Communism

Apuntes Sobre mi Viaje a la NUEVA CHINA POR CARLOS LUIS FALLAS Regresamos al hotel y, después de almuerzo, se apareció Confucio con el Proyecto de Constitución de la República Popular China, para leernos el artículo que, refiriéndose a las minorías nacionales, dice textualmente. La Repúbica Popular China es un Estado multinacional únicu. Todas las nacionalidades tienen los mismos derechos.
Se prohiben las discriminaciones y la opresión respecto a cualquier nacionalidad; se prohiben los actos que quebranten la unión entre las nacionalidades. Todas las nacionalidades gozan de la libertad do utiBizar y desarrollar su idioma y sa escritura, y de la liber.
tad de conservar o modificar sus usos y costumbres. Se aplica la autonomia regional en todas las regiones donde las minorías nacionales constituyan la mayoría o ia tota idad de la población. Las regiones de autonomia nacional son parte inseparable de la República Popular Ching Así se resue ve, en la Constitución, el problema de las mirorías nacionales añadió Confucio. ya vieren ustedes en el Instituto de las Nacionalidades como se está trabajando, en la práctica, para desarrollar y a fabetizer los distintos idiomas de esas minorias nacionales. Pero también entre los propios individuos de la mayoría han confrontado el problema de las diferencias en el lenguaje.
Por ejemplo, los pequineses no pueden entender lo que hab an los cantoneses, y viceversa; y ni unos ni otros pueden entender el lenguaje corriente de la gente ao Shanghai. continuación nuestro intérprete se empeñó en explicarnos algunas de esas diferencias, todas muy complicadas, y de las cuales sólo me quedó clara la que representa el problema de los tonos. En el lenguaje hab ado chino la entonación cambia totalmente el significado de la palabra. En el lenguaje pequinés existen cuatro toTos. la misma palabra, según la entonació que se le dé, puede expresar cuatro ideas diferentes y muy distintas entre si. En el lenguaje de Shanghai, seis tonos. y, si mal no recuerdo; en el de Cantón doce o catorce tonos. por lo que el cantonés viene a resultar el lenguaje más dificil y complicado de China. Ahora bien, la diferencia entre un tono y otro resulta tan ligera a los oídos ro acostumbrados, que nosotros, pendientes como estábamos de los ejemplos que nos ponía Confucio, casi no lograbamo: percibirla. Demonio. exclamó uno de mis compañeros, después de escuchar esos ejemplos de diferencias de tono en el lenguaje pequinés. Entonces los cantoneses, con su sin fin de toros, necesitan todos ser músicos de nacimiento, tanto para poder hablar como para entender lo que dicen sus paisanos! yo desde ese momento me hice el firme propósito de dejar de andar usando las palabras chinas que creía haber aprendido, no fuera a ser que, al pronunciarlas sin darme cuenta con otra entonación, viniera a resultar diciendo disparates o groserías.
En la escritura el problema es otro. Cada cosa o idea tiene su correspondiente jeroglífico, simple o compuesto.
Ya hemos visto que en el habla de Pekin, por ejemplo, cada palabra tiene cuatro significados distintos. Pero es la escritura cada significado de esos tiene su propio jerogífico, diferente al de otros tres. No puede haber confusión. Aquí la dificultad estriba en los millares de je.
roglificos, complicadísimos muchos de ellos, que posee el lenguaje escrito en chino. Yo, me entretuve tratando da copiar algunos, puedo asegurar que para trazarlos bien sa ecesita ser un hábil dibujante. no hablemos de los años que necesita un chino para llegar a dominar todos los jeroglíficos de su idioma! Por eso en la vieja China, las amplias masas populares, sumidas en la esclavitud y la miseria, no podían ni soñar siquiera en aprender a leer y a escriibr.
Cuánto esfuerzo y cuánta abnegada paciencia tuvieron que poner en juego los comunistas chinos, ilegalizados y perseguidos brutalmente por Chiang Kai shek, para romper entonces esas barreras del lenguaje en su titánica tarea de difundir las nuevas ideas por todos los ámbitos de la inmensa China!
Con tantas complicaciones en el lenguaje, resulta una tarea muy difícil terminar con el analfabetismo en China.
Iso comentamos nosotros. entonces Confucio, con profunda convicción. Reformaremos nuestro idioma y todas esas complicaciones serán vencidas, sin duda alguna. El Partido está empeñado en eso, al mismo tiempo que intensifica la construcción de escue as, colegios, institutos y universidades, para poner la instrucción y la cultura al alcance fácil do todos los habitantes de China. agregó luego. Ya se ha trabajado bastante en esa paciento tarea de modificación y se han obtenido algunos éxitos notables. So siniplifican los jeroglificos y se reduce su número. Se nos ha enseñado a escribir de izquierda a derecha, como ustedes. contamos ya con un lenguaje escrito convencional, un tanto reducido, pero relativamente simple, en el cual se editan libros, folletos y periódicos que pueden ser leidos con igual faci idad en Pekin, en Shanghai, en Cantón, etcétera, aunque con una distinta pronunciación en cada lugar de esos. a continuación nos contó cómo esa paciente simp lficación del lenguaje escrito había sido iniciada por un humilde maestro, soldado del glorioso Ejército Rojo Chino, en los duros dias de lucha contra Chiang Kai shek y contra los japoneses, para facilitar así la tarea de enseñar a leer y escribir a los soldados y también a los campesinos de las regiones que iban siendo liberadas por los comur. istas. Entonces, durante las largas y terribles marchas del ejército, cada soldado rojo llevaba en su espalda un jeroglífico. Así los distintos jeroglificos, de la escritura china convencional que ya comenzaba a estructurarse, se iban grabando en la mente de todos los soldados. luego, en los descansos, como escaseaba el papel, aprendían a dibujarlos en cortezas de árbo es, en tablillas y en el suelo. de este modo los heroicos combatientes rojos avanzaban, cobatian y estudiaban al mismo tiempa. Artifices de semejantes hazañas, los comunistas chinos merecen el respeto y la admiración de todos los pue blos del mundo!
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a Las Trece Tumbas. Página DOS Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.