Apuntes sobre el problema Campesino en la Nueva China Por CARLOS LUIS FALLAS (CONTINUACION)
En seiscientos millones de habitantes, quinientos millones de campesinos.
Antes de la Liberación, de toda esa enorme población rural el 10 lo constituían los terratenientes, que eran dueños del sesenta por ciento de toda la tierra laborable; el 30 lo constituían los campesinos ricos y medios, que utilizaban braceros y podían alquilar alguna tierra; y el 60 restante los campesinos pobres y los humildes braceros. Ignorancia, miseria y brutal explotación. En su minúscula parcela, el campesino pobre trabajaba de sol a sol. con su mujer y sus hijos, para hacerle frente a impuestos y gabelas e irse consumiendo lentamente de hambre; el arrendaba tierra, debía entregarle al propietario hasta el setenta por ciento de la cosecha, y a veces más; el misero bracero hacía vida de paria, sudando todo el día por un puñado de arroz. de vez en cuando, el horror de la sequía y el espanto de las inundaciones. De ahí el fermento revolucionario que, bajo la dirección de los comunistas, vino al fin a poner en pie de lucha a la inmensa mayoría del campesinado chino.
shek; y heroica lucha de los comunistas contra los ejércitos de Kuomitán y los del imperialismo japonés al mismo tiempo, apoyándose otra vez en las aldeas y en las masas campesinas revolucionarias. Etcétera.
En el curso de largos años y al calor de todas esas luchas, los comunistas lograron madurar y orientar revolucionariamente la inconformidad del campesinado chino; consolidaron la alianza de los campesinos con los obreros revolucionarios; y ganaron para su Partido la confianza, el cariño y el apoyo de la inmensa mayoría de los campesinos chinos. Así el Partido Comunista Chino pudo conquistar al fin la victoria definitiva, libro a China de la expoliación imperialista, realizó la Reforma Agraria, impulsó en al campo las transformaciones socialistas y marcha hoy victoriosamente racia la total colectivización y planificación de la agricultura china.
El cuñado de Nehru, Raja Hutheesing, hábil periodista hindú rabiosamente anti comunista, hizo dos viajes consecutivos a China, en 1951 y en 1952, con el exclusivo fin, según se desprende de sus propias declaraciones, de recoger material para contrarrestar la gran campaña qua los comunistas de la India estaban haciendo al calor de las realizaciones chinas. En su libro La Gran Paz. escrito con tal objeto, tergiversa la realidad china y calumnia a los comunistas chinos. Sin embargo, el referirse al problema campesino, y después de pretender probar que el aumento en la producción agricola era aparente y del todo ajeno a los planes comunistas, no tiene más remedio que confesar: En China, con su inmensa población rural, era imposible realizar la revolución sin el apayo resuelto de los campesinos. Así lo llegaron a entender los comunistas chinos. Mao Tsé tung, en una charla con visitantes latinoamericanos, le oſ decir, refiriéndose a este problema. No habíamos encontrado un buen método de trabajo.
Realizábamos nuestro trabajo entre los campesinos considerando el problema en forma horizontal. El marxismoleninismo nos enseñó que allí el problema era verticai: campesinos ricos, medio ricos pobres y muy pobres, cada uno de estos estamentos con sus propios problemas específicos. Con base en esto comenzamos a trabajar me jor y organizamos cursillos de capacitación sobre el problema campesino. Sin embargo, teníamos todavía muy pocos conocimientos y, sobre todo, muy poca experiencia.
Sonriendo ironicamente, agregó: Entonces el Sr. Chiang Kai shek vino en nuestra ayuda. Fue para nosotros un buen maestro: nos arrojó de las ciudades y nos obligó a ir a las aldeas, al campo, en un largo periodo que nos permitió estudiar y conocer a fondo la vida y los problemas del campesinado chino. Lo que vi en el pueblo agrícola que visité me convenció de que el aumento de la producción agricola se debe ante todo a las condiciones de vida normales de la China actual. Hay paz y orden. Ya no asolan los campos los bandidos y secuaces armados de los caudillos, las asociaciones secretas dejaron de constituir una amenaza.
cmpesino trabaja sin el antiguo temor al asesinato y a la violación y tiene más cosas que puede llamar suyas, pues retiene una parte mayor del fruto de su trabajo. Por encima de todo la tierra que trabaja le pertenece y es fe.
liz porque dispone de un poco más de ropa, de un poco más de alimento. Los dioses que aderara y obedeciera un día ya no le atemorizan. Ya no cree que sea la pobreza su destino inexorable. Lo que Buda le negara durante siglos se hizo suyo por su propio esfuerzo. Rechazó los viejos templos e idolos, y los reemplazó por su fidelidad al Partido Comunista que trajo nueva esperanza a su cuerpo exhausto.
No fue necesario un gran esfuerzo para llegar a este resultado. aparte de la reforma en sí. Su realidad conereta impresionó al campesino, quien vació de ídolos los templos, que convirtió en escuelas y centros comunales.
Los comunistas chinos, aprovechando la experiencia y los conocimientos asi adquiridos, organizaron la lucha de los campesinos contra los impuestos, los arrendamientos y las cuotas de jóvenes que cada aldea debía entregar para el Ejército del Kuomitán; y de allí pasaron a la lucha armada por la posesión de la tierra, contra las autoridades kuomitanistas y por el establecimiento de autoricades propias. Los comunistas, con el apoyo de los campesinos, crearon en el campo verdaderas bases militares y ejercieron el poder en zonas campesinas enteras, llamadas zonas rojas. con las que poco a poco iban rodeando las ciudades. Entendimiento con Chiang Kai shek, para la lucha común contra los japoneses; y error de los comunistas de abandonar las aldeas y volver a trabajar casi exclusivamente en las ciudades Traición de Ching Kai. CONTINUARA)
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