ChekaCommunismImperialism

El Martirio del Pueblo Colombiano y la Caída del Tiráno Rojas Pinilla POR CANTA CLARO nencias Miles y miles de campesinos asesinados, ran cherias incendiadas, mujeres violadas, niños despanzurrados. Esas tierras asaltadas, de acuerdo con los planes del Pentágono, debían servir, entre otras cosas, para el establecimiento de una extensa zona militar. 000 ¡Por fin el pueblo colombiano logró tumbar a Rojas Pinilla, a esa bestia estúpida y sanguinaria que los círculos oficiales de América reconocieran por largo tiempo como legitimo Presidente de Colombia!
Una gran victoria del pueblo colombiano, sin lugar a dudas. Pero será efímera o permanente?
Porque hemos visto ya, en la propia Colombia y en otros países latinoamericanos, cómo se han esfumado otras victorias del pueblo, burladas de inmediato por las maniobras de oligarcas y militares al servicio del imperialismo yanqui. Táctica de Washington, que cuenta en todos nuestros países, para practicarla, con suficiente, equipo de lacayos criollos. El lacayo de turno en la Fresidencia comete tantas fechorias, que el pueblo, exasperado, se lanza por fin a las calles. La ira popular ro.
sulta incontenible. entonces, en el momento decisivo.
y para burlar la justa aspiración del pueblo, los otros lacayos improvisan un golpe de Estado o una revolución y simulan así un cambio de Gobierno. El pueblo engañado, celebra su victoria y regresa a su labores. el tiburón yanqui continúa tranquilamente devorando a la sardina con la ayuda de los héroes del golpe o de la revolución!
Al principio, los campesinos, sorprendidos, trataban de huir con sus familias al monte sin oponer mayor re sistencia. Pero luego, exasperados por la repetición de esos asaltos, se armaron de escopetas y machetes y. organizándose en guerrillas. comenzaron a defenderse tiros y a machetazos. entonces el ejército tuvo opor tunidad de escribir nuevas y brillantes páginas de terror destrucción y muerte. Pobres campesinos colombianos!
Y, mientras tanto, en toda América, los mastines del imperialismo yanqui aullaban de placer. 000 000 Conservadores contra liberales. Asi pareciera que se han planteado siempre las luchas políticas en Colombia.
Fero los dirigentes de ambos partidos, con muy pocas excepciones, le temen por igual al pueblo, por igual le sirven a la oligarquía colombiana y por igual se arrastran ante el Departamento de Estado yanqui. Sin em.
bargo, llegó el momento en que el credo liberal con el que comu. gaba la inmensa mayoría del pueblo, pasó a ser un serio obstáculo en Colombia para el feliz desarro1:o de los planes de penetración del imperialismo yanqui.
El credo; no el Partido Liberal. Sus masas populares; no su dirección.
Por eso el gobierno conservador de Laureano Gómez desató su feroz y sangrienta persecución contra todos los que en Colombia comulgaban con el credo liberal; e decir, contra la inmensa mayoría de los colombianos. Un espantoso baño de sangre en toda la extensión del territorio colombiano!
La indignación del pueblo colombiano aumentaba más y más, con cada gota de sangre derramada. el ase sinato de Jorge Eliécer Gaitán, ejecutado en el corazón de Bogotá, el de abril de 1948, por esbirros del Gobier.
no, fue la chispa que hizo explotar esa indignación por las calles de la ciudad, con un inevitable saldo de heridos y muertos. Esa explosión de ira popular. el bogotazo. que los agentes del imperialismo se han empeñado en achacar a los comunistas a punto estuvo de tumbar al Gobierno. Pero entonces los líderes del Partido Liberal, obedeciendo órdenes de Washington, corrieron a darle la mano a sus tambaleantes enemigos del Partido Conservador. De todo hubo: arreglo fraternal en.
tre ambos partidos, ofrecimientos de libertad por parte: del gobierno y promesas de paz por parte del ejército.
El pueblo se tranquiizó. Los campesinos depusieron las arma. Poco tiempo después, el Gobierno y el ejército volvian a las andadas con renovado ardor, derramando de uevo a torrentes la sangre colombiana. 000 000Con el pretexto de combatir al comunismo, Laurearo Gómez terminó con todos los derechos y libertades del pueblo, encarcelando, torturando y asesinando a millares de ciudadanos. con el pretexto de combatir al comunismo, el ejército asoló regiones campesinas enteras a sangre y fuego. Los habitantes de pueblos enteros fueron trasladados en masa a regiones distantes, dejando botadas sus tierras, sus casas y todas sus humildes perteY cuando ya la ira de los colombianos honestos amerazaba con transformarse en incontenible subversión gereral, surgió otra vez la maniobra y con ella el nuevo libertador. El Teniente General Rojas Pinilla, Jefe de las Fuerzas Armadas Colombianas, responsable directo de todas las matanzas y hombre de confianza de los oiigarcas colombianos y de los imperialistas yanquis. Hatía realizado estudios militares en los Estados Unidos, formó parte de la Junta Interamericana de Defensa y visitó los campos de batalla de Corea para arengar 11 Batallón Colombia que Laureano Gómez puso a la órdenes de la agresión capitaneada por Truman. nos dice Carnero Checa. Rodeado de su militares. todos como él bañados en la sangre todavía caliente de los cam( Pasa a la pág 64. página CUATRO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.