Bourgeoisie

ADELA San José 12 de Setiembre de 1954 Frente Económico Nos llegó la crisis del Café El Gobierno, en vez de tomar medidas para salvar al pueblo de la miseria, está tomando medidas para saivar a los cafetaleros a base de empobrecer más a los trabajadores.
El lunes 30 de agosto se reunió en San Salvador en sesión extraordinaria el Consejo Ejecutivo de la Federación Cafetalera de México y el Caribe, FEDECAME, para estudiar la violenta caída de precios del café en el mercado internacional. Como es sabido, esta caída de precios, equivalente hasta la fecha de tal reunión entre un 10 por ciento y un 17 por ciento, se produjo aparentemente a causa de una medida adoptada por el Gobierao de Getulio Vargas, consistente en propiciar la baja de los precios del café brasileño (mitad de la producción mundial) y compensar a los cafetaleros tales pérdidas con una autorización para vender el 20 por ciento de los dólares provenientes de tal operación, en el mercado libre.
Parece innegable que la medida tomada por el gobierno brasileño precipitó la caída de precios del café.
Pero tal fenómeno ya era inevitable desde hace muchos meses, y se esperaba que de un momento a otro se produjera, por tres razones principales: Por la enorme producción cafetalera de este año; 29 por la aún mayor que se calcula para los próximos; 3º porque la econonia yanqui, que absorbe la mayor cantidad de este producto, se encuentra en crisis de sobre producción y tiene stocks de artículos agrícolas por valor de más de ocho millones de dólares.
os comerciantes yanquis desde hace varios meses venian tratando de establecer un bloqueo contra los precios del café, y comenzaron por hacer una campaña tendiente a convencer a los consumidores de que hay otros productos más ricos, más alimenticios y más baratos, con los cuales puede sustituirse la bebida del café. Entre paréntesis: es bueno decir que esos productos sucedáneos del café son parte del stock norteamericano de. 000 millones de dólares.
Este bloqueo estaba provocando indignación entre os países latinoamericanos, especialmente entre IOS randes cafetaleros, que son parte importantisima ae ia urguesía nacional de la América Latina.
De manera que no es aventurado afirmar que los Estados Unidos ejercieron pesada influencia sobre es gobierno brasileño a fin de que bajara por su cuenta los precios, y en esa forma el descontento de los cafetaleros latinoamericanos, en vez de volverse contra los Estados Unidos ha terminado volcándose contra el Brasii.
En efecto, la FEDECAME, en su sesión extraordinaria, se ha pronunciado contra el gobierno del Brasil y lo responsabiliza por la inminencia de la crisis del café.
El gobierno del Brasil al provocar la caída de los precios a la vez defendió los intereses de sus cafetaleros, como era de esperarse, echando las cargas de medida económicao sobre las espaldas del pueblo. En efecto, como lo hemos indicado arriba, el gobierno ael Brasil a la vez que maniobró para bajar el precio del café brasileño en el mercado mundial, permitió a los cafetaleros vender el 20 por ciento de sus divisas en el mercado libre. Con lo cual los cafetaleros compensan las pérdidas y además obtienen ventaja.
Es decir, que el gobierno de Brasil, para satisfacer las exigencias imperialistas, bajó el precio del café precipitando la crisis en esa rama de la producción. Pero a la vez, protegió los intereses de su propia burguesía, echando la carga integra de la baja en el precio del café sobre las masas populares, al devaluar el cruzeiro.
Ahora bien, la FEDECAME, como organismo en cargado de defender los intereses de los cafetaleros, propone una serie de medidas tendientes a evitar que con la crisis inminente, los señores cafetaleros disminuyan sus ganacias, la FEDECAME está en todo su derecho; pero es el caso que esas medidas agravarían aún más la miseria en que viven las clases trabajadoras y estimularían en mayor grado el desarrollo de la sobre producción.
Propone la FEDECAME que los países productores de café sigan el ejemplo de Colombia y creen un organismo del Estado que les compre a los caficultores el café, a precios por encima de los precios actuales.
Bonita fórmula de los cafetaleros, porque en esa forma, los precios pueden seguir bajando, como seguramente sucederá, y las ventas se reducirán todo lo que se quiera, pero los señores cafetaleros capean la crisis ya que sus respectivos pueblos les comprarán los granos a precios superiores a los actuales, como premio quizá a sus desvelos.
Recomienda también una política crediticia, amplia y generosa. a fin de evitar la venta obligada de café. Esta es otra medida para descargar sobre las es paldas del resto de la población, mediante una carrera inflacionaria, las consecuencias de la crisis del cafe, cun el agravante de que una política crediticia como la de mandada, provocaría un crecimiento de la producción cafetalera que agudizaría automáticamente la sobre producción que se trata de aliviar.
Debemos considerar la baja en los precios del café brasileño, como una maniobra imperialista para desviar el descontento de los productores latinoamericanos contra el gobierno del Brasil y no contra los monopolios yanquis.
Debemos considerar que el gobierno del Brasil, además de someterse a esa exigencia imperialista, ha descargado el peso de esa medida sobre las espaldas del pueblo al provocar una devaluación monetaria.
Debemos oponernos a las medidas aconsejadas por Ta FEDECAME, porque ellas conducen a una agudiza miento de la inflación, a un empobrecimiento de las masas trabajadoras de los países cafetaleros, y porque tales medidas no sólo no evitarán la crisis del café, sino que la harán más catastrófica al provocar aumentos mayores en los stocks.
Debemos levantar oposición en nuestro pueblo a la anunciada medida del Banco Central de Costa Rica de aumentar los créditos a los cafetaleros porque tal medida agudizará nuestra miseria en beneficio de los caficultoesa Tes.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.