DemocracyManuel Mora

Página 14 ADELANTE DOMINGO 24 DE JUNIO DE 1962 Combatiremos firmemente los desaciertos del Gobierno Pero no les haremos el juego a quienes piensan en un golpe de estado CON EL PRETEXTO DE SALVAR AL PUEBLO DE LA MISERIA, FUERZAS NACIONALES INTERNACIONALES MANIOBRAN PARA ESTABLECER UNA DICTADURA MILITAR.
SON DECLARACIONES DE MANUEL MORA, ARNOLDO FERRETO, CARLOS LUIS FALLAS, ALVARO MONTERO EDUARDO MORA.
Nuestra línea frente a este Gobierno no se inspira en pasiones ni en intereses mezquinos; se inspira en principios. Combatiremos siempre, sin vacilaciones, los desaciertos del Gobierno; y apoyaremos, también sin vacilaciones, toda labor positiva que pretenda desarrollar Sin embargo, nos damos cuenta de que las condiciones históricas que nos rodean en este momento tienen que dar a nuestra lucha una orientación particular. Nosotros sabe.
mos que hay fuerzas nacionales e internacionales interesadas en establecer gobiernos de fuerza o regímenes de tipo fascis.
ta en la América Latina y por lo tanto en Costa Rica. Nosotros no les haremos nunca el juego a esas fuerzas y por el contrario nos opondremos a sus maniobras y las denunciaremos al pueblo. Defenderemos siempre el régimen democrático frente al Gobierno, frente a los abusos de los que mandan, pero también frente a los adversarios del Gobierno que se empeñan en dar al traste con el orden constitucional y arrastrar al país a un régimen de facto, apoyado en las bayonetas El señor Orlich, en nombre de su Partido, ofreció al pueblo una Revolución. Esta actitud del nuevo Gobierno ha asustado a las fuerzas más reaccionarias del país. Pero la realidad es que hasta el momento no se vislumbra por ninguna parte esa política revolucionaria del Gobierno. El hecho mismo de que su política básica esté reatada al Departamento de Estado, por medio del Plan Kennedy y del Fondo Monetario Internacional, indica que la Revolución no podrá salir del plano de las meras palabras. los primeros proyectos de Jey sometidos a la opinión pública el llamado de reforma agraria y los encaminades a enjugar el déficit fiscal ponen de manifiesto que este Gobierno no tiene ánimo ni fuerza para tocar la médula misma de nuestros grandes problemas económicos y sociales.
Si el Gobierno pretende tocar grandes intereses creados debe buscar el apoyo de las masas populares antes que el apoyo de los políticos de Wall Street. Pero hasta el momento su política se orienta a divorciarse de las masas pupulares, sin lograr tampoco el apoyo de las fuerzas fundamentales de la oligarquía. Trata de nadar en dos aguas, aunque con todo el cuerpo cargado en las aguas de la derecha, tavorables a los intereses de los ricos oligarcas. El resultado es que no queda bien ni con Dios ni con el diablo.
La destitución de nueve directores de las instituciones autónomas no tiene para nosotros una gran trascendencia.
Hasta el momento se trata de un simple cambio de empleados mediante un subterfugio legalista que nos parece torpe.
Lo que sí va a tener trascendencia es la política que el Go.
bierno quiera imprimirle a esas instituciones autónomas. Esa política la analizaremos en su oportunidad, cuando haya sido dada a conocer. Sin embargo, las destituciones que comentamos, tal como se produjeron, dejan la sensación de que el Gobierno se inclina a hacer una politica de Partido y no de colaboración nacional, a pesar de que el Presidente Orlich ha declarado ya varias veces que quiere gobernar en interés de todos los partidos. Tanto en el Partido Unión Nacional como en el Republicano hay fuerzas reaccionarias y fuerzas progresistas. Si el Gobierno pretende ser progresista, que busque la colaboración de las fuerzas progresistas de los otros Partidos y el apoyo de las masas izquierdistas. Pero que no excluya a esos Partidos porque entonces se aísla y terminará colocándose frente a esta alternativa: o milita definitivamente en el campo de la reacción o pierde el Poder por falta de apoyo popular para hacer frente a la conjura oligárquica.
Los políticos heridos en sus intereses o en su vanidad por el Gobierno, los terratenientes y los ricos reaccionarios, y los agentes del Pentágono, están coordinando sus fuerzas y han abierto muy seria campaña de prensa contra el Gobierno. Esa campaña es posible que encuentre eco en el pueblo en la medida en que la vida se haga más difícil. Las leyes sobre nuevos tributos que están en trámite serán leña para la hoguera. cuál es el plan de los adversarios del Gobierno? Pareciera que se orientan a la ruptura del orden constitucional.
Quieren una dictadura militar para Costa Rica. Quieren un Gobierno de tipo fascista. Muchos de ellos especialmente algunos periodistas y políticos desconoecn las consecuen.
cias del juego que se traen entre manos. No se dan cuenta de que están tratando de desatar fuerzas que luego los arrollarán a ellos mismos.
El pueblo de Costa Rica no aceptará nunca de buen grado una dictadura militar ni un gobierno de tipo fascista. Si esto sucediere, el pueblo defenderá sus tradiciones democráticas, luchará por un régimen que le brinde el máximo de libertad para defender sus intereses. Si esta lucha llegara a plantearse, sería larga y no terminaría hasta que el pueblo se asegurara, no sólo la restauración de lo que ahora tiene, y que es por cierto muy limitado, sino un orden de cosas superior. El pueblo defiende las instituciones, aunque com prende que ellas están muy lejos de encarnar sus aspiraciones. Las defiende ante el peligro de caer bajo la dictadur militar. Pero si llega a ser obligado a lanzarse a una lucha violenta para reconquistar sus derechos conculcados, entonces avanzará hacia la conquista de una democracia más am plia, de una democracia verdaderamente revolucionaria.
Les decimos a los círculos oligárquicos que operan den tro y fuera del gobierno, que están jugando con fuego cuando traman el establecimiento de un régimen de fuerza. Les recordamos el refrán: quien sopla vientos, recoge tempestades!
Nosotros llamamos la atención del pueblo acerca de la gravedad de esta situación que dejamos planteada. Nos opondremos a toda medida del Gobierno que dé por resultado el mpeoramiento de las condiciones de vida de todos los que trabajan. No nos callaremos ni nos cruzaremos de brazo: frente a ninguna política entreguista o violatoria de la soberania nacional. Pero tampoco les haremos el juego a quienes quieran aprovecharse de los errores y las vacilaciones del Gobierno para destruir el régimen constitucional, y las conquistas democráticas que aún se conservan. Ciertamente, la nuestra es una democracia mutilada. Esperamos que la lucha organizada de las masas, por los cauces legales, logre endere zar los defectos y las limitaciones del régimen imperante. El golpe de Estado sólo logrará empeorar la situación y obligaría al pueblo a realizar grandes sacrificios para reconquistar la plenitud de sus derechos.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.