Apuntes Sobre el Problema de la Burguesía Nacional en en la Nueva China Por CARLOS LUIS FALLAS ENTREVISTA CON UN COMUNISTA CHINO: Leyendo las escasas informaciones verídicas que sobre la vida en la República Popular China de vez en cuando llegaban por acá, me había llamado poderosa mente la atención, entre otras muchas cosas, la especial politica adoptada por el Partido Comunista Chino para resolver el problema de la construcción pacífica del socialismo, manteniendo relaciones cordiales y de conve.
niencia mutua con la burguesía nacional china. cuyas empresas industriales y comerciales se iban transformando poco a poco en empresas mixtas, estatal privadas para pasar de allí, también poco a poco y sin violencia alguna, a convertirse mañana en empresas totalmente estatales, socialista. que la gran mayoría de la burguesía nacional china, libre de presiones y de violencias, por propio convencimiento y por conveniencia propia, estuviera participando activamente en este proceso de transformaciones socialistas, resultaba para mí un fenó.
meno digno de la mayor ateneión.
Por eso, al llegar a China, en los primeros días del mes de setiembre del corriente año, procuré obtener una más amplia información sobre el asunto, tanto de fuentes comunistas como de las propias fuentes capitalistas chinas. Resumo a continuación, primero, lo que al respecto me explicara en Pekin un destacado comunista chino. Para que cualquier persona pueda explicarse con claridad ese que usted llama curioso fenómeno. es necesario que primero sepa lo siguiente: la solución de cada uno de los muchos y complejos problemas de la compleja sociedad china no ha surgido ni surgirá nunca de la imaginación de nuestros dirigentes, ni la ha elaborado ni elaborará nunca nuestro Partido de acuerdo sólo con los deseos y las intenciones de los comunistas chinos.
Eso seria subjetivismo, un funesto vicio contra el cual nuestro Partido siempre se mantiene alerta. Quien pretenda resolver esta clase de problemas de acuerdo simplemente con sus buenos deseos y mejores intenciones, por genial que sea y donde quiera que actúe incurrirá sienpre en gravísimas equivocaciones. Nuestro Partido ha procurado y procurará siempre trazar su política hurgando primero en el pensamiento del pueblo, tomando en cuenta en cada caso la realidad objetiva, tomando en cuenta también las peculiaridades chinas, no olvidando ia historia ni las viejas tradiciones chinas, utilizando las muchas y valiosas experiencias adquiridas por nuestro pueblo a través de siglos de sufrimientos y aprovechando también la enorme experiencia acumulada por nuestro Partido en el curso de su larga y accidentada existencia. Así se elaboró la política de construcción pacifica del socialismo en China, a realizar en transformaciones sucesivas. así se han ido elaborando todas las medidas necesarias para asegurar la feliz realización de esa política. Por eso las masas populares las apoyan decididamente; y los propios capitalistas no encuentran razones de peso para oponerse a ellas. Es este un camino un poco largo quizá, pero seguro y libre de violentos choques. Naturalmente, tanto o más que las condiciones específicas de China, los grandes cambios que se han operado en el mundo desde la Revolución de Octubre hacen transitable para nuestro pueblo este camino. Permítame usted una disgresión me dijo que posiblemente le interesará también. En relación con los intelectuales chinos, la política de nuestro Partido la encuentra usted sintetizada en el siguiente y ya muy popularizado lema. Qué se abran las flores. lo que en otras palabras quiere decir: Que florezcan libremente en China las ciencias y las artes en todas sus múltiples manifestaciones; que todo intelectual honesto pueda dar libremente y en las mejores condiciones lo mejor de si.
Por eso la inmensa mayoría de los intelectuales chinos no comunistas apoyan al Gobierno Popular de China y respetan al Partido Comunista Chino. En cuanto al problema de nuestras relaciones cors la burguesía nacional, debemos tomar en cuenta, ade más, las siguientes circunstancias. Primera: que en el mundo la balanza se inclina ya decisivamente a favor del socialismo. Segunda: que con la expropiación de las empresas industriales y comerciales de la burguesía burocrática, aliada del imperialismo, pequeña en número pero muy poderosa economicamente, más la nacionalización de las muchas empresas imperialistas, que pasaron unas y otras a ser propiedad de todo el pueblo, el nuevo Gobierno contó, desarrollándolas y fortaleciéndo las como lo hizo desde el primer momento, con una fuerte industria y un fuerte comercio estatales como base para impulsar después las necesarias transformaciones socialistas. tercera: que la burguesía nacional china es una clase social inteligente y muy ilustrada. Muchos industriales y comerciantes nacionales mantuvieron siempre una actitud de repudio frente al imperialismo y sus lacayos chinos, por patriotismo y tam bién por la amenaza de ruina que la descarada penetración económico imperialista representaba para ellos. Como clase, son los depositarios de buena parte de la cultura y de la técnica que nos legara la vieja sociedad. Casi todos estos industriales dominan bastante la técnica de las industrias en que tienen invertidos sus capitales. El pueblo chino necesita la ayuda de esa cultura y de esa técnica para acelerar la edificación de la nueva China. nadie podría esperar colaboración sincera de nuestra burguesía nacional, si al mismo tiempo la humillamos y le quebrantamos a golpes violentos su tradicional manera de vivir. Ni imposiciones violentas a los capitalistas nacionales, ni libertades para su consciente e inconsciente afán de revivir el capitalismo en. Pasa a la Pág. 5)
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