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y Conservadores Unidos PARA CONSOLIDAR EL REGIMEN SOMOCISTA EN NIC.
La Gran Lección del BONANZA ECONOMICA LA Atentado Terrorista DELINCUENCIA INFANTIL El Juzgado Tutelar de Menores ha conocido en lo que va de este año hasta el quince del presente mes, trascientos ochenta y seis casos de menores, lo que demuestra que la sociedad está enferma de una enfermedad contagiosa tanto o más grave que la poliomielitis o el cáncer.
Lic. Maria Eugenia Vargas Juez de Menores LA NACION del 25 de Setiembre En nuestro número anterior nos pronunciamos con claridad acerca del aten tado contra la vida del Presidente So moza, condenando tal sistema de lu cha perjudicial para los intereses del pueblo. Somoza ha muerto como consecuencia de dicho atentado.
En muchos sectores populares, de costarricenses y de exilados extranjeors, existe un sentimiento de entusiasta admiración por Rigoberto López Pé rez, el matador de Somoza, Indudablemente, hay en su actuación un rasgo de evidente valentía. Pero no se trata de su valor personal sino de los efectos de ese gesto inútil.
Muerto Somoza, el Poder ha sido heredado por su hijos y la causa de la democracia y la libertad en Nicaragua nada ha ganado. Por el contrario, las diferencias politiqueras entre conser vadores y liberales desaparecieron cuando era posible darle un golpe de muerte al somocismo. En efecto, ambos partidos, por medio de sus representantes en el Congreso y el Senado de la República, le dieron el Poder a Luis Somoza, hijo del Presidente Somoza, y aquél asumió el mando presi.
dencial con el voto unánime de unos y de otros. La razón que dieron los conservadores para votar así, fue la de que no era conveniente debilitar con un voto adverso el régimen de los Somoza, precisamente en los momentos en que se enfrentaba a su crisis más seria: Razón clara y contundente. De una franqueza cínica. los conservadores les interesaba tanto como a los liberales que el Gobierno no se debilitara en esos momentos, porque sole asi se podía impedir que el pueblo se hiciera presente con sus demandas de verdadera libertad en el caos que el país comenzaba a vivir.
El somocismo no termina con la muerte del amo. No sólo porque han heredado el feudo político nicaragüentse los hijos, sino porque no es un fenómeno personal. Al somocismo vive abrazada, de un modo o de otro, una burguesía nacional entregada al imperialismo, que tiene en el régimen politico, corrupto y dictatorial un medio iácil de enriquecimiento. Una burgue.
sía nacional que sólo aspira a que se La Lic. Solera ha hecho esta denuncia que pone en evidencia, como ella misma lo dice, el estado de nuestra sociedad, incapaz de defender a sus niños de los vicios y de la delincuencia.
Contrasta esta denuncia con las noticias de la prensa oficial que a grandes títulos destaca el avance y la bonanza económica que vive el país.
Millones vienen y millones van. Brota el petróleo en torrentes de dólares para las compañías yanquis. Las calles de la ciudad están inundadas de lujosos carros de todas las marcas y estilos; las valijas de los turistas oficiales se cierran y se abren todos los días, rumbo a Europa, a Estados Unidos, a América del Sur, a Puerto Rico, a Cuba a Guatemala.
Centenares de niños cuidan los carros elegantes de los señores; venden chances y periódicos hasta altas horas de la noche; piden limosna en la puerta de los bancos nacionalizados; ruedan, ruedan por las calles de la capital victima de este auge y de esta bonanza económica, tan compleja y absurda que empuja a miles de niños hacia la delincuencia, hacia el vicio, hacia la miseria física y moral.
La distinguida Lic. Solera tiene en sus manos un pavoroso problema nacional. Hasta ahora su denuncia parece haber caído en el vacío. No son acaso más importantes los problemas de la ganaderia? El problema electoral, los empréstitos, los problemas de la United Fruit Company, la avenida segunda y los problemas cafetaleros?
El gobierno ordena el congelamiento de los salarios; aumenta la desocupación todos los días; centenares de niños hijos de familias empobrecidas dejan las aulas de la escuela para salir a ganarse unos centavos que les sirvan para llevar pan y frijoles a la casa.
Posiblemente nadie se ocupará de ese asunto. Estamos ahora en vísperas de una campaña electoral; no hay tiempo para esos menesteres. El presupuesto nacional y los empréstitos seguirán aumentando; la bonanza económica, el auge, el progreso y la técnica nos deslumbran por todas partes. También las cifras del Juzgado de Menores denotan auge y aumento en el número de niños delincuentes.
le deje compartir el poder político alternando el Gobierno, pero identificada con el régimen en cuanto se refiere a la represión del movimiento obrero y popular.
Por eso el gesto de Rigoberto López Pérez ha sido inútil. Pero ha sido también contraproducente. La muerte del dictador servirá, como ya ha comen zado a servir, para que la dictadura apriete los tornillos de la represión politica y se alejen las posibilidades de un verdadero retorno a la democracia.
La situación de Nicaragua sólo po drá hacerla cambiar (una acción revolucionaria profunda de las masas po pulares.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.