ADELANTE San José, 31 de Enero de 1954 Los trabajadores no deben ser URGEN QUE SE.
las víctimas del cambio en la hora oficial la Página ocho)
ro.
manda lo que pedimos es un sala El adelanto de la hora oficial ha vicfimas propiciatorias del nuevo rio de 16. 00 por día. Lo que quietraído consigo, como era natural, sistema, al tener que madrugar re decir que estamos pidiendo soun considerable trastorno es que una hora más temprano, al tener lamente cincuenta céntimos más la hora oficial se puede cambiar que adelantar también las horas para ropa y otros menesteres del por decreto, pero la gente no puede de almuerzo y de comida, sean ob hogar, que son indispensables, de cambiar a su arbitrio, de la noche jeto de sanciones en las fábricas y lo que recomendó dicha Comisión.
a la mafiana, sus hábitos.
talleres si llegan tarde al traba Por lo tanto, pedimos a los señoComo nosotros no somos técnicos jo. Hay reglamentos de trabajo, en res miembros del Consejo Nacioen cuestiones de servicios eléctri talleres y fábricas, que autorizan nal de Salarios recomendar el decos, no estamos en condiciones de a despedir un trabajador sin pago creto de salarios de 16. 00 por discutir si efectivamente, como se de prestaciones si éste llega más día para los trabajadores del banaafirma, el adelanto de la hora ofi de cierto número de veces tarde cial trae consigo una importante al trabajo. Tal disposición debería Esperamos que los señores economia de energía eléctrica. Va ser reformada, pues es injusto que miembros del Consejo Nacional de mos a dar por sentado que eso sea se prive a un obrero de derechos Salarios no dejarán dormir más el cierto. Pero, como ya lo dijimos, adquiridos por muchos años de trasueño de los justos este asunto y también es incuestionable, que a bajo, por el hecho de que no lo sin mayor dilación lo resolverán de la gran masa de trabajadores a arse a un nuevo horario acuerdo con nuestra petición. Nos quienes se abliga de la noche de trabajo que arbitrariamente pre suscribimos atentamente, la mañana adelantar tende modificarle sus hábitos.
Neftalí Chaverri Hernández, hora su ingreso al trabajo, y Por otra parte, el país debe estar Guillermo Benavidez, Manuel Laquienes, por consecuencia, tienen atento para establecer si es el pú cayo, Antonio Hernández Carvaque adelantar a su vez en la misma blico consumidor o son las com jal, Luis Abarca, Marcos Marin, medida su hora de levantarse, ten pañías eléctricas, quien se benefi Fernando Collado Arce, José Ríos, gan múltiples contratiempos para cia con la economia de fuerza que Cupertino Díaz, Juan Peña Huersometerse al nuevo horario.
se afirma trae aparejada el nuevo Nosotros no podemos estar de sistema.
acuerdo en que los trabajadores, Siguen 471 firmas más.
gra asin a a una tas.
EL TALLER cuescional o de candentes problemas de carácter nacional. tas semanales para ayudarles a curarse y a sostener la En ese sentido, el taller resultaba una escuela para to. familia.
dos. pesar de que no faltaban zapateros de carácter turbulento y exaltado, esas discusiones, así como las Hasta al mismo patrón que para ellos no se llabromas groseras y las pullas malévolas, raramente lo maba don José Medina, sino simplemente el Cholo 30graban exasperar a alguno al extremo de que llegara a sé. habían logrado domar los zapateros.
utilizar los puños para resolver la cuestión; y sólo Muy moreno, de cuerpo recio y pelo corto, ensortijado una vez llegó a correr la sangre, en una riña a puñaen el que ya comenzaban a apuntar las canas, este paladas entre dos operarios jóvenes, pero por una trón, nacido en la capital de Nicaragua, en donde aprentión de faldas.
diera el oficio y trabajara como operario, había logrado Allí el zapatero aprendía a dominar su temperaen Alajuela y al cabo de no pocos años, amasar una momento. El recién llegado, o lograba pronto dominar su desta fortuna con su taller. logró eso a pesar de lag mai carácter, si lo tenía, hasta poder contener sus impulsos violentos, o abandonaba el taller. Cuando se malditas faldas, que eran su más grande y costosa debiquedaba, poco a poco íbase acostumbrando a replicar 1dad. En la ciudad tenía hijos con tres o cuatro mujeres, con viveza, a defenderse argumentando, a usar la cabea las que ayudaba económicamente, sin contar la que za para medirse con sus compañeros más despiertos y ocupaba en ese entonces, en pasajera calidad de ama y a aceptar las bromas con la risa en los labios, aunque señora, las habitaciones interiores del viejo caserón. Los por dentro le hirviera la sangre de rabia. Porque los zapateros conocíanle esa y algunas otras debilidades, se zapateros consideraban estúpido y derrotado al que prelas ridiculizaban y sabían sacar provecho de ellas. Eso tendía contestar una pulla a puñetazos o terminar una hacían por ejemplo, con su costumbre de ostentar el didiscusión con ese mismo argumento.
nero ante la clientela femenina.
En el taller se mortificaban mútuamente, sin comEl Cholo José acostumbraba adelantar a sus opepasión alguna; pero frente a una verdadera desgracia rarios, el dia martes de cada semana, algún dinero para formaban frente común. Si a cualquiera de ellos se le los gastos menores. Pero si el viernes, como ocurría moría un pariente, los demás aportaban lo que más frecuentemente, a Camorra se le antojaba solicitar un podían para contribuir a sufragar los gastos del entierro; adelanto de dos colones, con el pretexto de comprar cá y cuando alguno enfermaba, los otros apuntábanse cuo ñamo u otro material cualquiera, el patrón, furioso, ne0Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.