Ladrones de Tierras, Latifundistas y Parásitos en en el Guanacaste Por ROQUE RECIO En los últimos días parece haberse agudizado el problema de la in.
vasión de tierras por los parásitos.
Los indefensos y honestos terra.
tenientes de Guanacaste, de Carta.
go, etc. con la complicidad solidaria de la prensa nacional, denuncian las profanaciones a la propiedad privada y a la Constitución las tác ticas comunistas toleradas por el Gobierno y reclaman que se saque a sangre y fuego a los campesinos que se metieron en las montañas ajenas y se les mande a San Lucas.
Pero, desde cuándo se hicieron dueños estos señores de la porción de patria que tienen acaparada?
la falda de la cordillera por el Este: al Norte con baldíos nacionales y al Sur con las aguas del río Tal y que mide Tantas y Cuantas caballe.
rías de terreno más o menos.
Hay mucho que aclarar sobre todas estas cuestiones y hoy vamos a comenzar a hacerlo; es conveniente denunciar los delitos que han cometido y que cometen, para aduenarse de fincas enormes, los latifandistas que acostumbran ir a los periódicos a reclamar balas y cárcel contra las familias pobres que se van al monte virgen a buscar qué comer, porque en las ciudades no encuentran vivienda ni trabajo.
La vaguedad de los linderos favorece al propietario de semejante documento porque le da derecho a im.
pedir que se hagan fincas nuevas en su contorno. Efectivamente, aadie puede afincarse al Oeste porque los títulos reales, cuando se refieren a límites con el mar, indican textualmente que es hasta donde alza nado un caballo en marea seca. sin respetar siquiera la calificación legal de inalienable que tiene la milla marítima; tampoco se pueden hacer fincas nuevas al Este porque el título cita las faldas de la cordillera y, como la falda se extiende hasta la cúspide, la finca nueva tendría que fundarse por el otro lado de la cordillera; resulta imposible, también, afincarse al lade Norte porque, a pesar de que el titulo real dice que limita con baldíos nacionales. mientras el dueño actual no haya hecho la medida 20 se puede saber, con exactitud, en dónde comienza o en dónde termina su finca.
Fisco a la chita callando. Ha hecho falta una campaña de prensa severa y honrada, que obligue al gobierno a meter estos señores feu dales en la cantidad exacta de terreno a que les da derecho su título real (lo que ya sería suficiente limitación para sus pretensiones abusivas. o que siquiera los obligue a tributar honradamente por la canti.
dad enorme de tierra que tienen acara parada.
Estos títulos reales han venido pasando de un dueño a otro; por herencia o por compra; la tierra inculta casi no se ha tomado en cuenta a la hora de las ventas, porque se acostumbra calcular sólo el precio de las mejoras en la transacción: la casa del patrón y los ranchos de los peones; los corrales, los postes y el alambre de los pocos potreros y el chagüite del contorno; el gana.
do vacuno, los caballos y los chan.
chos. pero la verdad es que quien compró los títulos, aunque no pagó los sitios (que es como llaman por allá a la porción del feudo sin cultivar y sin encerrar. ha quedado en posesión de toda la hacienda No le han puesto cercas a toda la propiedad para no gastar en alam.
bre ni en pago de jornales que tendrían que hacer para la construeción y el mantenimiento de la 0bra. Por lo demás, no necesitan hacerlo; aunque no tengan cercas, na die se atreve a penetrar en sus dominios porque para eso están las autoridades amigas, que lo impiden porque se los manda la Constitución, y los periodistas acuciosos de la gran prensa nacional, que se ponen morados de rabia cada vez que la gente pobre se mete sin permiso en la tierra sagrada de los latifundistas. Pasa a la pág 64)
La mayor parte de los grandes finqueros de Guanacaste no ha llenado los requisitos de medir sus fincas, contratando un ingeniero de cente que levante un plano exacto de sus propiedades: han conseguido que se les tenga como dueños de una gran cantidad de hectáreas por que heredaron o porque compraron un titulo antiguo. de esa clase que llaman titulos reales. que se caracterizan por la imprecisión de los finderos consignados y porque la extensión anotada se hizo al cálculo sin medida previa. Por ejemplo:. hacienda Tal, que limita con el Océano Pacífico por el Oeste; con El dato calculado de la extensión de la finca también favorece al te rrateniente, porque le permite pagar tributos por una cantidad de hectá.
reas muchas veces inferior a las que en realidad está posey endo.
Hay, pues, acaparamiento indebido de terrenos y defraudación del APUNTES SOBRE MI VIAJE.
Noches.
Fuimos a la plaza de Tien An Men y subimos de nuevo a la segunda planta de la tribuna, para contemplar desde allí el espectáculo extraordinario que ofrecían, allá, la ciudad con su fantástica luminación; arriba, el cielo con el esplendor de los fuegos artificiales chinos; y abajo la plaza con su bailes populares. Nosotros también tuvimos que bailar. Las jóvenes chinas estaban dispuestas a hacer bailar a todos los visitantes extranjeros. vimos bailar allí, igualmente arrastrados por las alegres muchachas, al serio y ya entrado en años Chu Teh, al jovial Liu Shao chi y a otros cuantos no menos famosos dirigentes comunistas chinos.
Fiestas de la Nueva China, sin alcohol, sin juegos de azar, sin riñas ni malacrianzas. Fiestas auténticamente populares!
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