Ernesto Che GuevaraJoaquín GutiérrezVietnam

6 ADELANTE, 10 OCTUBRE 1949 Homenaje a la Repú Joaquín Gutiérrez Mangel envía una carta desde Joaquin Gutiérrez, costarricense, escritor, poeta y trigo y nacaracas carnes de lechoncillo. Lao Chan está en. Cómo no va a sentir orgullo de que novelista (incidentalmente campeón de ajedrez tam. tusiasmado, aplaude cuando se le ocurre y, en otras ocasio lado del mundo, en la capital del pa bién. desde las aulas del Liceo de Costa Rica se puso nes, deja pasar inmutable los más bellos juegos de pies. Por rra, y que su victoria sea compartic al lado de su pueblo, desgarrándose de la oligarquia a que tal vez, lo que tiene el ballet de acrobacia, a él, ciudadano hijos de cinco mil años de civilizaci la que pertenecía por lazos familiares. Chile lo concep del país de la inverisimilitud circense, lo deja frio. de Chou En Lai lo mira de reojo: túa también como uno de sus grandes valores intelec. improviso su alegria me hace pensar. Sonríe Lao Chan las rodillas y sin pestañear, no apar tuales. Alla ha vivido más de 20 años, Radica ahora en porque lo ha pescado la emoción estética del Lago de los Cis Sólo al final aplaude, pero con lenti: la República Popular China. Traduce del inglés al es nes? El es hijo de campesinos, su padre llevaba un cesto de doliera despojarse de la emoción por pañol los últimos volúmenes de las obras de Mao TSO peces sobre la cabeza cuando lo ametralló un avión japo Desués comenzaron esos número Tung. Alto, fuerte, fornido, gran bigote y barba nés. El niño se escapó del hogar y comenzó a recorrer Chi. china que se tocan con unos instrum hirsuta no siempre afeitada, parece un árbol cundido na en busca del Ejército Rojo para incorporarse a sus filas. ros y suenan como gaitas, y otros de raíces. Hace poco nos envió su primera carta desde Asi entró después triunfalmente en Nankin, en Shanghai. de tiburón que suenan como las Pekin. Insertamos, un poco atrasada la fecha, la segun. Recibió dos medallas durante esa campaña y otras dos más ca final, seis parejas de chin da, en este homenaje de ADELANTE a la República en Corea. En el Ejército le enseñaron a leer y el otro dia me bailan una canza cubana, una de es.
Popular China.
mostró muy orondo un ejemplar de Mamita Yunai de Fa. campesinos de América, con su poqui llas, traducido al chino, con el cual quiere conocer más co quito de recogerse las faldas con las sas de mi tierra, ya que su obligación es ser mi compañero, tonces el Ché si que se mueve a gus mi guía y mi protector. Es él quien maneja el auto con el Ve hacia Chou En. lai, le sonríe.
que me traslado por los vericuetos de Pekin.
El de enero la Embajada Cuba Los rubios cisnes suecos bailan leves, alados, como las en el salón grande del Hotel Pekin, ninfas de su país de wikingos. Loa Chan, más bien pequeño aniversario de la Revolución. Al cc de talla, feo, oscuro de color, con sus pantalones azules gua. bebe vodeka chino, aguardiente de. teados de algodón muy limpios pero parchados y pelo de zón. Se comen canapés, papitas, can puercoespin, sonríe mirándolas. al fin comprendo que su todo el cuerpo diplomático, y esos sonrisa no refleja únicamente una emoción estética. No. Tie. sólo se ven por estas tierras: mong ne también algo de crgullo. Seguramente que no un orgullo muitas gentiles, rotundas eslavas de individual, pero sí un orgullo de clase, de Partido. Esas her licadas coreanas. De pronto los inviti mosas mujeres que embellecen trémulas el escenario, han ve. versaciones mueren en un solencio nido a ofrecer su espectáculo a hombres que apenas ayer eran allí viene, allí viene!
analfabetos, que apenas ayer ro sabían de la existencia de Entran: el Presidente Mao, el Suecia, ni de Chaikowsky, ni del ballet en punta de pies; Liu Chao shi, el viejo guerrero Chu pero que gracias a su revolución forman hoy el público de jador de Cuba, y, detrás, todos, abso Pekin y pueden disfrutar de los espectáculos nacidos origi. altos jefes del Partido y del Gobiern nalmente para solaz y adorno de las Cortes. Me parece es de Chou En lai que se encontraba er cuchar a Lao Chan pensando en voz baja: si, todo esto nos lo sa parece haber sido general para merecemos, ésto y más, todo lo que el pasado fue sedimen.
Es cosa que no se acostumbra, tado como lo más valioso, lo más bello, lo más positivo. Es Cuando van pasando, Mao salt El Presidente Mao Tse tung y el comandante Ernesto (Ché) una herencia que nos pertenece a nosotros, a los honores brazo, lentos, más bien horizontales; Guevara en Pekin que por fin hoy somos libres de gozarlo, y estamos adquirien. mucho calor humano; Chu Té hace do la cultura necesaria para apreciarlo cada día más y me sientan; el Presidente Mao fuma un Lo primero con que te encuentras al llegar es con el jor.
ofrecer al Embajador que está a su narrador de historias: un chino alto y fuerte, con varios dienAquí, en China, además de espectáculos he visto actos ei cubano avanza hacia el micrófonc tes de oro en la sonrisa y una voz capaz de oscilar del trino cargados de sentido político, que si me atrevo a juntarlos en deja ver su nerviosidad en el tembloj al trueno. El hombre cuenta con maestria: gesticula, se esla misma crónica es porque también constituyen para mí un minar su discurso la orquesta toca e tira, se encorva. hay momentos, cuando la narración cruza espectáculo fuera del programa, el de las reacciones del au Después habla Chu Té. Con fisonomí: por pasajes dramáticos, que parece hablar aesde el fondo de ditorio frente a lo que ocurre en el escenario. Son actos gra.
vertencia grave: los agresores impe una caverna, otros en que se le ve a punto de saltar como ves solemnes, con el peso de la trascendental responsabiiidad del abismo, en Cuba y en Laos. Es un tigre sobre el auditorio. Pendientes de sus palabras hay histórica que comparten todos los pueblos en la hora actual. de las riendas antes que se les desp mii chinos, sentados en un quintuple reaonael de banquillos Pero que los chinos se encargan de volver alados también, termina, escuchamos de nie el Himn de palo. Verlo hace la ilusión exacta ae escuchar a un ju.
a! tocarlos con la varita del arte, Creanme si les digo que Después de unas breves palabr glar, hermano de aquellos de los tiempos de Berceo, o al hace poco, en un acto en el que habló Kuo Mo Jo, Presiden cano del Cuerpo, se forma una cora persa que en las afueras de Basora acaba de inventar la histe de la Academia de Ciencias de China y del Comité Chino gen a chocar con sus copas con los toria de Aladino.
de la Paz, con frases cargadas de substancia, en la segunda brinda quien quiere. Desde luego Estamos en el barrio del Puente del Cielo, viejisimo ba.
parte nos dieron tres películas de dibujos animados.
ministros que no van; en forma dire rrio pekinés, de casitas pobres color pizarra y un dédalo de El Che Guevara llegó a Pekin. Cientos de millares de dicho cuatro verdades. Me pongo er!
callejones. Aquí, en varias plazuelas chicas, Se representan chinos la recibieron en las calles. Se celebró un gran mitin llegar frente a Mao Tse tung, tintine todos los espectáculos imaginables. El prestid. gitador acaba en su honor en el Gran Salón del Palacio de la Asamblea Po. después con el Embajador, Liu Chaq de dar dos vueltas de carnero y ahora saca de nadie sabe pular. Seis mil personas: pioneros, soldados, intelectuales, La marcha no se detiene. Parece que dor:de una fuente con aleteantes pececillos de colores. El funcionarios, obreros de avanzada, repletaron los tres enor.
del protocolo, pero decido innovar un público rie, el mago hace un pase y en lugar de los pece.
mes pisos de forma de medias lunas. Al escenario entran te a Mao, choco la copa y le digo, to cillos parpadea un conejo. La función termina y comienza de Guevara con los miembros de su delegación económica, el Pri incice. Costa Rica. Me comprende: inmediato la siguiente. La gente arroja algunas monedas; ha.
mer Ministro Chou En Lai y otras personalidades chinas. Pri. copa de mano y me da la diestra mi cemos lo mismo pero el prestidigitador nos las devuelve y. mero dos discursos: uno del vice alcalde de Pekin, discurso noamericano que viene detrás imita a través del intérprete, nos explica que para nosotros el esmás bien seco y consignero. Otro del Ché, revelador de una bién menciona su país, pero ya sin pectáculo es gratuito. Somos los hermanos mayores soviéti. despejacia inteligencia. Ambos, junto con las traducciones, del Presidente pesan otra vez hierá, cos. confusión de la que disfrutamos a menudo en nuestros ocupan una hora. Después los personajes bajan del escena Mao es hombre bastante alto y contactos callejeros en China.
rio y vienen a sentarse en la platea a contemplar la segunda los ochenta kilos; tiene la frente ai ¿Y los espectáculos de las minorías nacionales? No hay parte: el espectáculo propiamente dicho. Tengo buena suer no usa la melna (zde poeta. que que olvidar que China está rodeada de un cinturón de pue. te; les toca sentarse en la fila de atrás, a unas seis butacas fotos y que a su rostro, más bien blos y que (que no me oigan los Han, que representan más de distancia, y así puedo contemplarlos a gusto por detrás un cierto aire maternal. En el ibre del 90 por ciento de la población del país) esas minorías son de la oreja de mi vecino. Se descorre el telón y aparece la Yo, en Rusia y China. verdadero poseedoras de cantos y danzas folklóricas superiores. Es di.
orquesta sinfónica de Pekin y un coro de 120 voces, que, sin acabo de leer que tenía los dientes fícil imaginarse nada más exquisitamente femenino que una previo aviso, ejecutan el Himno del 26 de Julio.
ónix; pero ahora no, los tiene limpic serrana de la nacionalidad miao esquivando, incitante y co Miro al Ché. Está golpeado. Por su rostro, muy trans me sonrió lo hizo con toda la cara, queta, los galanteos de su pretendiente; o una danza más parente, en el cual se mezclan la dulzura del médico (podía después me dió no sé qué habérse viril que la de los tambores de los uigures.
haberlo sido de niños) y la fiereza y energía del guerrillero, fuerza. los conjuntos visitantes? Vimos a ochenta bailarines comienzan a desfilar las emociones. Ellos cantaban esa mardel Turquestán soviético, esos biznietos de los tártaros, de Espectáculos y actos, asambleas. cha trepando en fila india por los senderos de Sierra Maesabrigos de caracul, pelo negrísimo y rizado y unos bonetes, truosos y fiestas íntimas de matrin tra. Muchas veces apenas la susurraban, cuando el enemigo de forma clerical pero bordados con lentejuelas de colores.
queando poco a poco las siete puerta estaba cerca. La marcha no tiene mayor interés musical, Los hombres, rudos y fortisimos, saltan y gritan como demoplejísimo país. Ahora anuncian para pero para él, y para todo latinoamericano, habla de heroismo nios; ellas ondulan, con toda la sabiduría de la debilidad y Ballet de Alicia Alonso, y esta noch ilimitado, de lucha a muerte contra el enemigo, de la pasión toda la alegría de la juventud. las bailarinas birmanas?
Estatal de Cantos y Bailes Vietnam de encontrar un camino de redención, de juventud y de no dos de febrero, vendrá el año nuevo éstas les basta, para maravillarnos, con el juego de sus bleza para el pueblo. Es un canto, además, rojo de sangre: dedos, que no parecen diez sino muchos más, que se abren y mavera, equivalentes a nuestro carn por la frente del Che Guevara pasan los ojos fríos de los se cierran como abanicos, vuelan como libélulas y vibran cozamos a prepararnos, conforme a compañeros caídos. Frunce el ceño, pero la luz de su mirada mo ramitas de bambú.
comprando una gran linterna de ser clara no se apaga; aprieta las quijadas, pero la sonrisa de las Hace algunas semanas fuimos a ver el conjunto de Ballet cuando me aproximo al hotel, como comisuras no desaparece. Cómo va a desaparecer esa sonde la Casa Real de Suecia. Qué titulo. y qué público! Me ventana. Además, como la primave risa orgullosa de que su canción, su canción de guerrillero grandes vientos, Lao Chan me acab: acompaña Lao Chan, soldado en Corea, en donde fue herido victorioso esté ahora en los labios de un coro colosal y que y perdió dos dedos con el frío. En el escenario bailan altas cometa, con forma de mariposa.
miles y miles de chinos la escuchen devotamente, y que en Pero no anticipemos, que ya mujeres nórdicas, de muslos largos como ríos, cabelleras de toda la sala se sienta pasar el soplo de la rebelión justiciera? otras cartas.
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