Aunque le cerraron las las puertas al Pueblo las Tirios y troyanos están cantando loas a la convención de los llamados oposicionistas al Gobierno que se celebró el domingo 20 de los corrientes en el Estadio Nacional.
Todos coinciden en que fue aquél un acto de verdadera democracia en el que campeó la libertad de escogencia.
En cuanto a ese primer punto nosotros tenemos que formular nuestros reparos. Como es sabido, a la clase trabajadora le fueron cerradas las puertas de la convención.
Los carnets que daban derecho a votar únicamente se repartieron entre una élite de gentes cultas o adineradas En esa forma el señor Ulate, que ue quien echó las bases de la convención, quiso eliminar todo peligro de orientaciones izquierdas dentro de dicha convención; y libero por otra parte a los precandidatos, de la necesidad de comprometerse con el pueblo en cuestiones programáticas que pudieran resultarle de mal sabor a los ricos de Costa Rica y a los observadores de Washington.
Pero nos parece que las cosas no resultaron como el señor Ulate las había planeado. El señor Echandi logró meterle un goal a don Otilio y este goal tiene un significado que conviene desentrañar.
Analicemos el referido suceso político con base en las informaciones de todos conocidas.
ANTECEDENTES: en Ulate entró en lucha con el Gobierno en el momento que se dio cuenta de que Figueres estaba decidido a hacerse suceder por un hombre de su Partido, el señor Orlich. No logró Ulate que la mayoría figuerista de la Camara aceptara modificar la Constitución para que él pudiera ser candidato en las presentes elecciones, y de aqui nació su oposición al Gobierno.
Pero no obstante que Ulate se daba cuenta de que la inconformidad popular contra el Gobierno crecía constantemente, desconfió del pueblo y fue a buscar fuera de nuestro pais recursos para derrotar a Figueres.
Logró entenderse, en primer lugar, con los dictadores del Caribe cuyas iras ha provocado Figueres tontamente; y logró entenderse además, con las grandes compañías interesadas en explotar con el máxirium de garantías políticas posibles nuestros recursos naturales: petróleo, uranio.
aluminio y banano. Este entendimiento, como es natural, no podía ser visto con malos ojos por las políticos de la Casa Blanca.
Arreglada la anterior situación, y favorecido cada dia por nuevas torpezas y nuevos escándalos del Gobierno, se instaló Ulate en las redacciones de sus periódicos y menzó a hacerle propaganda a la idea de unificar todas las fuerzas oposicionistas pero, con exclusión de las fuerzas de izquierda que podrían asustar y enfriar a los aliados extranjeros.
Las fuerzas oposicionistas estaban agrupadas en tro movimientos. el propio movimiento ulatista, el calderonismo, el echandismo y el constituido por los simpatizantes del proscrito Partido Vanguardia Popular. Ulate concibió la idea de unificar los tres primeros bajo su propia dirección Pero cometió el error de creer que todo se podía arreglar mediante una componenda de dirigentes o pseudo dirigentes. No tomó en cuenta que en la actualidad las masas han logrado alcanzar un grado de conciencia política que no permite que se las pueda mover como si fueran rebaños.
Reunió Ulate a unos cuantos personajes y lanzó un programa anodino, lleno de vaguedades, sin ninguna definición concreta frente a los verdaderos problemas que preocupan y agitan al pueblo. El programa venía a ser el cumplimiento de un requisito legal. Pero desde el comienzo se comprendió que Ulate no se proponía unificar a la oposición alrededor de ningún programa sino aprovechando el odio a Figueres o la repulsa a su gestión administrativa.
Logró luego Ulate entenderse con el Dr. Calderón Guardia. Esta alianza resultaba sorprendente porque para nadie era un secreto que Calderón le guardaba más rencores a Ulate que al mismo Figueres ya que Figueres no habla hecho otra cosa que aprovecharse brutalmente de la obra de envenenamiento nacional que había realizado Ulate du rante ocho años. Qué factores permitieron y facilitaron esa alianza ex traña? Es imposible creer que se tratara, pura y simple mente, de los consejos de don Otto Vargas y don Mice Tulio Zeledón quienes han venido a convertirse en 10.
propietarios del calderonismo en Costa Rica. Lo probable es que en esa alianza jugaran un papel muy importante. decisivo los intereses internacionales que Ulate había lo grado atraer hacia su campo. El Dr. Calderón perdió di vista que su verdadera fuerza politica estaba en el pue blo y que era fuerza de izquierda y no de derecha. estas alturas le resultó a Ulate otro problema dif cil de resolver: don Mario Echandi, quien había lograd capitalizar, mediante su lucha contra el Gobierno, una par te apreciable del antifiguerismo. Resultaba un problems el señor Echandi por varias razones: porque no estaba re suelto a transar con nadie a base de renunciar a su candi datura; porque estaba seriamente distanciado de Vlat quien en varias oportunidades lo había tratado a patadas y porque en la Cámara de Diputados había adoptado posi ciones nada simpáticas al imperialismo, por ejemplo, su ataques a la United Fruit Company.
Comenzó Ulate por crear tres candidaturas: la del Di Oreamuno, la de don Fernando Lara y la de don Manue Escalante, Pero para nadie era un secreto que el verda dero candidato, el escogido, era el Dr. Oreamuno. Las otra candidaturas no tenían otro objeto que darle a la manio bra de Ulate un aspecto de lucha democrática. El seño Escalante y el señor Lara nunca habían sido verdadero dirigentes de Partidos políticos. El señor Oreamuno tar poco. Pero era dable pensar que saldría triunfante co sólo que Calderón y Ulate que sí eran candidatos políti cos le echaran la bendición.
Todo marchaba aparentemente bien. Pero Echand era un divieso que cada día se ponía más doloroso.
necesario incorporar a Echandi al movimiento. Para cu seguirlo, parece que se pusieron en juego presiones de ca rácter económico. Llevaron al ánimo de Echandi la cor vicción de que no podría financiar su campaña solo; que si mantenía su casa independiente tendría que enfrei tarse al poderío económico del movimiento dirigido pc Ulate y apoyado por el capital nacional y el extranjero.
Echandi usó bien sus recursos y se incorporó al vimiento de Ulate después de haber obtenido ciertas ge rantías. Ulate y Calderón no sentían ninguna preocupa ción; estaban seguros de haberse engullido a Echandi. Cor fiaban tanto en su influencia política que estaban segurt de que Echandi no les resistiría. Era cuestión de hace un movimiento de hombros y todos los convencionales e tarían de hinojos, frente al candidato por ellos escogido.
Veamos ahora cómo actuaron los diferentes factores COcuxEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.