32 ADELANTE, DE ENERO DE 1962 La lucha contra las consecuencias del culto a la personalidad de Stalin, contra el grupo antipartido y contra los dirigentes del Partido Albanés del Trabajo Por ARNOLDO FERRETO san los intereses de Partido, los intereses del pueblo, si eilos, sin escatimar esfuerzos, energias, ni la propia vida, luchan por estos El examen de los problemas derivados del culto a la personali intereses, si tanto en lo grande como en el pequeño son inseparables dad de Stalin fue planteado públicamente por primera vez en el XX del Partido, como el Partido lo es del pueblo, a estos dirigentes siem Congreso del PCUS. Pero antes de esto, la cuestión sufrió un proceso pre los apoyará el Partido, el pueblo. la causa por la que aan que es interesante conocer. Agunos dirigentes de la vieja gnardia, triunfará infaliblemente.
entre ellos Molotev, Kaganovich, Malenkov y Voroshilov, se opusie Claro está que es necesario poseer las cualidades imprescindiron en el priner momento a que el asunto fuera sometido a con bles para la lucha por la causa del Partido, por los intereses vitales sideración del XX Congreso. Solamente desistieron de su oposición del pueblo. Todos nuestros adversarios ideológicos, en general tocuando se les dijo que si persistian en su actitud se consultaria ai dos nuestros enemigos, concentran su fuego contra aquellos dirigenCongreso si quería o no conocer del problema.
tes que, cohesiorando alrededor de los órganos directivos a los actiPero después de que el XX Congreso se pronunció categórica vistas y, a través de éstos, a todo el pueblo, marchan por el inice uente por la condenatoria del culto a la personalidad y sus conse camino leninista justo.
cuencias, el grupo mencionado no cejó en su lucha, frenando las in Más adelante, refiriéndose siempre al mismo fenómeno, Jrusvestigaciones de los abusos de poder, temeroso de que se pusiera en chov agregó: claro su propia responsabilidad en tales abusos. Su actitud fraccio Al intervenir enérgicamente contra todas las repugnantes manal lo llevó al extremo de emprender una lucha abierta para apode nifestaciones del culto a la personalidad, los marxistas leninistas siem rarse de la dirección de Partido, contra los acuerdos del XX Con pre han reconocido y reconocerán la autoridad de los dirigentes, greso y contra la inmensa mayoría del Comité Central. En esa li Pero sería incorrecto colocar a uno u otro dirigente, separle nea, el grupo antipartido logró, según el informe del Jruschov, de un modo u otro de la colectividad de la dirección y dedicarse a controlar el Presidium del situación que trató de aprovechar cantarle loas hiperbólicas. Esto está en contradicción con los prinpara eliminar a los elementos adictos a las decisiones del XX Con cipios del marxismo leninismo. Es sabido con qué intransigencia greso. Pero su maniobra fue frustrada por el y éste procedió intervinieron Marx, Engels y Lenin contra aquellos que se ocupaban a expulsarlos de su seno, con excepción de Voroshilov, quien en la de alabar sus méritos. sin embargo, es sencillamente dificil valofase decisiva de la lucha entablada, optó por rectificar su postura y rar el gran papel y los méritos de los fundadores del comunismo adherirse a la mayoria que defendía la aplicación de los acuerdos científico Marx, Engels y Lenin ante la clase obrera, ante toda la del Veinte Congreso.
humanidad.
Algunos periódicos occidentales han presentado la lucha contra los auténticos marxistas le son fundamentalemente ajenos tanlas consecuencias del culto a la personalidad de Stalin como un mo to al auto bombo como la hiperbolización, la exageración sin frero vimiento inspirado realmente en el propósito de levantar la perso ni medida del papel de uno u otro dirigente. Para ellos es sencillanalidad de Jruschov. La prensa burguesa trata siempre de desnatu mente una ofensa el que alguien intente impertinentemente separarralizar el verdadero carácter de todo lo que pasa en el mundo, so. jos, aislarlos del núcleo de camaradas dirigentes.
cialista. Así, se quiere hacer aparecer que de lo que se trata es de Nosotros, comunistas, valoramos y apoyamos altamente la auto destronar un idolo para levantar otro. Pero es muy fácil probar que ridad de una dirección justa y madura, Debemos salvaguardar lis.
esto no es asi. Veamos algunos hechos.
autoridad de los dirigentes reconocidos por el Partido y el pueblo.
El el curso de las deliberaciones del XXII Congreso algunos de Pero cada dirigente debe comprender el reverso de esta cuestión: no legados prodigaron elogios al rol personal del camarada Jruschov, jactarse jamás de su situación, comprender que al ocupar uno u otro tanto en lo que se refiere a la lucha librada contra el culto a la per cargo cumple sólo a autoridad del partido, la voluntad del pueblo, sonalidad, como en muchos otros aspectos de la política del Partido que le han investido del más alto poder, pero que nunca pierde et y del Estado. Refiriéndose a ese fenómeno, el camarada Jruschov. control sobre él.
dijo: Aquellos dirigentes que se olvidan de esto pagan fuertemente su Quisiera decir algunas palabras acerca de lo siguiente. En my falta. Yo diria que pagan en vida, o el pueblo no les perdona deschas intervenciones en el Congreso, y frecuentemente en nuestra pués de la muerte, como ha sucedido con la condena al culto a la per prensa, al hablar de la labor del Comité Central de nuestro partido senalidad de Stalin. Al que se olvida de que está obligado a cumse destaca en cierta medida mi personalidad, se subraya mi papel plir la voluntad del pueblo, hablando con propiedad, no se ie puede en la realización de las medidas más importantes del partido y del denominar dirigente. Tales dirigentes entre nosotros no deben gobierno.
existir, ni en el Partido ni en el aparato del Estado.
Yo comprendo los buenos sentimientos que alientan a estos ca Claro está que por muchas causas en manos de una persona que maradas; no obstante, permitanme subrayar, con toda fuerza, que ceupa uno u otro puesto dirigente se concentra un gran poder. Los todo lo que se dice con respecto a mi debe ser dirigido al Comité dirigentes promovidos por el partido y el pueblo no deben avasar Central de nuestro Partido Leninista, el Presidium del Comité Cen del poder. En los informes al Congreso ya se ha hablado de las meKral de nuestro Partido Leninista. Ni una sola medida de importan didas que hemos realizado y vamos a realizar para que nunca más cia, ni una sola indicación personal ha variado una intervencion en adelante se permita el renacimiento del fenómeno monstruoso de responsabilidad, sino que es el resultado del enjuiciamiento co del culto a la personalidad. Pero una cosa no se puede regir con lectivo, de la decisión colectiva. Este discurso de resumen también ningún articulo de los estatutos: la colectividad de dirigentes debe ha sido examinado y confirmado por el grupo dirigente. En la di comprender bien que no se puede permitir una situación en la quo rección colectiva, en la solución colegial de todos los problemas de nadie, incluso el de más mérito, el de más prestigio, pueda dejar de principio, reside nuestra gran fuerza, camaradas.
tener en cuenta el criterio de aquellos que lo han promovido.
Por muchas aptitudes que posea uno u otro dirigente, por mu Quien lea sin prejuicios las anteriores palabras, comprenderá de cho empeño que ponga en su labor, no podrá lograr un éxito autén inmediato el espíritu en que fueron pronunciadas. Comprendera tico, firme, sin el apoyo de la colectividad, sin la participación más que a lo que se está asistiendo en la Unión Soviética, de lo que se activa, en la realización de las medidas proyectadas, de todo el par trata cuando se habla de la lucha por extirpar las consecuencias de sido, de las amplias masas populares. Esto es preciso que lo com culto a la personalidad, es de una cosa noble, de una vuestión de prendamos bien y lo recordemos constantemente todos nosotros.
principios de principios de alta moralidad, de los principios que La fuerza de los líderes comunistas reside en la actividad de las norman la actividad de un partido y de un Estado que están obligamasas por ellos dirigidas. Si ellos comprenden justamente y expre dos a ser ejemplares.
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al entrar en su trigesimo cuarto ano de existencia,