Civil War

cierto que No es cierto la Independencia Nacional nos haya sido regalada Dice en la siguiente declaración al país Que Costa Rica sea grande por la unión y feliz por la Paz: que sus hijos corten cada día una espiga más y lloren una lágrima menos.
Juan Mora Fernández ALIANZA DE MUJERES COSTARRICENSES saluda a todos sus afiliadas y al pueblo de COSTA RICA en el DIA DE LA PATRIA.
Día de la Patria, Día de la Independencia, día glo.
rioso. En él se ahonda en nuestros corazones el sentido de lo que significa ser costarricense; en él todo lo nuestzo se nos hace más preciso y más entrañable.
Pasa ante nuestros ojos, nuestra historia, corta, sen.
cilla, pero no por eso menos dramática y hermosa en sus tnseñanzas.
Recordemos: la noticia de la Independencia de España llega a Costa Rica retrasada. Los costarricenses no han luchado por la libertad como los patriotas del resto del Continente; es que no la amaban, que no la desea.
ban? No, los hechos posteriores demuestran todo lo contrario, es que la indulgencia y el atraso de auestra provincia son tales que vive virtualmente aislada del resto del mundo, y semiabandonada de sus amos españoles.
Pero, si nuestro pueblo no tuvo que ganar su libertad con sangre, sangre de nuestros hermanos de América costó nuestra Independencia, que no puede considerasse separada de la del resto de las naciones indoamericanas. hay más, nuestro pueblo ha sabido hacerse merecedor de un don tan precioso, librando desde el principio las batallas que la conservación y el acrecentamiento de la ibertad le han demandado y de eso debemos sentirnos orgullosos.
Sí, nuestro pueblo comprendió desde el primer momento, que la Independencia y con ella su mejor presea, la libertad, no se ganan de una vez, sino que se conquis.
tan día a día, y hora a hora, a costa de vigilencia, de sacrificios y, de sangre.
Veamos si no: ya en 1823, dos años escasos después de decretada la ladependencia, estalla la primera guerra civil, lucha entre las fuerzas reaccionarias imperialistas y las fuerzas democráticas progresistas.
GREGORIO JOSE RAMIREZ, voz del pueblo, alnia de la Patria, en aquella hora, gana la batalla, vence a lus partidarios del Imperio, restaura las libertades y sienta la firme base republicana sobre la que debía levantarse nuestra nación.
Nuestra Nación que comienza con buena estrella bago la éjida de don JUAN MORA FERNANDEZ: él hace traer la primera imprenta y editar el primer periódico; él reorganiza la Casa de Enseñanza de Santo Tomás: la luz debe nutrir la libertad. El dota al país de moneda metálica: la economía es la base de la autonomía. Suyas son estas bellísimas palabras: Que Costa Rica sea grande por la unión y feliz por la paz; que sus hijos corten cada día una espiga más y lloren una lágrima menos.
Palabras que encierran todo un programa democrático y popular: cómo ser grandes por la unión sino borrando Jas diferencias raciales, políticas y scciales? Cómo felices por la paz. sino relacionándonos amistosamente con todos los pueblos, resolviendo por medio de parlamentos nuestros pequeños conflictos, gastando nuestro pre supuesto, no en armas y ejércitos, sino en obras de bienCómo producir esa diaria espiga más, sino incre.
mentando nuestra agricultura y nuestra industria? cómo lograr que nuestro pueblo llore esa lágrima menos cada día, sino vigilando por la satisfacción de sus netesidades, resolviendo sus angustiosos problemas, para que sea cada vez más culto, más, sano, más rico, de veras, más feliz?
Viene luego don JOSE MARIA CASTRO, nuestro primer Presidente, gran demócrate, al cual nosotras, mu jeres, debemos rendir culto especial, pues él libró la pr.
mera batalla por nuestro derecho a la cultura, poniendo la primera piedra para un colegio de señoritas. El expresó su gran fe en nuestra misión con aquella frase también llena de contenido: De los regazos de la Madre sale el hombre villano o caballero. pasemos ahora algunas páginas, para llegar a las gran gesta del CINCUENTA SEIS. En ella se levantan Jas figuras heróicas de JUAN SANTAMARIA, de MORA, de CAÑAS y, sobre todo, de nuestros abuelos de fusil de chispa, que sellaron con sangre nuestra independencia ecahndo de nuestra tierra al filibustero yanki en su pa mera intentona de adueñarse de ella y de todo el suelo centroamericano.
Vienen luego las luchas ganadas al oscurantismo, cuando se declara la enseñanza laica, obligatoria, gratuita, costeada por el Estado; cuando nuestro país abre eu cuelas y cierra cuarteles.
La gran lucha contra la pena de muerte; las luchas contra el militarismo y por un sistema verdaderamente democrático de elecciones. Las luchas por la libertad de imprenta y de pensamiento. Luchas que llenan las páginas de nuestra historia en toda la segunda mitad del siglo XIX y comiezos de nuestro siglo XX. siguen las luchas actuales que tantas de nosotras hemos vivido: lucha por la nacionalizacin de nuestras riquezas naturales, de nuestra energía eléctrica, de nuestro suelo enajenado en parte a las empresas extranjeras.
Luchas por los derechos del pueblo, por el mejora niento de sus coridiciones de vida, por una legislación social.
Esa es nuestra Historia, la historia de nuestra Independencia, de la conquista y disfrute de nuestra libertad.
Historia no terminada. Al cotrario, la lucha recomienza cada día, en cada momento. esa lucha debe encontrar.
nos alerta, listas, dispuestas a defender lo que nos legd.
ron nuestros mayores, a acrecentarlo, si queremos, de ve.
ras, ser dignas de ellos.
Mujeres de Alianza, hombres y mujeres de Costa RICA: no es cierto que nuestra Independencia nos haya sido regalada como un don de los cielos. No, nuestra Independencia y nuestra libertad son el fruto de esfuerzos, de sacrificios, sangre y dolor de miles de costarricenses.
Sepamos guardar como un legado precioso y ofrendar tam bién por ello nuestro propio esfuerzo, nuestra sacrificio.
aún, nuestra vida. Vigilemos y luchemos porque las hermosas palabras de nuestro primer Jefe de Estado se cumplan: Que COSTA RICA sea grande por la unión y feliz por la paz; que sus hijos corten cada día una espiga más y lloren una lágrima menos COMITE EJECUTIVO DE Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.