KidnappingWorking Class

SECUESTRO CAPUCH POR SALVADOR CAYETANO CARPIO Más tarde se oyen voces cerca de la puerta. Varias personas conversan. Desde este rinción no puedo verlos.
Ellos tampoco me ven, aunque atisben pegados a las rejas.
Después de un momento de oirles hablar entre sí, escucho. Carpio, ecérquese a la puerta.
No me levanto. En realidad me cuesta mucho moverme. Hey levántese.
Arrastrándome llegó junto a las rejas. Es Medrano con otros des Jefes de Policía y un agente. Me están viendo. Platican entre si. Dese vuelta.
Hago un esfuerzo. Tomado de los barrotes me incorporo. Me doy vuelta poco a poco. Están examinando la espalda. Deliberan. Medrano repite la amenaza. Ya van a venir por usted. Qué rostros más fríos! Indiferentes, apagados. Se podría pensar que están hastiados de hartarse de sangre.
Como bestias ahitas. No muestran ira, pero tampoco compasión. Tienen el aire impersonal de quien dictamina sobre algo que no le concierne en absoluto.
Llaman a Cea. Me retiro a mi rincón. Repiten la escena. Al alejarse se escucha la voz del agente que les acompaña, Humberto Enríquez, preguntando solícito. Por qué no les echamos agua, mi mayor? Anoche, al fin ya no les tiramos el agua con sal.
mira para todos lados, busca con qué cubrirse, no lo encuentra. Se sienta sobre los ladrillos, cubriéndose con brazos y manos los órganos femeninos. Golpes, puntapiés. Palabras ofensivas e hirientes. Esta desgraciada no es ninguna mujer buena; de lo contrario ya hubiera aceptado declarar como queremos en vez de dar lugar a estar desnuda.
Risotadas, mofas, expresiones soeces. Se están riendo de una obrera. Están insultando a una madre, cuyos dos hijos han conocido su nobleza, su dulzura, su amor sencillo y puro, su abnegación. Se ríen de una mujer horesta, de una hija único sostén de su anciana madre ciega. Destilan sobre una trabajadora, en la baba sucia de sus expresiones injuriosas, todo el veneno y el odio que sienten contra la clase obrera, la clase explotada, única nistóricamente capaz de dar al mundo una nueva moral y una nueva cultura despojada de los vicios, corrupciones y maldades emanados del sistema de explotación.
Le halan y, alborotan el cabello. Con un crayon 3e labios le manchan el rostro: la boca, las mejillas, la fren.
te. 0 Eso fué en la mañana. Ahora, ya de noche, todo ho seguido al mismo ritmo. Dolor, sufrimiento. Bestialidad cebándose en el cuerpo de los obreros.
Pasadas las diez de la noche conducen a mi compa ñera ante los verdugos. Preguntas, amenazas, luego. Desnúdese.
Ella se niega. Desnúdese. repiten.
No hace caso. Protesta. Cierra los ojos y espera ai golpe. Entonces se arrojan como perros contra ella. Le rasgan el vestido, Se lo romper. Se lo quitan. Ella resiste, forcejea. Le hacen tiras el fustán. Lo arrojan lejos.
La están dejando desnuda. Hacen hilachas las prendas íntimas. La han dejado completamente desnuda, de pie, frente a ellos.
Al verse así, ante la mirada insana de los malvados. Hey, meretriz, so, prostituta, hablá.
Entra Medrano. Llega acompañado de su chofer, Desde su ensoberbecido desdén militar contempla burlón, hiriente, con sus ojos verdosos despidiendo rayos de maldad. Habla, Bromea. Escarnece. Interroga. Se encole.
riza. Vuelve a reír con risa chocarrera. así, sentada en el piso, con los brazos cruzados por delante, cubriéndose de las miradas perversas de las jaurías de verdugos, ante sus palabras injuriosas, sus mofas, sus risas; temblando de frío, de odio y de vergüenza, remachados los dientes por la indignación que la ahoga, permanece una obrera salvadoreña, una mujer del pueblo, horas y horas, hasta cerca de las tres de la madrugada, en que por fin la conducen a su celda, cu bierta por jirones de sus ropas.
Sobre los ladrillos de la celda, la sacude un temblor interm tente causado por el choque nervioso y por la rabia impotente, y piensa todavía con horror cómo es que los malvados no se atrevieron a cometer el acto de violación física, oye la voz cariñosa de Fide, quien ahora ya está en la misma bartolina. Tome, Tulita, cúbrase con mi vestido.
Manos solidarias de obrera se tienden hacia ella.
CONTINUARA TRUJILLO ASESINA EXILADOS POLITICOS Dicen en documento que publicamos, Roldán y Ramírez Hemos recibido, con ruego de darle publicidad, el siguiente documento e transcribimos textualmente. El Gobierno sanguinario de Trujillo ha dado un nuevo zarpazo contra las filas de los opositores a su régimen en el exilio, burlando en forma descarada otra vez el Derecho de Asilo y la soberanía nacional de CuSa.
Acaba de caer asesinado en La Ha súbita enfermedad al día siguiente hana por esbirros de la tiranía el en avión especial hacia Santo Dominconocido militante del Frente Unico go, como lo constató la revista BoDominicano ea Exilio, Manuel de Je hemia. bajo la protección de la Emsús Fernández.
bajada trujillista en Cuba.
Este crimen, que ha despertado pro Este alevoso crimen constituye el funda indignación en el pueblo cu cuarto perpetrado por los agente a bano, ocurrió a mediados del presente sueldo de Trujillo en el etxerior, con mes, cuando el compañero Hernán absoluto irrespeto a la soberanía e dez se dirigía a su hogar, habiendo integridad nacionales de los demás sido atacado cobardemente y ultima países americanos. El déspota no se co a puñaladas por sicarios de la ti satisface con asesinar y mantener bi.
rania trujillista, que escaparon por. Pasa a la Pág. 5)
Página CUATRO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.