Apuntes Sobre mi Viaje a la NUEVA CHINA por CARLOS LUIS FALLAS DE LA VISITA HARBIN: Allí, en una de esas salas de la Casa Conmemorativa de los Mártires Revolucionarios, pudimos ver también, en fotografías y pinturas, algunas escenas descollantes de la histórica Gran Marcha. realizada por el Ejército Rojo Chino en 1934 35, en su traslado al Norte, para que todas las fuerzas chinas pudieran unirse allí en la Guerra de Resistencia Anti japonesa. Una marcha fantástica de siete mil millas, avanzando siempre durante todo un año a un promedio de veinte millas diarias, sufriendo hambre y sed y el terrible calor de las llanuras desérticas y el viento y el frío de las cumbres nevadas, atravesando veinticuatro grandes ríos y dieciocho cordilleras (tuvieron que escalar, entre otras, la Montaña Nevada, con sus 16. 000 pies de altitud, sus nieves mortales y su aire enrarecido. y combatiendo día y noche contra las bien equipadas tropas de Chiang Kai shek que los perse.
guían y también contra los ejércitos reaccionarios de diez provincias diferentes que intentaron cerrarles el paso. Qué clase de hombres eran estos soldados que pudieron realizar con éxito tan extraordinaria hazaña? He aquí lo.
que de esos hombres y de su hazaña dice el Deán de Canterbury. Eran tods ellos campesinos jóvenes y obreros, que creían en la lucha para defender su propio hogar, su tierra y su pais. Eran hombres de un promedio de 19 años de edad y muchos se habían enrolado a los dieciséis años y siendo, más de la mitad, campesinos. Solo un por ciento eran pequeños burgueses e intelectuales.
De la Gran Marcha salió una fuerza templada como el acero. diferencia de las tropas blancas (las de Chiang Kai shek. el 60 o 70 por ciento de esos jóvenes sabían leer y escribir, por haber salido de las zonas organizadas como bases revolucionarias. No cobraban sueldo. En su mayor parte eran solteros. Sólo unos cuantos fumaban o bebían. El vicio de la embriaguez les era desconocido. La extrema juventud, el ejercicio constante, las privaciones y aventuras, hacían soportable la falta de compañía femenina. Formaban el ejército más ágil del mundo, capaz de andar veinticuatro millas por día. Eran tan invencibles come los soldados de Cromwell. Firmes, disciplinados y conscientes de lo que querían, y de por qué luchaban. Soldados y oficiales vestían casi igual y vivían y comían lo mismo. véamos cómo resume este mismo autor los acontecimientos posteriores a la Gran Marcha. Dice el Deán de Canterbury.
En 1936, cuando la Gran Marcha había concluido con la entrada triunfal en la provincia de Shensi, el Partido Comunista dirigió un llamamiento público al Kuomin.
tang, a fin de dar término a la guerra civil y concentrar todas las fuerzas para repeler la agresión japonesa. Chiang siguió oponiendo obstinada resistencia a las proposiciones comunistas, pero fue dramáticamente arrestado en Sian por sus propios generales Chang HsuehLiang y Yan Hu Cheng, cuando iba a atacar de nuevo a!
Ejército Rojo. Arrancándosele la promesa de que lanzaría su ejército contra los japoneses y a pedido del propio Chou En Lai, Chiang Kai shek fue liberado. Concluyó así la guerra civil. Se restableció la paz en el interior del país y el pueblo chino percibió que en los planes del Partido Comunista se hallaba la única esperanza de iberación de la amenaza japonesa. El Jopón renovó sus ataques en 1937. Las fuerzas comunistas. reorganizadas como Octavo Ejército de Ruta y Nuevo Ejército de Ruta, avanzaron hacia el frente y comenzó la Guerra de Resistencia Unificada. En octubre de 1938, los japoneses ocuparon Wuhan. En el frente Noroccidental, el Octavo Ejército de Ruta y el Nuevo Cuarto Ejército contuvieron el avance. Enfurecidos los japoneses trataron de acabar con las fuerzas comunistas aplicando la política de quemar todo, matar a todos, y saquear en todas partes. Chiang Kai shek ayudó a los japoneses iniciando sus traicioneras y vigorosas campañas de 1940 y 1943 contra los comunistas. Bloqueando las zonas liberadas, dió instrucciones a las fuerzas que tenía en la retaguardia del enemigo, de rendirse e incorporarse a los japoneses para luchar contra los comunistas. Todo esto produjo un doble resultado. Por una parte, las zonas liberadas se redujeron transitoriamente. Pero, por la otra, resultó que las masas en la retaguardia de los japoneses procedieron a formar una Milicia Popu.
lar constituida por trabajadores civiles armados para ata carlos. Las fuerzas comunistas organizaron una lucha terrible. Con material escaso, excepto aquel que quitaban ai enemigo, sin reservas de medicamentos, siguieron lu.
chando. Consolidaron el dominio de las zonas liberadas.
elevaron la calidad de las tropas combatientes, simplificaron la administración gubernamental y, todavía, incidentalmente, lograron asentar las bases del Nuevo Orden Chino. Cuando el Ejército Soviético declarose en gucIra contra el Japón en 1945, las fuerzas populares chinas habían aumentado hasta 280. 000 hombres. asi.
mientras las fuerzas rusas aniquilaron a lo mejor de las fuerzas japonesas y liberaron el Noroeste, los ejércitos comunistas chinos barrían con gran cantidad de japoneses y de tropas títeres en los frente en que se hallaban Esas victorias trastornaron todos los cálculos de Chiang Kai shek, quien contaba con que las fuerzas comunistas, situadas en lo más avanzado de las líneas, al ser atacadas por sus fuerzas en la retaguardia y por la de los japoneses en el frente, serían exterminadas durante la Guerra de Resistencia. Muy por el contrario, las fuerzas comunistas habían crecido en número y cali.
dad. De ahí en adelante, se trataba de una carrera de ver quién llegaba primero a ocupar el vacío causado por el colapso japonés. Chiang contaba con el apoyo de los ilimitados recursos financieros y de transporte de los Estados Unidos, cuyos aviones trasportaron a un millón de sus hombres al Norte. Al iniciar así, en 1946, esa guerra contrarrevolucionaria en gran escala, Chiang desató la Tercera Guerra Revolucionaria de China, a pesar de los esfuerzos hechos por el Partido Comunista en favor de la paz, la democracia y la unidad, en agosto de 1945. El Ejército del Kuomintang, fuerte en 300. 000 hombres el doble de las fuerzas populares. equipado por les Estados Unidos, controlaba las principales ciudades. Pasa a la pág Página CUATRO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.