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San José, JO de Mayo de 1954 ADELANTE re la cuestión de la idustria del Calzado nos remitiera el señor Ulises Serrano, ex SecretaEcia y la réplica al mismo, redactada por el Secretaportancia, especialmente para los zapateros, tanto anización de la industria.
se APOYO a la Industrialización Compañero Ulises Serrano Grecia.
Estimado compañero: He leído con cuidado y marcado interés, tanto por el asunto de que se trata, como por venir de Ud. el artículo en que comenta la actitud oficial del Sindicato del Calzado de San José sobre el complejo problema de la mecanización de la industria.
Quiero comenzar por expresar mi desaprobacion a las palabras duras con que usted califica la actitud del Sindicato y, en particular, al Garcia. García es un obrero honesto, fiel a su clase, y bajo todas las circunstancias luchador incansable en la defensa de los intereses, no sólo de su gremio, sino de la clase obrera en general. El supo resistir represión y erguirse frente a ella para volver a levantar la lucha de su clase. Por tanto, los puntos de vista de García y de su Sindicato merecen respeto, como nos merecen respeto sus opiniones a nosotros, los dirigentes de la estemos o no de acuerdo con ellas.
Entrando en materia, deseo hacer las siguientes consideraciones en torno a este asunto: Primero: La situación actual de la industria del calzado no abre perspectiva alguna de un mejoramiento cierto en la situación económica de los obreros zapateros. Es más, tal situación es en lo fundamental peor la de los otros sectores de trabajadores industriales. LUS obreros zapateros en su gran mayoría devengan salarios miserables que los obligan a trabajar 16 y 18 horas diarias, no disfrutan de vacaciones anuales, ni de días feriados, ni de pre aviso y auxilio de cesantía, ni de la protección del Seguro Social. Los talleres manufactureros han casi desaparecido, y la inmensa mayoría de los trabajadores producen calzado para la venta, por diversos sistemas que sirven a los patronos para burlar todas las prestaciones y derechos que el Código de Trabajo otorga.
Segundo: La dispersión de los obreros zapateros por las razones antes apuntadas ha reducido al minimo la organización de sus sindicatos. El gremio que antaño fué el ejemplo por su organización y combatividad, hoy está desunide, demoralizado y más miseraTercero: El sistema artesanal de producción no es una meta del movimiento obrero organizado. Por el contrario, el sistema artesanal es una forma de producción feudal, no sólo no mejor, sino inferior a las formas capitalistas, mecanizadas de producción. Los sindicatos luchan hoy por destruir las supervivencias feudales, no por conservarlas. Al barrer las supervivencias feu dales, creamos las premisas, tanto económicas como polido ticas, para barrer el propio capitalismo. Es incuestionable que la dispersión de los trabajadores, fenómeno característico de las formas artesanas de producción, dificulta el despertar de la conciencia de clase de los obreros y consecuentemente, su organización.
Cuarto: El sistema artesanal de producción implica baja productividad del trabajo y, por tanto, alto costo de la obra. El país necesita calzar a sus masas, y uno de los factores para lograrlo es abaratar el calzado. No se abaratará hasta que no se aumente la productividad del trabajo de los zapateros, y esto requiere que mecanice la producción. Estas no son teorías. son hechos incuestionables.
Quinto: En la hora actual, resulta poco menos que inútil empeñar a los zapateros en una lucha contra las fábricas. Hace dos siglos los obreros ingleses hicieron eso, se lanzaron contra las máquinas, pero su lucha fué inútil. El desarrollo histórico no se detiene con romanticismos. Carlos Marx, mas tarde, enseño a los obreros que el camino no en oponerse a las máquinas, sino abolir la propiedad privada de las mismas, como han hecho la Unión Soviética y los países de Democracia Popular.
Sexto: Es cierto que la ntroducción de las máquinas, en la industria y en la agricultura, reduce la necesidad de brazos, aunque no los elimina como Ud. da a entender en su artículo. En épocas en que la producción tiende a contraerse por efectos de la crisis, esto significa desocupación. Naturalmente que los sindicatos deben luchar contra eso. Deben luchar, entre otras cosas, por el Seguro Contra el Paro Forzoso. El García plantea la cuestión, pero Ud. lo entendió mal al preguntarle. en qué consiste esa ayuda que dice en su artículo a los elementos desocupados que quedarán. García no puede, como dirigente obrero, ofrecer ninguna ayuda. Lo que él ofrece, claro está, es la oportunidad de luchar, dentro de los marcos sindicales, principalmente, por obrigar al Gobierno a dar ayuda a los cesantes. Esto no es imposible. No son espejismos de soñadores. En nuestro propio país hemos conseguido mediante la lucha que el Estado de protección a los parados. Hay más: el Sindicato o los sindicatos del calzado no deben limitarse a luchar por subsidio para los parados. Deben luchar por todo un programa de protección a los zapateros que pudieran quedar cesantes y por supuesto, porque se les garantice trabajo. Debe plantearse la lucha porque los Bancos del Estado concedan créditos para la formación de cooperativas de pequeños industriales de zapatería. En Grecia, donde existe un numeroso núcleo de obreros zapateros, puede lograrse una solución de esta naturaleza.
Sétimo: La industria mecanizada no podrá durante mucho tiempo competir con la producción artesanal de calzado fino. Pasarán años antes de que pueda producirlo. Aún en países en que ya lo producen, no puede competir cer el calzado hecho a mano. Por lo que se refiere a los alistadores, las fábricas y los talleres finos los necesitarán tal y como son ahora, pues esa división del trabajo de zapatería ya está mecan zada.
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