EL GOBIERNO ESTA CREANDO 80, 000 PERSONAS Padecen Efectos de la Desocupación en COSTA RICA. Viene de la Pág. 18) El Partido oficial está confrontando una lucha interna de tendencias. Esas tendencias se ponen de manifiesto en diferentes precandidaturas. El asunto es serio y puede tornarse trágico, porque como dentro del oficialismo hay grupos armados dentro y fuera del Gobierno, la pugna podría resolverse mediante un golpe de Estado o mediante cualquier otra aventura sangrienta que afectaría a todo el país.
Pareciera que el Presidente Figueres no se considera capaz de resolver la crisis que contfronta su propio Partido y que por eso ha preferido alejarse del país. Desde el exterior contemplará el pugilato de sus lugartenientes y esperará los resultados.
El entrenamiento de reservistas, que estamos presenciando y padeciendo, tiene más miga de lo que algunos suponen. Esos reservistas se preparan con dos fines, uno inmediato que consistiría en hacer prevalecer a determinada persona dentro del Partido oficial, para las próximas elecciones; y otro mediato que consistiría en manter al Partido oficial en el Poder durante quince o veinte años. Todo parece indicar, que el Partido oficial se orienta a mantener el poder en sus manos por el camino de la fuerza. Por eso está militarizando al país y creando, no sabemos si conscientemente, condiciones propicias para el establecimiento de una dictadura en un futuro más o menos cercano.
Frente a esas perspectivas, los llamados partidos de oposición desarrollan una política torpe y negativa. Calderón Guardia descuida su base popular, renuncia a su programa, y se entrega en brazos de Ulate. Ulate, mediante toda clase de trucos propagandísticos, trata de dividir a los calderonistas de los vanguardistas a fin de que estos últimos no influyan a los otros con una línea progresista; y también, para eliminar la posibilidad de que el Doctor Calderón Guardia sea presionado por su propio Partido y obligado exigir, dentro de la compactación oposicionista, un programa decente.
Simultáneamente, Ulate impone al grupo formado por él con Calderón una política totalmente de derecha y de sumisión al imperialisAtacan al Gobierno no por lo que tiene de reaccionario sino por lo que tiene de progresista. Se ponen del lado de los terratenien.
tes y de los capitalistas y en contra de los trabajadores. Defienden a las compañías imperialistas incondicionalmente, sin importarles en frentarse a las tesis más queridas por las masas populares. Realizan toda clase de piruetas para tratar de conquistarse la simpatía del Departamento de Estado y de los tiranuelos del Caribe. Dan a entender que en esta política está su carta de triunfo. No organizan al pueblo, porque el pueblo les importa un bledo. Suponen que el Tio Sam vendrá en su oportunidad a sentar en la silla presidencial al candidato que ellos escojan.
Como se ve, toda ella es una política anti popular, incapaz de movilizar a la mayoría de los costarricenses hacia una lucha efectiva por la democracia, y por el bienestar social.
Si las cosas siguen como van, las verdaderas fuerzas de oposición, que están en el pueblo, cada día se desmoralizarán, dividirán y debilitarán más, en beneficio del grupo oficial.
Nosotros insistimos en que nuestro país tiene planteado no exclusivamente el problema de la sucesión presidencial, sino fundamentaimente el problema de sus instituciones democráticas, del bienestar de: sus masas populares, y de la defensa de su soberanía. Estamos seguros de que el pueblo será capaz de movilizarse combativamente para imponer un verdadero régimen democrático, para imponer una vigorosa política económica capaz de conducir al mejoramiento social, y para defender la soberanía de nuestra Nación, pero para eso son necesarias dos cosas: que se adopte un programa que de salida clara a todos esos problemas, y que se organice una amplia concentración de fuerzas populares alrededor de ese programa.
Oficialmente el Gobierno ha reconocido que existen ya 15. 000 desocupados en el país. Pero fuentes bien in.
formadas hacen llegar ese número a 30. 000. Si tomamos en cuenta que cada desocupado representa un hogar, fá cilmente llegamos a la conclusión de que hay en nuestro país alrededor de 80. 000 seres humanos incluyendo hombres, mujeres, niños y ancianos sin recursos económicos para subsistir. Cal culamos entre cuatro a cinco personas par cada casa.
El fenómeno se produce precisamente en momentos en que los personeros de nuestro Gobierno sostienen que un nuestro país existe una prosperidad nunca vista. Con base en semejante afirmación han aumentado los impues tos y planean nuevos aumentos de los mismos con lo que no consiguen otra cosa que empeorar la situación economica de las masas populares. Se evidencia una vez más aquella realidad que en otra oportunidad comentamos: el pueblo se está empobreciendo en la medida de que el Gobierno se re.
ceta presupuestos astronómicos. Ya hay aspirantes a posiciones po.
líticas que maniobran para sacar partido del problema de la desocupación Los trabajadores deben ponerse alerta y no dejarse engañar por quienes no pasan de adoptar poses puramente demagógicas. Los desocupados no de.
ben prestarse para sacarle las castañas del fuego a ningún político. Los desocupados deben organizarse para exigir de los Poderes Públicos la solución de su problema mediante la ejecución de un plan efectivo y realista.
Debe exigirsele en primer lugar al Gobierno que ponga en ejecución vasto plan de obras públicas capaz de absorber a la mayor parte de los desocupados. Para financiar el plan, debe el Gobierno reducir el enorme presupuesto de gastos e imponer a la clase que está realizando enormes utilidades una contribución extraordinaria especial. En primer lugar, deben contribuir los cafetaleros y la United Fruit Co.
En segundo lugar, y para aliviar la situación de los desocupados del campo y levantar la producción de artículos. Pasa a la Pág. 64)
mo.
un Página TRES Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.