COSAS DE AYER. PESCADO PESETA CONSEJO DE LA PRODUCCION (dos historias interesantes que nos relata el Lic. Don MANUEL MORA VALVERDE)
nesa form cios en esa forma y con prescindencia de mecanismos artiticiales como las juntas de precios es necesario, ante todo, que haya producción. Esta producción nosotros la conseguimos. Pero hoy no existe. Sin embargo, los economistas del actual Gobierno anuncian que el organismo se convertirá en un mecanismo fijador de precios. Quieren hacer chocolate sin cacao. Quieren regular los precios teniendo los silos vacíos.
CON RESPECTO LA SUPRESION DE Los estancos no resuelven los problemas más serios de las grandes masas de gente pobre. El obrero compra en una determinada pulperia, donde, inclusive, le dan crédito. Los estancos no dan crédito.
Las gentes pobres disponen de poco tiempo para hacer sus compras. Los estancos son pocos y las gentes, para llegar a ellos, tienen que perder horas enteras. Por eso nosotros pensamos que el Consejo da la Producción debe utilizar el pequeño comercio, que constituye una red ya establecida, para distribuir: sus productos tomando unicamente medidas para evitar la especulación. No parece necesario ni conveniente que el Consejo monopolice el pequeño comercio. En cambio, si podria ser útil que monopolizara el comercio de importación, el gran comercio.
un CON RESPECTO AL PESCADO BARATO: LOS ESTANCOS: El grupo político que está en el Poder ha puesto de actualidad, en estos dias, tres cuestiones: el cambio de nombre del Consejo de la Produccion; la supresión de los estancos que funcionan bajo el control del mismo organismo; y la venta de pescado barato. En relación con esos asuntos nos pareció oportuno obtener algunas declaraciones del Lic. don Manuel Mora y se las solicitamos. Las reconstruimos de la siguiente manera. CON RESPECTO AL CAMBIO DE NOMBRE: Mi criterio es que estos señores del Gobierno están dando palos de ciego. Como diria mi viejo profesor don Jose Astua Aguilar, ellos no saben con qué se come esto del Consejo de la Producción. Encontraron un mecanismo útil y lo convirtieron en elefante blanco. Ese mecanismo le reportaba beneficios al país y ahora sólo le reporta pérdidas. pretenden arreglarlo todo mediante un cambio de nombre.
El Consejo de la Producción es obra del Partido Vanguardia Popular. En el plan de emergencia publicado por ese Partido en el año 1940 ya está espozada la idea. Mas tarde, cuando el Partido entró en alianza con el Gobierno de Calderón Guardia, a mi me correspondió intervenir en la redacción de la respectiva ley. Colaboró conmigo don Francisco de Paula Gutiérrez Mangel. El proyecto se le entregó a Calderón Guardia quien, después de consultarlo con algunos de sus colaboradores, lo hizo llegar a don Jul:o. ena en el Banco Nacional. El señor Peña sugirió algunas modificaciones, las cuales fueron discutidas con mi Partido, por mi medio, y luego el proyecto se convirtió en ley. Muy pronto se vieron sus resultados. Costa Rica siempre halda importado arroz y frijoles. Pues durante la segunda guerra mundial pudimos exportar de esos artículos después de abastecer el mercado interno. Cuando el señor Figueres llegó al Gobierno se encontró con los silos del Consejo de la Producción llenos. Tengo entendido que para hacerse de dólares la Junta de Gobierno exportó lo que encontró en los silos. La Junta de Gobierno introdujo luego modificaciones sustanciales en el funcionamiento del Consejo y lo desnaturalizó. Es así como hoy hemos retornado a la importación de arroz y frijoles. Por otra parte, ya no se oculta que las pérdidas del Consejo montan a diez millones de colones. Todo parece indicar que el Consejo se ha convertido en una máquina de hacer negocios. En algún lugar han de estar los diez millones perdidos por el Consejo en los últimos años.
Nosotros planeamos el Consejo de la Producción con dos propósitos: con el de impulsar la producción misma, y con el de regular los precios de los artículos de primera necesidad. Una vez llenos los silos era posible hacer lo siguiente: absorber excedentes de artículos del mercado cuando los precios de éstos bajaran del costo de producción; e inyectarlos al mercado cuando hubiese la evidencia de que se estaba especulando como consecuencia de una esComo se comprende, para regular los preEsta fue también una idea nuestra. Quisimos ejecutarla precisamente en el periodo de la segunda guerra mundial, cuando nuestro pueblo confrontaba problemas muy serios de alimentación. Planeamos, con la ayuda de técnicos, el establecimiento de una industria completa a base de pescado: fabricación de abonos de pescado, preparación de pieles, producción de comprimidos, de harinas, etc. Dentro de esta industria el pescado fresco venía a ser un producto secundario que podía darse al pueblo a precios muy bajos. De aquí fue que salió, por iniciativa de un notable periodista y no nuestra, la famosa frase de pescado a peseta que tanto han usado nuestros adversarios para combatirnos. Pero en efecto, era cierto que íbamos a poder dar el pesacdo a veinticinco céntimos la libra. El problema más serio consistía en poder pescar en gran escala. Ese problema lo resolvimos con un barco de pesca que le fue decomisado a los japoneses como presa de guerra: el AMANO. Este barco nos permitiría pescar unas seiscientas toneladas por semana. Sobre esa base se organizó todo. Pero unos pocos días antes de iniciar operaciones, el barco fue hundido por manos movidas desde las tiendas de la oposición al Gobierno de entonces. Fue un acto de sabotaje bien planeado. dieron en el blanco, porque en aquellos días de guerra no era posible conseguir otro barco en ninguna parte, ni siquiera materiales de pesca (Pasa a la página 7) Página TRES casez.
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