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DOMINGO 30 DE SETIEMBRE DE 1962 ADELANTE Página Misión cumplida en el Cosmos En la misma forma que los descubrimientos de los siglos XV y XVI liberaron al hombre de su reducido concepto geográfico, que no iba más allá de la continentalidad, así, ahora, los vuelos espaciales están dando forma a la universalidad, nueva dimensión humana. Por ella se modificarán nuestras actuales concepciones de tiempo y espacio. La eternidad ya no será un concepto en línea recta algo cayendo sin fin. sino que, partiendo de nuestro mundo, se dirigirá en todas las di.
recciones, en la búsqueda perpetua de la única forma de feli.
cidad real.
Pero es obvio que el hombre no pudo salir de su dorada pecera sino hasta que fue bueno para ello. Ir a los otros mundos para participarles nuestras bajezas y miserias, comenzando así la formación de un basurero universal, no tiene caso. ΕΙ Universo es un tejido de órbitas en el que, millones de mundos, unos habitados y otros no, son las joyas. Allí donde moran seres, en algo semejantes a nosotros, existe el bien, unas veces ya superado y otras en a raso. algunos astros iremos a aprender. muchos planetas a enseñar. saltando así, de una a otra estrella no hahrá tiempo. es decir, no llegará el fin de los tiempos, tan temido, sino que todo será una perenne continuación de la mejor de las vidas.
Cuando el Titanie zozobraba, la orquesta tocaba: Más cerca de Ti, Dios mío. Uno de los poemas que el pueblo soviético compuso, viendo realizar en el cielo la hazaña de Nikolaiev y Popovitch, se titula Más cerca de la Luna. Dios y la Luna no pueden ser encontrados por el hundimiento de los valores sino arriba, excélsior, más arriba. Con esta carrera espacial no solamente se busca la Luna, sino la paz, que es la más sólida y valedera de las rampas de lanzamiento de la acción humana. Despojar las aventuras espaciales de fines militares: quitarles todo propósito de hundimiento es ir hacia arriba más y más lejos, ensanchando, asi, la figura del hombre que, con estas hazañas, ya dejó de ser el payaso gritón de un momento del que se dolia Shakespeare, para insertar en el Cosmos, su propia órbita musical, como aquellas que, según Pitágoras, tienen los astros al girar en el infinito. SIEMPRE!
agradece profundamente a Miguel Artiushenkov, Corresponsal de la Agencia TASS en la América del Sur, así como a Omar Güimaraes, agente de SINJUA. la celeridad en la ministración de los datos pedidos, algunos venidos directamente de Moscú, con los cuales se confecciona este artículo. Otros, adicionales, son de Sternfeld, Yuri Marinin y de diversas revistas soviéticas de ciencias. Rio de Janeiro, agosto, 1962.
Сс Ср Adrián Nikolayev y Pavel Popovich, cosmonautas del Vostok III y Vostok IV que realizaron el primer vuelo cósmico en grupo. Nikolayey dio durante 95 horas más de 64 vueltas al globo terrestre, cubriendo una distancia superior a 600. 000 Km. Popovich realizó más de 48 vueltas en 71 horas, cubriendo una distancia de cerca de 000. 000 de Km. Feliz aterrizaje, Aguila Dorada. Era la voz de Sokol. Falcón desde el Vostok III. Igualmente respondí emocionado, dirigiendo mi astronave al ángulo de descenso. Después de ser proyectado fuera de la cabina de mi aparato, inmediatamente senti la brusca y exigente atracción de mi madre, la Tierra. Objetivamente, además me jalaban, hacia el suelo, los entusiasmos de millones de compatriotas, con cuyo concurso fue posible realizar este vuelo. Rápidamen.
te el paisaje se me fue haciendo familiar.
Nubes, aire, frío, montañas. El paracaidas, arriba, era una cúpula de satisfacción. Len.
tamente iba bajando al terreno previsto, en Kazakistán entre los paralelos 60 y 50 y los meridianos 40 y 80. medida que iba bajando sentia el aumento de la temperatura. Qué calor. fueron mis históricas palabras al poner pie en tierra. Pensé en la temperatura ideal de mi aparato y agregué con sorna, se estaba mejor en el Cosmos. Niko.
laiev, viendo a tanto curioso dijo por su cuenta: había mucho menos gente. Mi amigo Fidiorov me alargó un papel que alargué a Sokol Fa cón. Una onda de satisfacción le hinchó todo el cuerpo.
Entoces supo que había dado 64 vueltas en órbita cubriendo millones 600 mil kilóme.
tros en 94 horas y 25 minutos. Yo alcancé a dar 48 vueltas durante 70 horas y 59 mi.
nutos recorriendo casi dos millones de ki.
lómetros. Eugenio Fidiorov, que es un sabio.
se acercó y me dijo: Ustedes son los primeros que han vivido un mes de tiempo cosmico. Como cada vuelta significa un dia de vida Nikolaiev tiene, ahora, meses más de existencia y tú un mes y medio extra.
En un día cósmico se hacen 16 días terrestres y un de estos se hace, apenas, en 23 dias.
pecial alguno, ya que lo que importa de él, es que de comodidad. Uno, más formal, requiere mayor atención, pero el espacial es un adelanto de lo que habremos de vestir en el porvenir: es un anticipo de los tiem.
pos futuros de la humanidad. Pero antes de ser vestido se me hicieron una especie de enchufles. En el quinto espacio intercostal me fueron fijados dos electrodos de plata, que registrarían los movimientos cardiacos para enviar los resultados a Tierra ya que, la misión fundamental de este vuelo, era la de conocer el comportamiento del organismo humano en vuelos prolongados, como los que se requieren para ir a la Luna, Venus, Marte ete. Me rodea.
ron el pecho con un tubo de hule, con un poco de carbón y una resistencia, dentro.
Esta disminuía con la expiración y aumen.
taba con la inspiración dando cuenta, asi, de los movimientos respiratorios. Nuevos electrodos me fueron colocados en la planta del pie y en el tercio inferior de la pierna, buenos para medir la resistencia de la piel a la corriente eléctrica. Por fin me fue ajustado el casco, también provistu de dos electrodos de plata que hacían contacto con mi frente registrando, así, las corrientes del cerebro. Listo Sokol me dijo el ayudante. Arriba! dije con firmeza. Minutos después estaba en orbita. ΕΙ paso de la pensantez a la imponderabi idad es casi inconsciente. Pero quien se imagine que un vuelo orbital es un paseo entre las estrellas, se equivoca. Hay mucho que hacer, que revisar, que comprobar y. que ver!
Mi primer mensaje a la Tierra fue optimista. Todo funcionaba perfectamente y no había de qué preocuparse. Yo sabia que, pasada la media noche me sería lanza.
do un compañero, mas, de repente, ausentes voces y sonidos y sin referencia alguna de la velocidad, sentía la soledad como veci.
na. veces todo me parecía increíble y fantástico. entonces repasaba mi vida. Naci en Chercha, pequeña ciudad de la República Autónoma de Chuvachsen 1929. El Vo ga fue mi primer contacto con el mundo de más allá de las colinas nativas.
Desciendo de antiguas tribus búlgaras que vinieron a la Unión Soviética en el siglo Tengo hermanos y una hermana y después de estudiar Secundaria, inicié estudios de Medicina que abandoné. Antes de ser piloto fuí radiotelegrafista y entré, luego, en la Escuela de Astronautas, haciendo gran amistad con Popovitch, Titoy y Gagarin. Soy miembro del Partido Comunista y cuando Titoy fue lanzado, yo era su inmediato suplente. Pasa a la Pág. 10. Aquella mañana de agosto estaba lumi.
nosa, pero un poco fria y cuando fui llama.
do para almorzar no tenía, francamente, mucho apetito. Después descansé una nora. Vestir una traje espacial es un rito no comparable a ningún otro de la vida. Un vestido de trabajo se pone sin dar importancia al acto. Forma parte de los hábitos mecánicos y se le puede calar hablando. Aun un traje deportivo no requiere cuidado esEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.