Apuntes sobre el problema campesino en la Nueva China (CONTINUACION)
Por CARLOS LUIS FALLAS más adelante, Raja Hutheesing agrega. La abolición del régimen de los terratenientes quebró también la antigua tradición que imponía obediencia a los padres y conferia autoridad al hombre sobre la mujer. En otras partes. diversas influencias contribuyeron a alterar las relaciones de familia, pero en las aldeas fue la reforma agraria la fuerza vital que rompió las cadenas. Las mujeres han comenzado a aprender a leer y escribir y tienen ansia infantil por exhibir sus conocimientos. En los grupos que se congregaban alrededor de los visitantes, mostráhanse impacientes por hablar y decirnos cuanto habían progresado. Dice un adaigo antiguo: El hombre pobre no tiene derecho a hablar.
Pere en la Nueva China no sólo hablaba, sino que levantaba los ojos. Era esto más importante que el aumento de producción y la inminente prosperidad, tan menta.
dos. Quitemos del párrafo anterior la gota de sutil veneno que contiene. En la China antigua los viejos ejercían una verdadera dictadura sobre los hijos, las nueras y los nietos; y podían hasta vender los hijos, cosa que los padres pobres, obligados por la miseria extrema, hacían frecuentemente. Eso es lo que ha terminado alli para siempre, más no el respeto y el cariño que normalmente deben a los padres. En cuanto a las mujeres, cuyo nacimiento se consideraba casi siempre una verdadera desgracia, éstas antes le debían respeto y sumisión a todos los varones de la familia, y, como esposas, podían ser ultrajadas, apaleadas y repudiadas al antojo der marido. Esto también ha terminado en China para siempre. las mujeres, totalmente redimidas, estudian, trabajan e interivenen en todas las actividades de la nueva sociedad en absoluto pie de igualdad con los hombres. Por supuesto, el cuñado de Nerhu, que a lo largo de su libro procura amontonar sombras sobre todas las realizaciones de la Nueva China, también intenta sembrar dudas sobre las posibilidades de éxito de los comunistas en su grandioso empeño de colectivizar y planificar toda la argicultura china; y al respecto, entre otras cosas, dice. Los comunistas reconocen que el problema de la miseria será resuelto en forma definitiva sólo si puede ser muy aumentada la producción agrícola, levada cabo la industrialización de la Nueva China y elevados en todo el país los niveles de vida del pueblo; y asimismo, si éste se embarca finalmente en la ruta del socialismo. La producción agricola sólo puede aumentarse por medio del uso de abonos y métodos de cultivo mecánicos, pero el trabajador del agro, convertido ahora en propietario, no dispone de los medios ni del equipo neoesario para eso. Además, para posibilitar el cultivo intensivo, las pequeñas habrán de ser transformadas en grandes granjas, por medio de cooperativas o de la colectivización. Es esto realizable en un país en que el campesino siente tan profundo amor a la tierra?
Resumamos el párrafo anterior: el profundo amor del campesino chino por la parcela individual condenaba al fracaso todo intento de colectivizar la agricultura; y este fracaso frustraría, al fin de cuentas, el empeño comunista de embarcar al pueblo chino en la ruta del socialismo. Pero los datos que daré a continuación demostrarán cómo la realidad se encargó muy pronto de poner en ridículo esas alegres especulaciones del periodista hindú.
En China hay 120 millones de familias campesinas.
En 1951 52, años en que Hutheesing visitó China, el 40 por ciento de todas esas familias campesinas participaba en las brigadas de ayuda mutua; mas sólo existían er todo el país trescientas cooperativas agrícolas de tipo inierior y ninguna de tipo superior. Fue con base en estos datos, posiblemente, que el periodista hindú se apresuró a profetizar el fracaso de la colectivización de la agricultura en China. Pero ya en el primer semestre de 1955 sólo las cooperativas de tipo inferior sumaban seiscientas setenta mil, constituidas por 17 millones de familias campesinas. este extraordinario aumento llegó, en junio de 1956, al millon de cooperativas agrícolas, pequeñas y grandes, de tipo inferior y superior, con 110 millones de familias (el 91, por ciento de todas las familias campesinas del país) distribuidas así: 35 millones de familias en las cooperativas agrícolas de tipo inferior; y 75 millones en las de tipo superior. Lo sentimos por Raja Hutheesing y por todos los reaccionarios del murdo!
El campesinado chino mareha ya en masa y decididamente por el amplio camino de la colectivización. Cómo en tan pocos años pudieron los comunistas chinos alcanzar éxitos tan fabulosos. Cómo lograron vencer el amor del campesino por la parcela individual. Cóco consiguieron convencer y entusiasmar al campesinedo chino. CONTINUARA)
La Clase Obrera en Marcha.
SIGUEN REPRESIONES REPRESIONES EN EL ICE Algunas personas bien intencionadas pero ingenuas abrigaban la esperanza de que con el advenimiento del nuevo año el Ing. Juan Manuel Dengo, máximo personero del Instituto Costarricense de Electricidad, recapa.
citaria y habría de suspender la ola Gestapo hitleriana, la gerencia del de represalias fascistas desatada con ICE ha desatado nuevas arbitrariedatra los trabajadores de esa institución des contra la clase obrera que explota por el terrible delito de pedir aumen en Tizate. manera de aguinaldo to de salarios y mejores condiciones por ejemplo, la gerencia se dispone a de trabajo.
suspender el cuarto de hora de que ge Pero no. Apenas iniciado el año, y zaban los trabajadores todas las macomo para reafirmar sų inquebranta ñanas para tomar café. El Ing. Den e simpatía por los métodos de la. Pasa a la Pág. 8a)página CUATRO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.