ADELANTE, CUBA DIGNA VALIENTE: COI Publicamos en esta página la voz, amiga de Cuba, de personalidades norteamer. canas, que expresan ei autént. co pensamiento del pueblo de los EE. UU.
El pueblo cubano, bajo la dirección rios que encabeza Fidel Castro, ha librado enemigo de todos los pueblos latinoameric ABRAHAM LINCOLN FIDEL CASTRO Por JULIAN MAYFIELD (Novelista norteamericano)
Ganó la batalla en defensa de sus es de incendiar.
Ganó la batalla del petróleo, cuando zar la economía del país y dejar a oscu.
Ganó la batalla del azúcar al encor y Asia, cuando los Estados Unidos, misos escritos y suspendió sus imp Ganó la batalla militar a los Estados de la coheteria soviética en caso de de agresión.
El imperialismo enfurecido, como u que cometió la osadía de gobernarse por sí del suelo.
Hoy la batalla la da el imperalismo e de la mayoría de los miembros de la OEA, biernos latinoamericanos a que aislen a Cub merciales y a que la dejen sola en la lucha En nii viaje hacia la Sierra el pasado 26 de Julio pensé en nuestro gran Presidente Abraham Lincoln. El sabia como igualmente lo sabe hoy Fidel Castro, que el único poder que merece ser esgriinido por un gobierno es aquel que reposa en un lider elegido por el pueblo.
Lincoln se hubiera regocijado al admirar los miles de hombres, mujeres y niños que saludaron nuestro tren en su paso hacia la Sierra Maestra. Probablemente él se hubiera unido a esta alegria, porque a pesar de su melancolia y del peso que representaban sus enormes problemas amaba el gozo de la gente del pueblo y hubiera bailado y cantado en su compañia. Probablemente hubiera llorado, como yo, si hubiera presen.
ciado la multitud de cubanos que fueron por tren, en ominbús, a caballo, e inclusive a pro hacia la Sierra para demostrar su amor por Fidel Castro, y la frme determinación de defender hasta la muerte su gran Revolución.
Abraham Lincoln dijo: Dios debo haber amado a la gente del pueblo puesto que ha creado tantos de ellos. El hubiera encontrado una salida para romper la cortina de mentiras desplegadas sobre Cuba. El hubiera advertido a los jóvenes del Norte y Sur América de no poner un pie en las playas cubanas con la idea errónea de liberar a los cubanos de su Revolución.
Abe incoln y Fidel Castro inevitablemente hubieran sido grandes amigos. Yo dudo que Lincoln tenga algo de común con el General Eisenhower. Lincoln se sentiria a gusto en las calles de La Habana, pero sería un extranjero en Washington siento cuando llego a Nueva York por primera vez. Era de noche Por donde quiera habia en prolusion personas, camiones, omnibus y automóviles.
Aunque no habia conseguido una cama para dormir, no me atrevi a protestar; cuando vi mujeres y niños durmiendo en el suelo no tuve fuerza para protestar. No podía comprender por qué esta gente se sacrificaba de esta manera. la mañana siguiente me senti intimidado.
Por donde quiera había una gran actividad.
Queres tomar caté. me dijo una anciana. Le dije que si y le di las gracias. Ella sabía que yo era norteamericano, por eso fue que me cedió la primera taza. En un dia hice más amigos que durante varios años en los Estados Unidos.
Senti que había crecido, mucho menos sectario; sentí que estaba participando en un inmenso proceso en las relaciones humanas.
Visité los dormitorios recién contruidos para 20. 000 niños. Cuatro semanas antes estuve alli.
Comencé a comprender los sacrificios. Tenían que haber trabajado noche y día para alcanzar tantos logros. Pensé que a mis hijos les encantaria estar en un lugar asi. Algún día, pensé, el mundo hablará de esta escuela. De seguro que mi cara mostraba admiración ya que una rebelde que estaba alli cerca pareció haberlo notado. Me tomó por el brazo. Nos sentamos a comer galletas y tomar leche condensada. Va a contarle a su gente las cosas que ha visto aquí. Me gustaría contarle al mundo entero, a cada persona personalmente, las cosas que he visto. No pararé de contar a todo el mundo los grandes cambios que se están operando aquí. Estos hechos son especialmente significativos para un norteamericano, porque en los Estados Unidos hay muy pocas cosas por las que uno se puede entusiasmar. Usted no se insulta cuando decimos Cuba sí, yanquis no? Eso no lo decimos por usted, o por el pueblo americano, se lo decimos al gobiermno. Yo lo sé.
No estaba acostumbrado al fuerte sol cubano.
Me puse a ver el desfile, esperando que Fidel empezara a hablar.
Ya era por la tarde. Grupos de estudiantes hispanoamericanos empezaron a pasar frente a la tribuna donde estaba Fidel, gritando su apoyo a la Revolucion Cubana. Vi a Robert William, el líder negro de Carolina del Norte. en la tribuna.
Un grupo de norteamericanos nos organizajnos para también demostrar ruestro respaldo por la independencia de Cuba y la igualdad humana.
Otros estudiantes y escritores, blancos y negros, se ros unieron. William y yo entrecruzamos nues tros brazos. Fidel nos miró. Estaba sorprendi.
do. En su cara se le leía que no comprendía muy bien lo que estaba pasando. Entonces oyó lo que estábamos diciendo hablamos en inglés y lo comprendió. Su sonrisa demostró su complacencia. Entonces nos saludo. Pero éramos nosotros los que apreciábamos el humanismo y el espíri.
tu de sacrificio del pueblo cubano tratando de construir un mundo mejor.
Pero esa pretensión es absurda. Cuba der esta baltalla. Cuba no perderá esta bata!
rán que Washington salga con la suya. Lae que les indique el Departamento de Estau tinoamerinano. sin ese respaldo ninguna Cuba vencerá nuevamente. la bande meando en el Continente, Cuba es geográfi causa de todos los pueblos subdesarrollados aman las grandes masas explotadas, la Cub canos, la Cuba por la cual estamos dispuesto fuera necesario, esa Cuba no será derrotada desvergonzados y sumisos.
LOS LIBRES LOS VALIENTES por LE ROI JONES (Poeta norteamericano)
que refleja la alegría que trae todo cambio para mejor. En la Sierra agreste el nuevo gobierno revolucionario está construyendo una ciudad escolar para los niños campesinos; niños que regresarán a su hogares sabiendo como manejar un tractor, usando zapatos que antes no tenia y con un nuevo gusto para el arte y la literatura. Rea.
lidades y no romanticismo decadente sobre la pobreza: porque es decadente romantizar sobre un mal que el sistema eterniza. Es, además, cruel, hacerlo cuando existe un movimiento revolucionario en marcha que está erradicando esta mise.
rfa ancestral del género humano.
LA EPOPEYA DE LA SIERRA Mis ideas sobre la Sierra Maestra todavía son imprecisas. Lo son porque yo también soy impreciso. también algo intrépido. Lo que yo siento, o lo más valioso que yo he traido de este viaje al corazón de este nuevo país (corazón porque una idea fantástica, una revolución, se nutrió alli. no se hará sentir realmente hasta más tarde, cuando pueda sentarme tranquilo y solo, mirando quizás una embarcación blanca en la posibilidad totalmente inconexa de una bahia de color azul.
Pero ahora, en este momento, estoy seguro de la expresión poderosa que recibi de la aventura: una sensación de drama y urgencia casi sin igual en toda mi vida, fuera del arte.
Gente que se mueve. Hacia una idea fantásticamente bella.
Ni estetas, ni revoluciones de salón, sino jóvenes en ropas raídas, convertidos en seres inmensos y bellos por lo que decidieron ver, creer, en un mundo cuya belleza está constantemente amenazada por idiotas profesionales (y amateurs. en mi propio país y en otros que llaman democracias (donde por libertad se entiende generalmente la oportunidad de leer la mentira diaria que uno quiera elegir. Imposible decir nada más por ahora. decir que yo lloraría de gozo si alguien, algún cubano, me dijera que la alegría que él siente retornará algún día a mi país. Norte América: aquel país al cual se le dedicaban cantos.
UN DEPORTE QUE UD. NO PUEDE PRACTICAR por HAROLD SPENCER (Escritor norteamericano)
HAROLD CRUSE (Ensayista norteamericano)
Nada de lo que dice la prensa norteamericana sobre la Revolución Cubana me había pre.
parado para la epopeya de la Sierra Maestra. Yo tenia una idea muy vaga sobre la geografía de Cuba y no podía darme cuenta, a distancia, có.
mo el terreno de Cuba, que durante tanto tiempo fuera el factor abandonado de su pobreza, ha.
bía llegado a ser uno de los árbitros definitivos de la reforma social, Llegué a La Habana el día 21 de julio y co mencé a captar el sentido de la Sierra en los letreros colocados por toda la ciudad que decían. la Sierra con Fidel el 26. La Sierra. dónde está la Sierra. por qué ir tan lejos a festejar? En el Norte me habían dicho que los festejos que se preparaban en la Sierra tenían el. objeto de llevar a los hombres al campo, en vez de los campesinos a La Habana, como habían hecho el año anterior. Pero pronto comencé a notar que había algo más que esta gran emigración a las montañas. No creo que ninguna peregrinación a La Habana pudiera dar lugar a un despliegue de fervor patriótico y a una oleada de emoción como estos festejos de 1960.
El espíritu de la Sierra me rozó por primera vez en la estación de ferrocarril de La Habana, cuando en medio de mi grupo de norteamericanos miraba a las delegaciones de la juventud laEntre nosotros, norteamericanos, existe un deporte que practicamos de vez en cuando en momentos de ocio: es el de pasear por los barrios bajos viendo la pobreza que en ellos se muestra y hablar románticamente sobre ella como algo inevitable en nuestro sistema social. La miseria es algo que siempre existió en el mundo y que existirá, nos decimos; y el modo de vivir el pobre nos atrae como un tópico más de conversación. Pasear por los barrios bajos se convierte así en un deporte más en mi país.
El viajero que viaja en ómnibus desde La Habana a la Sierra Maestra, si es adicto, a este deporte, encontrará muchos bohíos que todavía reflejan la miseria producto del viejo sistema; pero al llegar a la Sierra encontramos edificios modernos que alegran la vista y gente amistosa ¡CUBA SI, YANQUIS NO!
por SAUL LANDAU (Profesor Universitario norteamericano)
Yo nunca había visto un millón de personas congregadas en un mismo lugar. Cuando llegué a la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos me senti atemorizado, más pequeño aun de lo que me Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.