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Apuntes Sobre el Problema de la Burguesía Nacional en la Nueva China Por CARLOS LUIS FALLAS (Continuación)
ENTREVISTA CON DOS INDUSTRIALES DE SHANGHAI En la populosa Shanghai, mientras conversábamos con un amigo chino, gran conocedor de la ciudad, expresé yo el deseo de entrevistar a uno de esos industriales que están trabajando en sociedad con el Estado.
El joven Confucio tradujo mi deseo, y entonces nuestro amigo dijo. Bien. Si ustedes están de acuerdo, podemos visitar ahora mismo una fábrica de aparatos de medición eléctrica que no está muy lejos de aquí. Es una empresa mixta, estatal privada, de la que son socios los señores Wang Shi cho y Ting Tsó chin. Pertenecen ellos al grupo de los más ricos indus triales de Shanghai. No de los más, aunque sí son bastante ricos, especialmente el señor Ting aclaró nuestro amigo. Pero tal vez la historia de ambos le pueda hacer a usted inte.
resante una conversación con ellos. El señor Wang, viejo comerciante de Shanghai, mantuvo siempre en politiea posiciones bastante progresistas y ha sido un anti imperialista definido; pertenece al Partido Popular de ReConstrucción Democrática Partido de comerciantesy actualmente es miembro de la Asamblea Popular Nacional de China. El señor Ting se educó e hizo ingeniero en los Estados Unidos de América, de donde regreso en 1925 para fundar inmediatamente esta empresa de que hablamos. Muy anti comunista entonces. Sigue siendo el principal accionista de esa fábrica y actualmente es miembro del Comité Consultivo de Shanghai.
Deseosos de saber qué pensaba de la vida de la Nueva China un chino educado en los Estados Unidos, aceptamos la invitación.
El señor Wang Shi cho resultó ser un hombre de sesenta y tantos años de edad, bajito, delgado, muy serio y de modesta apariencia, aunque vestido a la europea. El ingeniero Tin Tsó chin, por el contrario, alto bien parecido, bien trajeado, de ademanes desenvueltos, muy cordial y aparentando muchos años menos de los que realmente debía tener. Mientras recorriamos algunas depenedencias, ellos nos contaron la historia de la empresa. Fundada en 1925 por el ingeniero Ting, como fábrica de aparatos de radio, no dio, desde el punto de vista comercial, los resultados que esperaba su fundador. Participó luego, como socio, el señor Wang. La empresa pasó a fabricar aparatos de medición eléctrica, pero continuaron las dificultades. El Gobierno de aquel entonces preferia los aparatos extranjeros. la naciente industria nacional resultaba ahogada por las poderosas industrias de los Estados Unidos, Inglaterra y demás potencias imperialistas, cuyos productos entraban en torrentes a China casi sin pagar impuestos. Después de la Liberación, la situación de la empresa mejoró notablemente. Sin embargo, por instancias del señor Wang, en 1953 se dirigieron al Gobierno Popular pidiendo que la empresa fuera transformada en empresa mixta, estatal privada, petición que fue resuelta favorablemente en agosto de 1954. en diciembre de ese mismo año se reforzó la empresa, unificándola con otras tres, más pequeñas, del mismo ramo. Ahora la empresa unificada produce, por mes, cuatro mil aparatos de medición eléctrica, de cien tipos distintos, y de siete a nueve toneladas de material magnético, para los aparatos propios y para los de otras fábricas similares.
Pasamos luego a las oficinas del amplio edificio y alli, con la ayuda de nuestro Confucio y sentados frente a sendas tazas de té, planteamos las siguientes preguntas. Qué participación tienen ustedes en la dirección de la empresa. Qué capital tiene invertido cada uno de ustedes en la empresa y cuánto reciben por esa inversión. Participan también en otras empresas. Viven ahora, con lo que reciben, igual, mejor o peor que antes de la Liberación. Qué opinión les merece las transformaciones socialistas que se están realizando en China?
El señor Wang Shi cho contestó así. Ahora la empresa tiene tres gerentes: el señor Liu, representante del Estado; y el señor Ting y yo como representantes del capital privado. Por esta función devengamos, cada uno, un sueldo mensual de quinientos yuanes. Tengo invertido aquí un capital de doscintos mit yuanes, que me produce una entrada anuel fija de diez mil yuanes. Participo, además, en dos empresas comerciales. En total, mis entradas anuales pasan de los veinte mil yuanes, suma que viviendo decentemente, de ninguna manera podria gastar yo en un año con mi familia. Por otra parte, la educación y el porvenir de mis hijos están ahora plenamente asegurados. creo sinceramente que hoy mis hijos se están educando mucho mejor de como los hubiera podido educar yo en la vieja China. En la vieja China continuó el señor Wang la situación de los industriales y comerciantes nacionales era muy dificil. Veamos nuestro propio caso. Esta empresa ha producido siempre aparatos de medición eléctrica de primera calidad, tan buenos como los mejores que se fabrican en el extranjero. Sin embargo, el gcbierno de Chian Kai shek prefería siempre los aparatos extranjeros. Nosotros participábamos en todas las licitaciones; pero como no podíamos dar a los funcionarios propinas tan jugosas como las que daban los agentes de las empresas imperialistas, esos funcionarios, en las pruebas, saboteaban siempre nuestros aparatos. La deserfrenada y desleal competencia extranjera, tolerada interesadamente por los antiguos gobernantes, ahogaba a la industria y al comercio nacionales e impedían su desarrollo. Me indignaba la insolente prepotencia de las. Pasa a la Pág. 52)
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