ADELANTE, 27 DE MARZO 1960 ¿Quién será el próximo Presidente de los Por Tradicionalmente, en los Estados Unidos, las elecciones generales se celebran el primer martes después del primer lunes de noviembre de los años bisiestos. Este año, tal fecha corresponde al día Serán elegidos el Presidente y Vice Presidente toda la Cámara de Representantes, una tercera parte del Senado y parte de los gobernadores de los Estados.
La campaña electoral se divide en dos etapas.
La primera termina en verano, cuando las convenciones de los dos partidos fundamentales el Partido Demócrata y el Partido Republicanopresentan los candidatos a presidente y vice presidente. La convención de los demócratas se reunirá en Los Angeles el 11 de Julio; la de los republicanos, en Chicago el 25 de julio. Luego comenzará la contienda entre los aspirantes a alojarse en la Casa Blanca. Eisenhower no pre.
senta su candidatura, ya que una enmienda a la Constitución aprobada después de la guerra prohibe ocupar el cargo presidencial más de dos legislaturas consecutivas.
En la primera etapa de la campaña, las esca.
ramuzas principales se libran entre los grupos políticos en el seno de los partidos. Cada uno de ellos procura que su hombre de confianza sea pro.
novido candidato a presidente. Cuando las con.
venciones deciden este asunto, el centro de grayedad pasa a la gresca entre ambos partidos. veces, esta etapa no tiene menos importan cia que la segunda. La divisoria política principal no pasa entre los partidos, sino dentro de ellos. No es la filiación política lo que más diferencia, sino la opinión acerca de unos y otros problemas interiores o exteriores. Por ejemplo, el ala derecha del Partido Republicano, la llamada vieja guardia (cuyos componentes son a veces elocuentemente denominados trogloditas. está mucho más cerca del ala derecha del Partido Demócrata, los dixiócratas. que del sector de su propio partido apoya la política de Eisenho wer.
La presente campaña electoral transcurre en pleno cambio de clima político en los Estados Unidos y cuando se ha producido una redistribución de fuerzas radical en el mundo entero. Se han disipado las ilusiones en que descansaba la política desde posiciones de fuerza. Es evidente que las doctrinas básicas de la política exterior norteamericana en el período de postguerra urgen una revisión a fondo.
Como escribe el comentarista Chalmers Roberts, las elecciones de este año difieren de todas las demás por el gran cambio en la correlación de fuerzas de las potencias mundiales ocurrido en los últimos años. La fecha principal que marca este cambio es el de octubre de 1957, el dia que el primer Spútnik soviéticc apareció en el cielo.
La opinión pública norteamericana na vivido largos años en la porzoñosa niebla de la propaganda antisoviética. Los éxitos de la URSS eran silenciados, su política desvirtuada. Los sputniks y los cohetes soviéticos han abierto a millones de norteamericanos los ojos, haciéndoles ver la verdadera potencia del país del Socialismo. la histórica visita de Nikita Jruschov a los EE.
UU. sus discursos, que en rigor fueron escuchados por toda la población del país, han destruido en buena parte el muro propagandístico de desorientación y calumnia contra la política de la Unión Soviética.
En su mayoría, los electores comprenden ahora que se puede y se debe vivir en paz con el poderoso Estado Socialista, que la Unión Soviética no amenaza la seguridad de los Estados Uni.
dos, que la URSS desea sinceramente la coope.
ración y la coexistencia pacífica.
Todo esto predetermina el contenido principal de la. campaña. Su eje es la naz y, en primer término, las relaciones norteamericano soviéticas.
Algunos de los contendientes en el pugilato electoral han ocupado ya las posiciones de parti.
da y ciertos pretendientes al sitlir presidencial han aparecido ya en el proscenio. Es más, uno de ellos, Nelson Rockefeller hasta ha renunciado a sus pretensiones de entrar en la Casa Blanca.
El caso Rockefeller revela el estado de ánimo de la opinión pública. Nelson Rockefeller es uno de los cinco hermanos que dirigen el gran imperio financiero de los Estados Unidos. Ese imperio controla capitales que exceden a los 60 mil millones de dólares. Virtulamente, Rockefeller puso la mirada en la Casa Blanca ya en 1958, cuando arraneó a Harriman el cargo de gobernador de Nueva York, que se considera un escalón de la Casa Blanca, Este otoño se vio a Rockefeller actuar como pretendiente a candidato presidencial. Recorrió el país, pronunció discursos, se entrevistó con los dirigentes locales del Partido Republicano. de pronto, a últimos de diciembre, anunció que abandonaba la liza y que no presentaría su candidatura. La prensa norteamericana sigue aun haciendo cábalas sobre las razones de esta inesperada decisión, En esencia, es una derrota de Rockefeller, quien desdeñando la nueva situación, asumió el papel de tambor de la fracasada politica desde posiciones de fuerza. Sólo desde las posiciones de fuerza se puede dialogar con los comunistas. decía Rockefeller a los electores. Es evidente. dijo Jruschov en el Soviet Supremo que Rockefeller quería entrar en la Casa Blanca montado en el caballo de la guerra fria para probar las comodidades del sillón presidencial. Pero el rocin comenzó a dar tropezones, y Rockefeller comprendió que no le llevaria allí y que hoy es imposible llegar a la Casa Blanca cabalgando ese jamelgo. Por eso declaró de antemano que había tomado a resolución de no presentar su candidatura a la presidencia. Después de haber declarado Nelson Rockefeller que abandonaba la partida, la situación de los republicanos se simplificó: La candidatura a la presidencia con más probabilidades de ser presentada en la convención nacional de su partido es el actual vicepresidente Richard Nixon.
Nixon sólo tiene 47 años, pero se ha acreditado ya en muchos aspectos. Los conocidos periodistas Drew Pearson y Jack Anderson lo han caracterizado del siguiente modo: Richard Mil.
hous Nixon es un joven que conoce la aguja de marear. Su rumbo cambia según sopla el viento. Ha estado a ambos lados de muchas carreras políticas. Ha sido liberal, ultrareaccionario, moderado y, en fin, otra vez liberal.
Es uno de los iniciadores del proyecto de ley que ilegalizó al Partido Comunista. Como miembro de la comisión de actividades norteamericanas se dedicó a la caza de los comunistas enmascarados en la administración pública. Ya vicepresidente, actuó largo tiempo en política interior y exterior desde posiciones extremadamente derechistas, en el espíritu del ex senador Knowland, que fue derrotado por esa razón en las pasadas elecciones.
En los dos últimos años, Nixon ha cambiado un poco. Sus discursos sobre política exterior son ahora más prudentes, aunque de vez en cuan do lanza una rociada en el estilo de la guerra fría. Nixon procuro utilizar su viaje a la URSS en 1959 para granjearse popularidad. Muchos periódicos consideran que su propósito fue hacer olvidar a los electores al anterior Nixon.
Hasta los últimos tiempos se juzgaba que el punto vulnerable de Nixon como candidato a presidente está en sus estrechísimos vínculos con el grupo financiero californiano. Los observadores políticos señalaban que las grandes corpora ciones de Wall Street no querrían ver en la Casa Blanca a un político relacionado con su rivales.
Pero a juzgar por todos los indicios, Nixon ha logrado arreglar las relaciones con los influyentes círculos de negocios de los Estados del Este.
El grupo de los Morgan, por ejemplo, entre Rockefeller y Nixon ha preferido a éste. Es significativo también que a últimos de 1959 un grupo de grandes financieros y patronos de Nueva York anunciara la fundación del Nixon for Pre.
sident Club (Club Nixon a la Presidencia. Si en el presente la situación en el Partido Republicano es más o menos clara, en el Partido Demócrata proliferan los pretendientes al cargo presidencial. Confusión es la palabra que define el estado de cosas en el Partido Demócrata cuando quedan sólo siete meses para presentar su candidatura presidencial en las elecciones de 1960. dijo el de diciembre último la News and World Report.
El primero en proclamar su intención de luchar por la poltrona presidencial fue John Kennedy, senador de Massachusets. Tiene 42 años, es hijo de un banquero de Boston, comenzó la carrera política como ayudante de su padre, que era entonces embajador en Londres. En 1945 fue corresponsal de la International News Service (Hearst. En 1946 se le eligió por primera vez vez y desde entonces no ha dejado el Congreso.
Cada campaña electoral cuesta una crecida su.
ma a la familia Kennedy. Según cálculos modes tos, la de 1952 le costó 350. 000 dólares. En la actual, según la prensa proyecta invertir más de un millón de dólares.
En sus recientes discursos electorales, Kennedy se abstiene de exponer un programa concreto de politica exterior. Reconoce los adelantos de la Unión Soviética y, al propio tiempo, dice vagamente que se precisan de treinta a cuarenta años de buena administración demócrata para arreglar nuestras relaciones con el gobierno so.
viético. juicio de los observadores, el punto flaco de Kennedy consiste en ser católico. Nunca se ha elegido presidente de los Estados Unidos a un político perteneciente a esa religión. Los rivales de Kennedy en su partido se valen de esa circunstancia Otro pretendiente, el senador Hubert Humplhrey. es también relativamente joven: tiene 43 años. En 1945 fue elegido alcalde de Minneapolis, desempeñando desde entonces un destacado papel en el Partido Demócrata. En 1948, cuando fue elegido senador, se situó en el ala liberal.
Humphrey colabora estrechamente con las altas esferas sindicales, que lo apoyan. En politica exterior se pronuncia por el alivio de la tirantez internacional contra la reanudación de las prue.
bas nucleares por los Estados Unidos y por un acuerdo rápido en la conferencia de Ginebra.
Las opiniones liberales de Humphrey hace su (Pasa a la Pág. 52)
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