ADELANTE, 22 DE MAYO, 1960 SENTIDO CONTENIDO DE UN BASTON Por IRA ZURA Con motivo del primer ani.
versario de la muerte del gran dirigente proletario Ro.
doito Guzmán, un grupo de amigos y compañeros de lucha organizó entre otros actos, una velada literaria. En ella algunos intelectuales re.
volucionarios leyeron poemas y prosas en homenaje a su memoria. En e ta página publicamos hoy dos de esos tra.
bajos. En el próximo número daremos a conocer otros.
Una vez vi un bordoncito de mástil de paraguasque llevaba de la mano a una bue na señora. Ella, que no era rica, iba cojeandito a soco rrer con lo poco que podia a algunas familias pobres, que aunque no usaban bastón, renqueaban de miseria más de lo que la buena señora cojeaba de su generosa media pierna. te era otro bastón huma.
namente valioso. Mas icon qué modesto contenido a la par del tesoro que nosotros tenemos: el bastón de Rodol.
Compañeras y compañeros: fo!
Un canto para Guzmán Un bastón unido por el tiempo a un hombre no es un bastồn cualquiera sino su camarada. Pero cuando este bastón ha sido el amigo y con fidente de Rodolfo Guzmán, enionces amigos mics. es un bastón de ilustre vida y hace pensar hasta el hondón del aima Porque los bastones pueden servir para muchas cosas y ser reflejo de tantas existencias como puños diferentes los llevaron.
Cuando los hombres gozan de cuerpos sanos pero cojean de acentro y son derrengados de conciencia, se apoyan en el bastón de las convenien cias, se entregan al servicio de los poderosos, doblan las espaldas y se prostornar ante el imperialismo, y entonces su bastón no es otra cosa que una sucia vela dócil al viento fácil, al viento marrano, a la brisa placentera. Un bastón así puede producir muy buenos dividendos y hacer la vida cómoda y sa brosa. Este no era el bastón de Rodolfo!
Colaboración de la Srta. Olga Goldenber Guevara, estudiante universitaria, para el Concurso de Primer Aniversario del fallecimiento de Rodolfo Guzmán.
El jurado acordó por unanimidad de votos, otorgar el PRIMER PREMIO del Concurso a este poema hermoso res han venido conquistando con los años; bordón que, 0diado por los entreguistas y detestado y temido por los mercaderes del imperia Ismo, fue amado y seguirá siéndo.
lo por los mejores hijos de esta pequeña gran patria que encuentra el modo de producir Rodolfo Guzmanes; que supo honrarse hasta los tué.
tanos con honra proletaria y fustigar con valor en las es paldas de los enemigos del pueblo; y fue haciéndose lucio del puño al frote de aque lla mano limpia y buena, y resplandeciente de méritos al contacto con una mente clara, una recia volurtad, un sentimiento cálido de amor a su pueblo y una conciencia rectilinea. este duro y gregado y encendido bastón de Rodolfo Guzmán, Guzmán de apellido también él. Rodolfo de contenido simbólico, asa.
lariado de nacimiento y com.
pañero de nosotros por defi.
nición, que aquí por siempre acompañándonos cual u.
na esencial realidad, la mis.
ma realidad de Carmen Lyra, musical y entrañable, la misma de Garcia Monge, proba y serena, de Santa:naria, el heroico, de Juanito Mora, el insobornable, de Mauro Fernández, maestro, de Federico Picado y compañeros, símbo.
lo del pueblo sacrificado! Esta realidad palpita en el bas.
tón de Rodolfo; circula ardorosa, amorosamente en él, como está en sus obras, como está en los monumentos, co.
mo se encuenrta en el recuerdo de cada uno, la vida de los mejores honbres. Ese bastoncito, ahora herencia de todos, mantiene aqui pre.
sente la vida llena de sentido y contenido del camarada y del hombre; no la muerte.
De Guzmán conocemos la vida y el bastón abnegados.
Su bastón y su vida, que cantamos.
Pues, aunque es posible la vara con que Moisés hizo brotar agua de la roca en los desiertos para un pueblo se.
diento, hubiera sido su caya.
do de pastor, es más bastón, mucho más luminoso y pró.
digo cayado, el cayado de un camarada como el camarada Guzmán.
Guzmán, de origen proleta rio, fue un zapatero estudio.
so. Un hombre que al revés de tantos cojos que se doble.
gan a su calamidad, se agigantó ante ella y, batallando desde muy joven en las trin.
cheras de su clase, se convirtió por méritos intrínsecos su gran capacidad y sus enor.
me espíritu de sacrificio, en el admirable dirigente cuya memoria es imperecedera. nadie que lo conociera se le podía ocurrir tenerle compasión por su defecto fi.
sico: se sentía por él admiración sustancial simpatia y cariño, más por su condición humana, independientemente de su cojera. Este hecho indiscutible, producto de una clara inteligencia, firme voluntad honradez ideológica dinámicamente dedicada labores de clase y formidable sentido del humor, pone de manifiesto cuán sólido y com pleto vástago de la clase trabaiadora tuvo ésta en Rodol.
fo Guzmán.
Rodolfo. él personal mente, como un bastón hu mano, bastión también, en el cual se apoyaban los trabajadores todos para ir adelante.
Su palabra, sus artículos, su actitud y valentía, verticales hasta el último momento, constituyeron un invaluable y gigantesco leño cuya cantera señalaba siempre la dirección del futuro, el piza.
rrón donde se escriben las eternas verdades populares, pero también el dedo acusa.
dor puesto en las llagas de la agonizante sociedad capi.
talista. TRABAJO y ADELANTE caminaron con el ritmo y cadencia de su trípode paso, y una a una nuestras manos conocieron el calor de su mano.
El bastón en la mano y el corazón también; así, Rodolfo Guzmán, te recordamos.
a Lo vivo de Rodolfo no perece. Lo vivo es una deter.
minación de lucha, una deti nición de hombre honrado, una entrega de conciencia a su conciencia. acaso no se encuentra todo eso aqui, con nosotros! Su bastón, este bienamado bastón que es el mejor de todos los bastones, nos lo recuerda permanente.
mente. veces, un hombre es fi.
sicamente inválido; vive disminuido. Tiene que soste.
nerse en su bastón, de madera, de fierro, de lo que sea.
Acaso es un proletario, un pequeño burgués, un empleado bancario, un maestro. Vi.
ve, se ayuda con su bastonci.
to, mueve a simpatia, a cordialidad, a lástima.
Un ser humano cojitranco, después de todo, está en condiciones de minoridad física. Se lo considera, se lo estima.
generalmente por cojito. Pe.
ro como de momento hablo de un renco sencillamente uno de tantos, buen hombre, apenas buen ciudadano, nada más, y de un bordón como hay cientos de bordones, a.
penas respetables apenas bastones, tampoco es éste un bastón como era el bastón de Rodolfo.
Conocí uno bastante hermoso. Fue el sostén de un maestro, quien cuando daba sus lecciones en su mesa apo.
yado, señalaba el pizarrón con la gastada contera de a quella prolongación maderosa de su mano. Hacia así más impresionante su clase: daba contenido a su bastón. co.
mo ahora hablo del bastón de un admirable maestro, este bastón fue de venable categoria. Pero es más bas.
tón el de Rodolfo.
Desde el fondo del polvo o el limo que te guarda escucharás crecer la voz de una guirnalda.
Has de mirar la tierra con tus ojos, hermano que ya todo lo abarcas y has de tocar, con mano satisfecha, las fecundas raíces de la Reforma Agraria.
Has de sentir el canto de fuego de las montañas y la marcha segura de la Justicia Roja que por el llano avanza.
El, el leño precioso, habrá de servir a nuestro pueclo para derrotar a los eternos mercaderes, a los inveterados agentes colocadores de su dig nidad, y los derrotará a bastonazos de conciencia, organi.
zación y actitud vigilante.
Has de vivirlo todo, hermano.
El bordón de Rodolfo Cuzmán. que allá por el 36 se paseó sonoro sobre los ado.
quines de las avenidas de Moscú y en nuestras calles josefinas tictaqueaha siem pre incansable: es bordón conoció cárceles no ignoro severisimas pobrezas. y sabo.
reó amarguras, pero también acompañó paso a paso y golpe tras golpe, desde los vein.
titantos hasta hace poco tiem do, los indiscutibles progresos que la lucha organizada y la sangre de los trabajado.
Así se lo prometemos alegre y confiadamente, a la me moria sagrada de nuestro in.
olvidable dirigente y compañero que, si no alcanzó a vi.
vir de cuerpo entero hasta una vejez tranquila, la cual bien se hubiera. merecido, y murió joven por tanta lucha y tanto entregar empeños y sueños al servicio de su pue.
blo, constituye una lección de hombria de bien y concien cia proletaria que nos llena de orgullo y nos inunda de un torrente de fe y esperan.
za en el futuro.
Todo lo que señalas con tu vida abnegada; toda la inmensidad que tu bastón pregona: todo el mundo mejor porque luchamos; todo lo que será la tierra de mañana.
Abril de 1960 Salud.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.