Página ANIB Por la Ampliación del Comercio Internacional Vamos a reproducir a continuación tres articulos, tomados de un fo plantea el fenómeno de la super producción mundial del café. El acuerdo de leto publicado bajo el título; Por la ampliación del Comercio Internacio México para la retención de un porcentaje de la cosecha de este año fuera del nal. los cuales abordan distintos aspectos del problema, hoy vital para los mercado, no resuelve la cuestión fundamental del equilibrio entre la produc paises letinoamericanos, de su comercio con la Unión Soviética y otros ción y el consumo de café y es, además, un acuerdo con una base muy estados de la órbita socialista precaria si se tiene en cuenta la poca capacidad financiera de la mayoria de los estados signatarios. Por lo que toca a Costa Rica, está claro que el En nuestro país, tanto la Cámara de Cafetaleros como los círculos país no tiene recursos financieros disponibles para financiar la parte de la oficiales, han estado abordando de una manera equivocada el problema que cosecha que se pretende retener.
Una base segura para el desarrollo de relaciones entre la Unión Soviética y los países de la Latina La Unión Soviética amplía el comercio con los países de la América Latina por Karenin Una base segura para el desarrollo de ie aciones económicas y culturales entre la y paises de América Latina son los cinco principios de la coexistencia pacífica. Esos principios, conocidos también con el nombre hindú de pancha shila. proclamados en el verano de 1954 en el comunicado conjunto de Chou En lai y Jawaharlal Nehru fueron formulados del siguiente modo: 1) Respeto mutuo de la integridad territorial y la soberania; 2) no agresión; 3) no ingerencia mutua en los asuntos internos; 4) igualdad y ventaja recíproca; 5) coexistencia pacífica Fstos cinco, principios corresponden plenamente a la Carta de la Organización de las Naciones Unidas y expresan en forma concreta la idea de la cooperación pacífica entre todos los países, independientemente de sus sistemas políticos y sociaJes. base de los cinco principios estructuran sus relaciones con otros países la Unión Soviética, la República Popular China, India y decenas de otros países del mundo. Es indudable que cuantos más países adopten esos principios y se guien por ellos, tanto mayor será la confianza entre las naciones, hecho que contribuirá, a su vez, al debilitamiento de la tensión internacional y al fartalecimiento de la paz.
En sus relaciones con los países de América Latina, la Unión Soviética se atiene a principios como e respeto a la integridad territorial y la soberan a, de no agresión, no ingerencia en los asuntos internos. Entre la y los países de América Latina no ha habido ni hay litigios territoriales, económicos o políticos, y mucho menos conflictos. La Unión Soviética jamás ha enviado tropas suyas allende el océano ni ha organizado allí revueltas.
En el mensaje de saludo de Bulganin, Presidente del Consejo de Ministros de la SS. al pueblo mexicano, publicado en julio del año pasado en el número del aniversario de la Tevista Siempre, se subraya que los prinicipios fundamentales de la política exterior de la Unión Soviética son el reconocimiento del derecho de todos los pueblos al desarrollo nacional y estatal independiente, el respeto a la soberanía de las naciones, lo mismo grandes que pequeñas, y la no ingerencia en los asuntos de otros países. Esta prestigiosa declaración del Jefe del Gobierno Soviético, comprobado por la práctica de las relaciones de la con los países extranjeros, se refiere a todos los países de América Latina.
El principio de la igualdad y del beneficio recíproco, es parte integrante del pancha shila.
repudia el sistema de relaciones internacionales bisadas en la desigualdad de derechos, la hegemonia de una o varias grandes potencias, o el régimen colonialista en todas sus manifestaciones, o toda clase de discriminaciones raciales Licionales.
Una manifestación concreta del principio de Ir aldad son las relaciones económicas mutua inte ventajosas, entre los Estados soberanos.
Trecisamente esas rd aciones existen entre la nión Soviética y los paises de América Latina con los que mantiene vinculos comerciales. Bulganin, contestando a las preguntas il redactor de la revista Visión en enero del año pasado, habló de que la Unión Soviética ste interesada en desarrollar relaciones comerciales mutuamente ventajosas con los países de América Latina. La Unión Soviética dijo el Presidente del Consejo de Ministros de la es partid ria del desarrollo comercial con los países de América Latina sobre bases de ventaja mutua. Bulganin ha señalado que la Unión Soviética podria suministrar a los países latinoamericanos diversas clases de máquinas e instalaciones, incluido el utillaje para la industria petroiera, equipos completos para algunas empresas, mi quinas herramientas, instrumentos, autos, maquinaria agrícola, así como madera, papel, celulosa, petróleo y sus derivados laminados siderúrgicos, cemento, asbesto, tintes, productos quimicos y otras mercancías. Si fuese preciso, la Unión Soviética podría prestar también ayuda técnica, enviar especialistas, intercambiar experiencias en el terreno de la industria, energia eléctrica, construcción, transportes y agricultura. su vez, la Unión Soviética podria importar de América Latina productos de la agricultura, canaderia, y de la industria minera.
Los declaraciones de Jefe del Gobierno SOviético, hechas hace más de un año, conservan hoy toda su validez. Estas declaraciones, encarnando el principio de la igualdad y del beneficio recíproco, abren amplias perspectivas al desarrollo de las relaciones comerciales iguales en derechos entre la y los países de América Latina.
El principio de la coexistencia pacífica viene a resumir los restantes principios, encaminados a garantizar la seguridad general y a fortalecer la cooperación entre los Estados. Este principio, que afianza el derecho a la paz de cada pueblo y de cada país, determina todos los actos internacionales de la Unión Soviética. Pero los paises de diversos sistemas sociales no deben limitarse a coexistir simplemente unos junto a otros; la tarea consiste en ir aún más allá, es decir, mejorar las relaciones, fortalecer la confianza y la cooperación entre ellos.
ontribuye grandemente a esta noble tarea el intercambio reciproco de las delegaciones parlamentarias y el intercambio cultural en la esfera de la ciencia, de la literatura, del arte y del deporte. El viaje de las delegaciones parlamentarias de Uruguay y de Brasil a la realizado en 1956, ha producido una impresión muy grata entre los medios sociales soviéticos.
Sin exageración alguna cabe decir que el mejor puente para establecer el entendimiento mutuo entre los pueblos es el intercambio cultural.
En los últimos años, entre la Unión Soviética y los países de América Latina se ha activizado visiblemente el intercambio de científicos, personalidades de literatura y el arte, así como delegaciones deportivas. Entre los círculos científicos soviéticos se han popularizado las obras de los economistas brasileños y de los historiadores mexicanos, de los médicos argentinos y los etnógrafos chilenos. Aumenta sin cesar el número de libros de escritores de América Latina traducidos al ruso. Millones de ciudadanos soviéticos ven películas mexicanas y argentinas.
Los cinco principios de la coexistencia pacífica son un terreno real para el desarrollo de las relaciones económicas y culturales entre la Unión Soviética y los países de América Latina.
El camino para entablar esas relaciones está siempre abierto.
La Unión Soviética comercia en la actualidad con más de 60 Estados, con parte considerable de éstos el comercio se efectúa a base de acuerdos comerciales y a largo plazo. Por el volumen del comercio exterior, la ocupa en la actualidad el sexto lugar del mundo, en vez del 16 que ocupaba en 1938.
El volumen del comercio exterior de la con los países latinoamericanos ha rebasado ahora considerablemente el nivel de anteguerra.
En los tres años últimos, el giro del comercio exterior de la con estos países se incrementó en más de 10 veces con relación a 1953. combio de café, cacao en grano, azúcar, lana, cueros en bruto, carne, y otros artículos que tradicionalmente exportan los países latinoamericanos, la Unión Soviética les suministra diferentes materias primas industriales, máquinas o Instalaciones Después de la segunda guerra mundial, Argentina fue el primer Estado latinoamercaino que en agosto de 1953 concluyó con la Unión Soviética un Acuerdo Comercial y de Pagos. Co mo es sabido, hasta ese año el comercio de la con Argentina era insignificante y revestía carácter casual. El Acuerdo Soviético Argentino creó una sólida base para el desarrollo de las relaciones económicas entre ambos países.
En los tres años últimos, las sociedades soviéticas para el comercio exterior enviaron a Argentina, a precios del mercado mundial, más de 000. 000 de toneladas de diferentes mercancías.
entre ellas más de 000. 000 de toneladas de productos petrolíferos, cerca de 400. 000 toneladas de laminados de hierro (palanquillas para laminar, chapas de acero, laminados comerciales y de alta calidad, hierro U, vigas, ensambladura y otros artículos. Para la reconstrucción y extensión de los feTrocarriles nacionales se suministraron a Argentina 75. 000 toneladas de carriles, considerable cantidad ãe rampas, ejes y aros para locomotoTas y vagones.
Para desarrollar la industria de extracción de petróleo, se suministró a las organizaciones argentinas un gran lote de tubos de variado surtido. Argentina recibió también unos 70. 000 metros cúbicos de maderas aserradas, 20. 000 toneladas de celulosa, hierro colado, acero para herramientas y de calidad de diferentes marcas.
asi como otras mercancías necesarias para el desarrollo de la industria nacional propia.
La Unión Soviética suministró también a la Argentina difirentes máquinas e linstalaciones modernas, entre ellas: máquinas para el corte de metales y la la elaboración de madera, instalaciones de forja y prensa, centrales eléctricas transportab es, motores eléctricos, máquinas de soldar, perforadoras, instalaciones de sondeo, excavadoras, aparatos de control y de medición, herramientas, abrasivos camiones y automóviles de turismo.
La Unión Soviética envió sus mercancias a cambio de los productos que se suelen exportar corrientemente en Argentina.
En un período de tres años, la Unión Sovié tica importo de la Argentina más de 100. 000 toneladas de aceite de lino, 65. 000 toneladas de car ne y sus derivados, varios millones de cueros en bruto, lana y otras mercancías.
Se desarrollan también las relaciones comerciales entre la Unión Soviética y la República riental del Uruguay. El Acuerdo de pagos, firmado el 28 de julio de 1954 entre el Banco de Estado de la y el Banco de la República del Uruguay, ha contribuido en cierto grado. Pasa a la Pág. 59) Tienda La Gran Señora de PEDRO AYUB La Tienda del Pueblo y para el Pueblo PUNTARENAS Esquina frente al Seguro Social Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.