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10 ADELANTE, DE ULIO DE 1961 Sobre el Plan de Austeridad del Banco Central 20 El Banco Central de Costa Rica acaba de formular un plan, que concreta luego en varios proyectos de ley que el Poder Eje.
cutivo elevó ya a consideración de la Asamblea Legislativa, con el propósito de resol.
ver los problemas que el país afronta en materia cambiaria, monetaria, crediticia y fiscal. Con ese señuelo, que en nuestro coneepto no responde en absoluto a la realidad, el Banco pretende convencer al país, en particular a los sectores pobres de la población que serán los más severamente perjudicados, de que es preciso someterse a un PROGRAMA DE AUSTERIDAD, es decir, de mayores privaciones económicas.
blo, que verá mermado considerablemente el poder adquisitivo de sus sueldos y salarios, los recursos para poner a flote el fisco y aumentar los beneficios de los cafetale.
ros y de la United Fruit Co. para endul.
zar la amarga medicina se propone tam bién, reducir los derechos arancelarios a ciertos artículos de amplísimo consumo.
Pero esta medida será atolilllo con el dedo, ya que la base de todo el plan es desvalorizar la moneda en interés del fisco, de los círculos exportadores del país (United Fruit, cafetaleros, etc. 69 Finalmente, el Banco Central propone que Costa Rica aumente su cuota en el Fondo Monetario que es actualmente de millones de dólares (está autorizada uno elevación hasta de millones de dólares. a 15 millones. a fin de CONTAR CON LA AYUDA FINANCIERA QUE PROPORCIO NA EL FONDO (las mayúsculas son nues tra. De los siete y medio millones de dólares más que aportaremos como cuota del Fondo, entregaremos en oro y divisas solamente millones (valiente consuelo. Esto significa, en otro lenguaje, que enyia.
remos más oro y más divisas al Fondo Mo.
netario, sin devengar por eso utilidad algunda, ayudando así a los Estados Unidos a resolver su propio problema de desequi.
librio en la Balanza de Pagos, y obtendremos, a cambio, la promesa de nuevos empréstios al por ciento de interés anual.
Esta conclusión la consigna el Banco después de haber dicho que alguna de las cau.
sas de la actual crisis que sufre el país es la enorme deuda externa que agobia la eco nomía nacional.
29 El plan se basa en gran medida en recomendaciones y estudios de una Misión del Fondo Monetario Internacional, organis mo controlado hoy por completo por los grandes monopolios yanquis, y que tiene la función de presionar a los gobiernos de América Latina, y a los círculos nativos que dominan o administran la Banca, para que sigan en materia monetaria una política que sirva los intereses económicos de esos monopolios y, en general, de los Estados Unidos de Norte América, y no como se afirma, los fines enunciados en el llamado Convenio de Bretton Woods.
En su exposición el Banco Central cita varias veces conceptos del informe de la Misión del Fondo Monetario Internacional, en que se recomienda la adopción de una política en materia cambiaria, monetaria, cre diticia y fiscal, que es, con diferencias insig nificantes, el programa que el Banco propone para sacar al país de los problemas que afronta. De manera, pues, que estamos en presencia de un plan impuesto por el Fondo Monetario Internacional, un plan que sigue por cierto, los lineamientos de programas semejantes impuestos por el mis mo Fondo a otros países latinoamericanos.
De programas que han dado lugar a profundas luchas y conmociones originadas por la pertinaz resistencia de los pueblos de América Latina a someterse a ellos, pla nes de vasallaje económico y de explotación intensiva a que nos quieren someter los círculos monopolistas y financieros que gobiernan en los Estados Unidos.
39 Sugiriendo la necesidad de adoptar una política de austeridad. el Banco dice textualmente en su informe: También cree necesario hacer la recomendación enfática de que debe mantenerse en el país un cli, ma de AUSTERIDAD, adaptándose a las realidades actuales y no seguir viviendo como cuando nuestros productos de exportación alcanzaron buenos precios en los mercados internacionales. No podemos resistir el deseo de expresar que esta politica de austeridad, que el Banco pretende imponer a las masas populares exclusivamente, como probaremos más adelante, no respondie en absoluto ni a las normas que observa el sistema bancario nacional, ni tampoco a las que siguen el Gobierno de la República y otras instituciones autónomas. Se quie.
re, pués, obligar al pueblo hambriento a que siga socándose el cinturón, mientras el Estado y sus instituciones practican una politica ajena por entero a estas recomendaciones. No hablamos por hablar. Para de.
mostrarlo, vamos nada más a citar unos pocos ejemplos: el propio Banco Central está construyendo un edificio suntuoso, que le costará muchos millones de colones. Tal edificio no es necesario y menos indispensable. Estando en crisis, como estamos, sufriendo la parálisis de muchos renglones de Jos créditos bancarios, bien pudo el Banco Central esperar mejores tiempos para cons truir su edificio. qué decir del que ya está terminando el Banco Anglo? Es así, señores directores del sistema bancario na.
cional, como se practica una política de verdadera austeridad. qué decir del proyecto ya financiado por la Caja Costarri.
cense del Seguro Social, de construir un edificio de varios pisos, valorado en muchos millones de colones. para acomodar sus ofi.
cinas? Podemos citar también el contrato recién celebrado a base de un nuevo empréstito internacional, para concluir la au.
topista del Aeropuerto de El Coco. Es in.
dispensable esta autopista. No pudimos seguir muchos años con nuestra actual ca.
rretera central que pasa a unos centenares de metros del aeropuerto?
Pero como la autopista de El Coco in.
teresa a las compañías norteamericanas y al Gobierno yanqui, entonces no hay austeridad que valga. Los cantos a la austeridad vienen cuando se trata de obligar al pueblo a aceptar nuevas privaciones No cuando se trata de concertar nuevos em préstitos para realizar obras en que está interesado el imperialismo, acrecentando la deuda pública, que ya sobrepasa la fabu.
losa suma de 443 millones de colones.
49 En la larga y documentada exposi.
ción con que el Banco precede y trata de justificar los anteproyectos de ley que luego propone, se señala como en los últimos años se han bajado los precios del. café, del banano y del cacao, en el mercado internacional, en particuiar, en el mercado de los Estados Unidos. Ese fenómeno, de todos conocido, está a su vez determinado por la crisis que ha venido experimentando la economía de los Estados Unidos. Nuestra crisis se puede concretar a grandes rasgos así: 19 Una desocupación total que ha sido calculada entre 60 y 70 mil trabajadores y una desocupación parcial no calculada; 29 Una balanza de pagos desfavorabie y una balanza comercial con un déficit anual aproximadamente de 10 millones de dólares; 39 Un crecimiento de las importaciones; 49 Estabilidad en el volumen de las exportaciones pero disminución del ingreso monetario como consecuencia de la baja de precios, especialmente del café; 59 Un faltante hacendario de 182. 500. 000 entre 1956 1960; 69 Un incremento progresivo en la deuda externa; 79 Una baja de las reservas monetarias internacionales. En 1958 eran de 24 millo.
nes de dólares, en 1960 fueron de 16 millones. 89 Inflación debido a aumento de dinero y de bonos.
Esta crisis económica y su manifestación que más alarma al Estado, la crisis fiscal (faltan más de cuarenta millones para ce.
rrar el presupuesto del año en curso. son consecuencia de la baja de los precios de nuestros productos de exportación en el mercado capitalista mundial, el cual a su vez sufre una aguda depresión.
59 El plan que el Banco propone y concreta en sus anteproyectos de ley, pue.
de resumirse así: a) desvalorizar la moneda en un 17 por ciento y establecer un tipo de cambio único de 6. 65 por dólar; b)
dividir el producto de esta desvalorización así: una parte, dársela al Estado, para que cubra su déficit fiscal; otra parte, dársela a los cafetaleros (65 colones, más o menos, por cada 100 dólares que reciban como producto de la exportación de su café; y otra, entregársela a la United Fruit Co. más o menos unos 35 colones por cada 100 dólares que cambien para cubrir sueldos, salarios y otros gastos administrativos. La Cáma.
ra de Cafetaleros ha rechazado el plan, por.
que sus miembros pretenden, no que les den, como éste propone, 65. 00 por cada 100 dólares que exporten, sino la diferen.
cia total de cambios, es decir, más o menos 100 colones. El Gobierno se opone a la de.
manda de los cafetaleros porque, no sólo no le sirve para conjurar la crisis fiscal, si.
no que la agrava, al perder los ingresos del actual impuesto al café que produce anualmente alrededor de trece millones de colones.
Como resulta claro que el plan de aus.
teridad propuesto pretende sacar del pue.
En resumen, el famoso plan de austeridad del Banco Central, producto de la imposición del Fondo Monetario Internacio nal, propugna la solución de la crisis fiscal y de los problemas financieros que han comenzado a experimentar los cafetaleros y la United Fruit Co. a base de imponer nue.
vos sacrificios a los sectores más pobres de la población, que viven de sueldos y sala.
rios. Es la aplicación típica de la ley del embudo, de la política de querer conjurar la crisis económica descargando sus efectos sobre la clase trabajadora, la cual no está en capacidad de comprender todos estos juegos financieros, y no puede defenderse bien desde el momento en que la han pri.
vado del derecho de hacerse representar di.
rectamente, por medio de su propio parti.
do, en la Cámara Legislativa.
El mantenimiento de la ilegalidad del Partido Vanguardia Popular y el plan para ilegalizar al Partido Socialista con el pretexto de contar este con el apoyo de aquél, se evidencia ahora como un aspecto fundamental de la política del imperialismo y de la oligarquía nacional, para intensificar la explotación de nuestras masas laboriosas.
Pero estamos seguros de que el pueblo encontrará, en el Parlamento o fuera de él, las medios necesarios para hacer valer sus intereses y frustrar los planes que bus can su hambreamiento intensivo, planes calculados para que las compañías y los bancos extranjeros en unión de los ricos criollos, sigan haciendo su agosto.
El pueblo y los círculos progresistas tienen que encontrar su propio camino pa.
ra salir de la crisis económica y fiscal que aflige al país, no acatando las directivas del Fondo Monetario Internacionalni de ningún organismo extranjero, sino de acuer.
do con sus intereses nacionales y sus intereses de clase. Ese camino, no es otro que el de la diversificación del comercio exterior, para abrir los mercados socialistas a nuestros productos y obtener la ayuda ne.
cesaria para la verdadera industrialización del país; el camino de la realización de una Reforma Agraria Radical, que nacionalice las tierras en poder de compañías extran.
jeras, termine con los latifundios y entregue gratuitamente a los campesinos el disfrute y la propiedad de la tierra.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.