ADELANTE 28 DE MAYO DE 1961 La crisis del café y nuevos mercados Tampoco es un programa que pueda asustar a las personas de conciencia y de corazón. Sin embargo, quieren atajarnos el paso. Nos quieren expul.
sar de las plazas públicas. Nos quieren cerrar las puertas de la Asamblea Legislativa y de las Municipalidades. Por qué será?
Nos saben honrados Ahora viene el tercer ejemplo: Al pronun.
eiarse por establecer relaciones diplomáticas y comerciales con todos los pueblos de la tierra, de.
muestran su voluntad de acercamiento al bloque comunista que es con el que Costa Rica no las tie.
ne. Quien entienda el abecé del derecho internacional público sabe que las relaciones diploniá.
ticas y comerciales entre los países no implican, necesariamente, relaciones ideológicas. Estados Unidos, Ingaterra Francia, Italia, Alemania Occi.
dental, mantienen relaciones diplomáticas y comerciales con los países socialistas. Los más gran.
des países del continente latinoamericano tam.
bién las mantienen. Son comunistas los gober.
nantes de todos esos países? El nuestro es un país pequeño pero no debemos permitir que nos acompleje la pequeñez. Por qué hemos de tener nos otros, en el campo internacional, menos derechos que los Estados Unidos? cuando decimos esto, pensamos, de manera muy especial, en nuestra economía, es decir, en la economía de nuestro país.
Pensamos ante todo en la crisis del café y en la urgencia de resolverla buscándole nuevos mercados a nuestro producto principal. Si otros países comercian con el socialismo, sin comprometerse políticamente, por qué no hemos de hacer nosotros lo mismo? El Brasil está vendiendo su caté en aquellos países. No podemos vender nosotros el nuestro? Nuestros cafetaleros están al borde de la ruina. La desocupación en los cafetales está tomando ya proporciones alarmantes. Los pequeños productores de café se quejan de que no les hacen adelantos los beneficiadores y de que los precios que les pagan no cubren los costos de producción. Es lógico que nos crucemos de brazos habiendo medios de remediar ese mal? Nosotros no estamos pidiendo que nuestro país comprometa su soberanía con ninguna potencia, sea socialista o capitalista. Lo que pedimos es libertad para venderle a quien nos compre bien y para comprarle a quien nos venda barato.
Sólo una razón vemos: que nos saben honra.
dos, que nos saben sinceros; que están conyencidos de que nunca lograrán doblegarnos, no por dinero ni por temor. Saben que encaramos los más profundos anhelos de nuestro pueblo. Saben que estamos resueltos a luchar porque esos an.
helos se hagan realidad.
No pretendemos aliminar la propiedad priva.
da en Costa Rica. Pero queremos que las tierras incultas se les entreguen gratuitamente a los campesinos. Queremos hacer muchos miles de peque.
ños finqueros en Costa Rica mediante una verda.
dera reforma agraria. Por eso los terratenientes nos odian y no quieren dejarnos avanzar.
No nos oponemos a que venga capital extran.
jero a ayudarnos. Pero nos oponemos a que venga capital extranjero a explotarnos, a arrebatarnos lo que la Naturaleza nos dió. Queremos que el pueblo de Costa Rica sea dueño de sus riquezas. Por eso nos odian las compañías que aspi.
ran a robarse nuestro petróleo, nuestro estaño, nuestro hierro, nuestras maderas, nuestras fuerzas eléctricas y nuestras fuerzas humanas.
Creemos que Costa Rica puede desarrollar la explotación de muchas riquezas naturales y crear grandes industrias capaces de darnos autonomía y mejores niveles de vida. Por eso nos odian aquellos que tienen interés en que sigamos siendo país atrasado para que no dejemos de ser tributarios de ellos.
Creemos en la libertad, pero no en la libertad en abstracto. Nuestro concepto de al libertad lo ex presó muy bien Abraham Lincoln en el siguien.
párrafo: Nos proclamamos los defensores de la libertad, pero al emplear tal palabra no todos la comprendemos de la misma manera. Para algu.
nos la palabra libertad significa que cada hombre puede Iracer lo que quiere de sí mismo y de su trabajo, mientras que dicha palabra para otros significa que cada hombre puede hacer lo que quiere con los otros hombres y con los productos del trabajo ajeno. Vemos aquí dos cosas no sólo diferentes, sino también incompatibles, que lle.
van el mismo nombre: libertad. De ello se des.
prende necesariamente que cada una de estas dos cosas debería ser llamada, por las dos partes en discusión, con dos nombres diferentes e incompa tibles: libertad y tiranía.
Entendemos que los comerciantes hagan utili.
dades honestas. Pero no aceptamos que especu.
len. Comprendemos al hombre de negocios que desarrolla industrias pero lo execramos cuando se convierte en ladrón. Queremos empleados pú.
blicos bien remunerados. Pero no los queremos incapaces, ni expoliadores del pueblo. Nos pronunciamos contra el latrocinio, contra la prosti.
tución contra la venalidad en todas sus fuerzas.
Todo esto, claro está, nos pone frente a un mun.
do sórdido que todavía tiene muchas influencias y tentáculos.
Todo eso que queda dicho es lo que el pueblo está queriendo y sintiendo. Nosotros no somos otra cosa que intérpretes del pueblo. Se nos tiene miedo porque se le tiene miedo al pueblo.
ja de caudales. Esa es la historia del artículo 98 de la Constitución. Se dió, en nombre de la li.
bertad, pero con el objeto real de recortarle la Libertad a las masas populares. Se dió contra el comunismo. Pero ya con el fin preconcebido de hacer del comunismo una etiqueta destinada a colgársela de la solapa a quien se atreviera a gri.
tar la verdad, o a denunciar los grandes crímenes de la plutocracia. Quien pretenda que el estaño de Costa Rica sea para los costarricenses, es un comunista. Quien pretenda que el petróleo de Costa Rica debe ser para los costarricenses, es un comunista. Quien diga que la United Fruit Co, no es una compañía filantrópica es un comunista.
Quien luche por la nacionalización de la energía eléctrica, es un comunista. Quien diga que Sa.
bundra es un ladrón y que en Costa Rica hay cómplices de Sabundra. es un comunista. Quien diga que la guerra es un crimen, es un comunista, Quien proteste porque se haya hecho de la ense.
ñanza un comercio vergonzoso, es un comunista.
Quien levante la voz contra el latifundista y con.
tra el especulador, es un comunista. todos, absolutamente todos, deben caer bajo la sombra del artículo 98. por ese camino aquí no vamos a saber quién es comunista ni quién no lo es.
Habrá dos grupos únicamente en nuestro país: el de los que tienen la sartén por el mango y el de los que la tienen. El de los que comen a carrillos y el de los que viven ayunando. El de los q?
se hacen millonarios de la noche a la mañana y el de los que nunca pasan del plato de arroz. El artículo 98, hábilmente aplicado, mantendra al pueblo alejado de las esferas del Gobierno. La ex.
periencia del Código de Trabajo y de los Seguros Sociales y del impuesto sobre la renta resulto muy enojosa. No hay que permitir que se repita. han agitado tanto el fantasma del comunismo que: hasta los que inflaban el pecho de orgullo cuan.
do se les ligaba al nacimiento de la legislación so.
cial parecen asustados. Los han convencido de que la etiqueta está cerca y de que es peligrosa.
Esa etiqueta puede arrastrar hacia las listas negras y puede alejar, a quien la llevá, de las placidas praderas donde la vida es fácil y los honore3 abundantes. Es mejor comer y callar, como decía González Prada.
Prueba chistosa No conviene para ciertos negocios el Part. Socialista La última prueba en este mismo capítulo es la cosa más condorsa y más chistosa del mundo.
El Tribunal nos imputa el crimen de proclamar.
nos sustentadores de los principios democráticos.
Dice que eso demuestra que somos comunistas porque lo comunistas acostumbran disfrazar su ideología. Es como si yo le dijera a la primera viejecita que me encontrara en el camino: Us.
ted no es una viejecita; usted es un lobo. Por qué? me proguntaría con seguridad la anciara, yo le contestaría: Porque el lobo que se comió a Caperucita se disfrazó de vieja. Valiente modo de razonar. valiente Tribunal Supremo nos gastamos! así quedan refutados absolutamente todos los argumentos del Tribunal Supremo de Eleccio.
nes. Se nos podrá ilegalizar por odio; o por cál.
culo; o por temor. Pero no se nos podrá ilegali.
zar porque alguien haya podido aportar alguna prueba seria de que nosotros, por nuestra ideología, por nuestros medios de acción, o por nuestras vinculaciones internacionales, constituyamos peligro para la democracia o para la soberanía nacionales.
Hoy la víctima está a punto de ser el Partido Socialista Costarricense. No es comunista, pero le han colocado la etiqueta para poder eliminarlo.
Se aproxima el momento de dar grandes concesiones a compañías extranjeras y no conviene que en los debates intervengan personas que no sean decentes. Aquí está la clave de todo, pero mien tras arman leyes policíacas para amordazar al pueblo, la crisis sigue su marcha en los cafetales del país.
Señores diputados, hacemos un llamamiento a vuestras conciencias y os pedimos un campo en vuestras deliberaciones para los representantes de la gente pobre de Costa Rica. Podéis estar seguros de que el Partido Socialista Costarricense, integrado por costarricenses verdaderos será leal a su credo democrático, a sus ideales de justicia social, y a los intereses más nobles de la Fa.
tria. No os pedimos una limosna. Os pedimos el reconocimiento de un derecho que conquis.
taron nuestros abuelos, que son también los vues.
tros, con su sangre y con su esfuerzo.
No somos comunistas Quién es comunista?
Permítaseme ahora decir lo siguiente: El Partido Socialista Costarricense no es un Partido Comunista. Pero tampoco le tiene miedo a los comunistas, ni los considera enemigos de la Patria.
El Partido Socialista cree leal y sinceramente en el régimen democrático y quiere que Costa Rica logre superar sus grandes deficiencias económicas y sociales por vías pacíficas.
La ideología del Partido Socialista se resume en cuatro puntos: reforma agraria industrialización del país, defensa de la soberanía nacional y mejoramiento efectivo de las condiciones de vida de nuestro pueblo.
Nuestro programa, tal como queda expuesto, no tiene nada que pueda considerarse novedoso.
Cuando el pueblo, por primera vez, se hizo sentir en la vida política del país muchas diges.
tiones se perturbaron, y muchas bolsas se estre.
mecieron y muchas conciencias se sobrasaltaron.
Se oyeron voces inconvenientes en las Municipa.
lidades y en el Parlamesto. Se dieron leyes nuevas que transformaron notablemente las relaciones entre el capital y el trabajo. en la conciencia de las gentes comenzó a adquirir perfiles alarmantes el concepto de soberanía. Todo eso resulta.
ba muy grave. Había que recortar alas. Había que poner mordazas. Había que defender la ca.
El Partido Socialista Costarricense, al dar a publicidad su alegato contra una violación de la Ley Constitucional, cree que no sola.
mente defiende sus derechos, sino los de to.
dos los costarricenses y todos los Partidos.
Agradece a ADELANTE las tarifas justas aplicadas a la publicación de su alegato. Imprenta Elena)
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