Capitalism

4.
ADELANTE San José, 14 de Junio de 1953 SAN JOSE. PEKIN (Crónica de un viaje a la Primavera de los Pueblos)
Por ADOLFO HERRERA GARCIA LA OPERA En un teatro daban la ópera Boris Godonof.
Estaba repleto. Al lado de cada señor muy mudado. en quien se huele a un antiguo terrateniente o patrón, hay veinte o treinta trabajadores, con ansias de oír buena música. Como éste teatro, existen 15 más en Praga, llenos siempre de familias obreras que van divertirse y a cultivarse los sentimientos con la mejor música del mundo.
a LA PROSTITUCION Una noche salíamos Eduardo, un muchacho checo del Comité de la Paz de Praga, y yo, del Hotel Flora. Había un poco de niebla y la calle estaba obscura. En la egquina vimos una mujer de abrigo griz, boina celeste, zapatillas blancas, ojos negros y pelo castaño, que le salía en bucles por debajo de la boina. Me quedé viéndola y ella sonrió. Eran las ocho de la noche. Eduardo pregunto quién era. El checo le dijo que una mujer mala. Entonces aquí hay prostitución. le pregunté a mi vez. No. No hay prostitución. Quedan algunas mujeres que comercian con su cuerpo. Son restos del capitalismo que se van eliminando rápidamente. Quedan prostitutas como quedan obreros vagabundos. Pero la prostitución no es un sistema ya, como tampoco lo es la vagabundería en las fábricas, realmente la prostitución ha sido eliminada de Checoeslovaquia en forma total. esas señoras que quedan. Una golondrina no hace verano. Tiene razón. Pero? cómo explica usted que se haya eliminado la prostitución. Al resolverse el problema económico en los hogares, se ha eliminado por sí sola la prostitución, que no es causa, sino efecto. Como no me explique más Una mujer de la calle no comercia con su cuerpo por placer, verdad. Realmente, no. Lo hace por la paga. Si una mujer tiene asegurado un trabajo decente, un salario que le permite vivir más o menos bien; en su casa no hay miseria, si en la mesa tiene la comida segura, si no la van a deshauciar de la habitación que ocupa con su familia; si aún le sobra para comprar un vestido, unas medias, las zapatillas que le gustaron; si esa mujer trabajando se gana el pan y algo más que el pan; si se le trata con dignidad, dígame. esa mujer va a vender su cuerpo por la noche. Esa mujer va a permitir que por unos pesos la babeé un hombre a quien elia nunca ha visto, al que no quiere, al que, incluso, puede encontrar antipático y repugnante?
Contesto que no. Digo que es imposible que una mujer en esas condiciones, sea capaz de envilecerse por la paga, que es lo que se llama prostitución. El checo sonríe al ver que le comprendo. sigue razonando. Pero por otro lado, el muchacho no necesita ir a comprar un poco de amor a un cuarto desconocido.
El muchacho no tiene necesidad de resolver en esa forma su problema sexual. Por qué. Sencillamente, porque al tener resuelto su problema. económico; al tener asegurado con nuestro régimen su porvenir contra la miseria; al tener asegurada la suerte de los hijos futuros; al tener despejada la incógnita económica de los días que hay por delante, ese muchacho se casa con su novia, sin que haya un solo problema económico que se oponga a que se funde una familia con la mujer que él ama. Desde luego, los muchachos de aquí prefieren casarse con su novia, a andar por ahí comprando aventuras de una noche.
En los países capitalistas Sigue diciendo el checo el régimen imperante le cierra al muchacho las puertas del amor, y entonces el muchacho se vé impulsado por su apetito sexual a comprar el amor en la vuelta de la esquina, y hay mujeres que se lo venden porque también están acosadas por problemas económicos que las fuerzan a envilecerse. Díganle a esa mujer que no tiene necesidad de envilecerse, para vivir cómodamente, y ella no se envilecerá. Díganle a ese muchacho que se vaya para donde su novia y que se case con ella, teniendo los problemas económicos de su hogar resue:tos para siempre, y verán como ninguno de ellos, ni esa mala mujer ni ese muchacho de la esquina sospechosa, se van juntos al cuarto. por media hora.
El checo ha dicho su razonamiento mientras caminaba hacia abajo, por la Stalinova. Lo dice en términos sencillos, haciendo pausas, sonriéndose, dándose cuenia de que nos está tirando a la cara verdades que no se pueden contradecir. termina diciéndo. Ya aquí no hay prostitución. Quedan dos o tres mujeres por esas calles. Son mujeres que todavía no se acomodan al régimen, son mujeres que todavía tienen trabajo. desde el momento en que ustedes han visto que aún nos quedan ex capitalistas con dinero, aunque sin poseer los medios de producción. Pero ya ustedes han visto con sus ojos, que ni esos ex señores ni esas ex mujeres pesan en la vida del país. unos se les gastará el dinero que les dejamos. las otras, se les llegará el día de la vejez, y no surgirán, ciertamente, quienes las reemplazcan, porque las hijas de los obreros, aquí, en Checoeslovaquia, en este momento, tienen abiertas las puertas de todas las profesiones y de todos los trabajos. Creo que una muchacha de aquí o de Estados Unidos o de Nicaragua o de Costa Rica, prefiere ser doctora especialista en niños o dentista o profesora o jefe de una oficina, antes de prostituta. La eliminación de la prostitución es una consecuencia natural de la eliminación del régimen capitalista.
Se queda en silencio y nosotros seguimos caminando, en silencio también. Vemos las ventanas de las casas iluminadas. Son ventanas de hogares felices. Ahora deben estar sirviendo la comida. Me imagino la escena familiar: la sentada a la mesa, la sopa echando humo, las risas del papá, la ternura de la madre, la alegría de los chiquillos, porque hay postre al final. siento una gran nostalgia por mi hogar lejano, allá en Sabanilla y por mi país, del que yo habio horrores cuando estoy en él, pero al que adoro con tristeza cuando me siento lejos de él. Continuara, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.