PANORAMA INTERNACIONAL Los propósitos Militares Norteamericanos La prensa norteamericana y los voceros del Departamento de Estado han dicho con suficiente franqueza que la doctrina de Eissenhower sobre el Medio Oriente, de carácter económico militar, trata de cerrar la brecha que en esa región existe (desde Birmania, la India, Afganistán hasta los países árabes. en la larga cadena de bases militares de toda índole que los Estados Unidos tienen alrededor del área de los países socialistas.
nea, aparte de las fuerzas militares de los países pactantes. Tienen los Estados Unidos en esta región, aproximadamente, 000 aviones, la sexta flota con 20. 000 hombres, dos portaviones, tres cruccros y 24 destroyers. En el norte de Italia opera la fuerza atómica de operacionies norteamericana, con 000 hombres.
El Pacto de Bagdad incluye a Iran, Irak, Pakistán, Turquía y Gran Bretaña. En esta zona los Estados Unidos han hecho inversiones militares por más de 000 millones de dólares.
Sobre este grave problema de la estrategia militar yanqui publica La Nación del 13 de los corrientes un servicio cablegráfico que firma Donald González, que es un interesante documento para ilustrar acerca de los preparativos militares norteamericanos.
En el Hemisferio Occidental, los Estados Unidos tienen compromisos militares con las 20 Repúblicas latinoamericanas, adquiridos en el Pacto de Río de Janeiro de 1947. Las inversiones militares yanquis en esta región ascienden a 000 millones de dólares.
El cable a que hacemos referencia comienza dicierdo: Los Estados Unidos tienen compromisos de defensa que, en mayor o menor grado, afectan a todos los continentes del mundo. Naturalmente, estos compromisos de defensa no han sido pedidos por los pueblos sino que les han sido impuestos y en muchos casos tienen la repulsa abierta de esos pueblos. Resulta interesante el detalle de que la brecha abierta en la cadena de bases norteamericanas en todos los continentes, esté precisamente allí donde el movimiento de liberación nacional tiene un mayor impulso revolucionario.
Esta gigantesca máquina de guerra, que se mantiene y funciona con el pretexto de defender la democracia, sirve para muchos usos. Al ser expulsados del Medio Oriente, Inglaterra y Francia, los Estados Unidos pretenden llenar el vacío que allí dejaron ambas potencias imperialistas, y tal es el sentido inmediato de la Doctrina, de Eissenhower. Pero también sirve la poderosa máquina de guerra yanqui para defender los intereses monopolistas del petróleo y de otros renglones de importancia económica. Sirve para tratar de aplastar los movimientos de liberación nacional, para lo cual basta con denunciar infiltraciones soviéticas (Siria es un ejemplo actual. Sirve para amenazar constantemente la seguridad de los países del campo socialista, El cable de La Nación informa que los Estados Unidos tienen acuerdos militares con 45 países distribuidos en el Extremo ente, en el Pacífico, en Asia Sudoriental, en Africa, en Europa Occidental y en el Heferio Occidental.
Las bases militares norteamericanas rodean, como un anillo de acero, a la Unión Soviética y a los demás países socialistas. Se mantiener cerca de sus fronteras.
Son a la vez que bases militares, centros de espionaje y agencias de subversión para trabajar en el campo del socialismo.
En el Extremo Oriente, los compromisos militares norteamericanos empiezan por el Japón y Corea, pasan por las propias costas de la República Popular China y suben por Birmania y la India. En el mantenimiento de estos compromisos han gastado los Estados Unidos en los últimos diez años, 500 millones de dólares. En el Extremo Oriente y en el Pacífico tienen los Estados Unidos unos 500. 000 soldados. Hay dos divisiones norteamericanas en Corea, una en el Japón, otra en Oki nawa, otra en Hawai, otra en Alaska junto con 800 ayiones y 500 navíos de guerra. La sétima flota norteamericana en esta zona cuenta con más de 40. 000 hom bres, cuatro portaviones, tres ecuceros y 40 destroyers.
Los países socialistas están frente a este despliegue mundial de bases y fuerzas militares poderosas y hostiles y de centros de espionaje y subversión. no les queda sino un camino: armarse y vigilar.
La alharaca occidental en el caso de Hungría, tiene como causa verdadera, el hecho ya indudable de que la Unión Soviética no permitió la caída de un régimen amigo para que el país húngaro se convirtiera en un esla bón más en la cadena de guerra que la rodea.
En Europa Occidental, la Organización del Pacto del Atlántico permite la existencia de bases militares nortecmericanas en 15 países, que se extienden desde Noruega y Dinamarca, en el norte, hasta Grecia y Turquía, en el sur. Existen bases militares norteamericanas aún en paises no comprendidos en el Pacto, como España. Para el mantenimiento de estos compromisos, los Estados Unidos han invertido, desde 1945, alrededor de 37. 000 millones de dólares. Hay en estos momentos unos 400. 000 soldados yanquis en la zona europea central y mediterráMientras los Estados Unidos no permitieron en Guatemala un régimen político que consideró enemigo; mientras la misma Inglaterra impidió por la fuerza que en la Guayana Inglesa las fuerzas populares victoriosas en unas elecciones llegaran al poder local; mientras en nuestra América Latina los gobiernos tienen que tener la bendición del Departamento de Estado, se pretendía que la Unión Soviética dejara manos libres en Hungría, pegada a sus fronteras, a las fuerzas que conspiran y luchan contra el socialismo y, contra su propia seguridad.
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