviles principa.
les determinantes de las revoluciones boli viana y mexicana fueron semejantes a los móviles de la Revolución Cubana.
otras fueron empujadas por el choque entre las estructuras feudales o semifeudales de los regímenes sociales imperantes, con las fuerzas productivas que pugnaban y pugnan por desarrollarse sin las trabas que les oponian y aún oponen dichas relaciones en producción anacrónicas. Una y otras chocaron con la tenaz oposición que ofrecieron a los cambios de estructura los monopolios imperialistas y el gobierno de los Estados Unidos que respalda esos monopolios. Sólo que en el caso de Bolivia, por encabezar la revolución la burguesia y la pequeña bur.
guesia nacionales encuadradas en el Partido que acaudilla Paz Estenssoro, y por carecer la clase obrera de un partido propio fuerte.
mente estructurado y armado de su propia doctrina (en el momento de verificarse la revolución boliviana el Partido Comunista era muy pequeño y débil. unido todo este a la circunstancia de estar este país incrustado en el interior del Continente, sin salida a ninguno de los océanos, la revolución fue en gran medida desvirtuada, siguiendo la linea del compromiso y de la componenda con el imperialismo. Es claro que no se puede hacer una revolución anti imperialista y antifeudal con dólares americanos, y es el caso que Bolivia en medio de su revolución.
continúa adelante una política de emprésti.
tos con los bancos yanquis. El resultado es que el Gobierno no se ha atrevido a vender su estaño en el mercado en que debió venderlo y ha estado indemnizando a las compañias mineras en forma tal que la nacionalización de las mismas no ha traido un mejo.
ramiento efectivo a las masas bolivianas, en particular a los mineros. En resumen, la revolución boliviana ha sido mediatizada, de.
jada a medio camino y entregada en cierta medida en manos de sus enemigos, los imperialistas norteamericanos. El señor Oduber la defiende y nos la presenta como ejemplo, porque su partido sigue la misma politica de Paz Estenssoro, la politica de querer hacer una revolución democrática una reforma agraria. una liberación na.
cional. con dólares americanos dentro del marco del Plan de Alianza para el Progreso.
Por lo que se refiere a la revolución me.
xicana, hay que recordar que esta comenzó en 1910, en una época en que el marxismo no había comenzado a aflorar en América Latina, en que no había tenido lugar la pri.
mera revolución proletaria de la historia, la revolución rusa de 1917, en que el proleta riado mexicano estaba apenas naciendo co.
mo clase y en que, por lo tanto, carecia de partido propio y de ideologia propia. Por estas y otras razones que seria prolijo enumerar, la revolución mexicana fue dirigida, controlada y usufructuada por la burguesia con un provecho muy limitado para los cam.
pesinos y la clase obrera. No obstante, no se puede olvidar que en su tiempo la revolución mexicana se tuvo que enfrentar contra las maquinaciones, la agresión, el blo.
queo económico y otras formas de extorsión puestas en práctica por el imperialismo norteamericano. Las armas, las maniobras, los argumentos que hoy esgrimen el imperialismo y sus lacayos contra la Revolución Cubana, se parecen como una gota de agua a otra a las usadas en las décadas del diez y del veinte contra la revolución mexicana por sus vecinos del Norte.
Al hablar de la revolución mexicana, siendo justo con ella, ya que representa un ja.
lón importante, hasta hace poco tiempo el más importante del desarrollo de América Latina, hay que decir que la circunstancia de que la dirigiera y usufructuara la burguesia ha determinado su estancamiento ac.
tual, su relativa frustración. Una verdadera revolución no puede detenerse y la revolución mexicana ayer, como la revolución boliviana más recientemente, se han detenido, por lo menos momentáneamente. Cuando digo que se han detenido, me refiero a que una y otra siguen una vía de desarrollo capita.
lista en lugar de avanzar hacia un estado superior, hacia un nuevo régimen social.
Las experiencias de México y de Bolivia enseñan hoy a la clase obrera de América Latina, no cómo hay que hacer una revolución, sino cómo no hay que hacerla. Porque la clase obrera no lucha contra las ataduras feudales y contra el dominio imperialista, simplemente para crear un régimen social que permita a su país el desarrollo capita.
lista. El ejemplo de la Revolución Cubana está enseñando a la clase obrera que la Liberación Nacional y la Reforma Agraria, representan no más que una fase en el desarrollo de la revolución, pero que su completa liberación sólo viene, cuando emprende el camino de la construcción del socialismo.
El Sr. Oduber afirmó en su discurso refiriéndose a la Revolución Cubana que hay fuerzas que se empeñan en desacreditar y destruir la democracia representantiva, negando la dignidad y la libertad de los ciu.
dadanos, con el pretexto de realizar una profunda transformación económico social en nuestro Continente.
Pero don Daniel sabe que quienes están desacreditando la llamada democracia re.
presentativa. no son los revolucionarios cubanos o los comunistas en general, sino aque.
llos que en nombre de tal democracia cometen los crímenes más descarados y asquerosos contra los derechos de los ciudadanos en América Latina y, en primer lugar, los Estados Unidos, que usa el pretexto de de.
fender la democracia representativa para intervenir en América Latina, organizando y apoyando golpes militares para burlar el derecho de elegir de nuestros pueblos. sabe, además, que en Cuba el pueblo ejerce un régimen de dictadura contra los gusanos. porque los Estados Unidos no le da tregua, porque su régimen revolucionario está acosado, bloqueado, y es victima de constantes agresiones y de una furiosa cam.
paña de calumnias.
El señor Oduber dijo: Es lamentable que con olvido de la historia de libertad, que es parte del hombre americano, se comprometa esa libertad y su destino todo, con ataduras extracontinentales.
Esta es una frase llena de insinceridad.
Porque el señor Ministro Oduber conoce bien que los barcos soviéticos han tenido que llegar a Cuba, después de que Estados Unidos decretó la cancelación de la cuota azucarera y el embargo del comercio con la Isla y que las armas soviéticas han llegado a Cuba, como él mismo dijo en otro discurso, en plan defensivo, y sólo después de que los Estados Unidos armaron, organizaron y financiaron una agresión, la de Bahia Cochinos, y se aprestan febrilmente a llevar a cabo otra. Qué quería el señor Oduber, que Cuba se quedara inerme, a merced de las agresiones de los imperialistas y los gu.
sanos traidores. Que se dejara rendir por hambre, simplemente por el prurito de no comerciar con los países socialistas?
Por otra parte, don Daniel sabe que la (Pasa a la Pág 12)
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