SocialismWorld War

ADELANTE San José, 10 de Mayo de 1953 San José. Pekin (UN VIAJE LA PRIMAVERA DE LOS PUEBLOS)
Por ADOLFO HERRERA GARCIA (Por error de imprenta se reproduce el último párrafo de la entrega anterior. Es en el que el señor Herrera Gareía habla de los antiguos capitalistas a quienes llama ex señores, que vió tomando té en un café concierto de Praga. El párrafo corregido queda así: segunda guerra mundial.
Hace la afirmación siguiente un poco ensombrecida en su ceño, que arruga momentáneamente. Por eso, entre otras cosas, no queremos la guerra. POR QUE NO HAY HUELGAS?
Cuando se les termine el efectivo que les dejaron en su poder, estos ex señores, para comer, van a tener que trabajar, cosa que no han hecho en sus familias, por tradición, desde hace 400 años. Pero tienen esperanza de hacer cualquier chanchada. hacerlo todo. antes de eso que ha.
cemos todos: trabajar en paz para ganarnos el pan de cada día con el sudor de la frente. Estamos viéndolos en las mesitas del café concierto del Flora cuando abajo, en la ca 1le, pasa un grupo de trabajadores en overoles; van cantan.
do al salir de la fábrica, y desde aquí se oyen sus risas al encaramarse todos, de un sopetón, en un tranvía, con el júbilo ruidoso de unos escolares en vacaciones. Ahora son los señores de Checoeslovaquia.
POR ESO NO QUEREMOS LA GUERRA Con uno de esos obreros fornidos, ruidosos cuando están juntos, hablamos. La intérprete de abrigo celeste y bufanda al cuello figura graciosa con aires de Paris. se sonríe al verlo muy serio cuando se ve frente a nosotros. ero le explica que somos delegados costarricenses a la conferencia de la paz de Pekin, y entonces el hombre nos extiende su manaza inmensa de obrero bien nutrido. Este hombre perdió a toda su familia durante la ocupación aleanana. unos hermanos se los fusilaron; a otros se los quemaron vivos; a la esposa la mataron de hambre; de dos chiquitos nunca supo nada. El andaba por los bosques peleando contra el invasor. Sin embargo, este hombre no ha bla de sus angustias. En sus ojos no se ve la pena, ni en sus gestos, ni en su sonrisas discretas se adivina lo que ha sufrido. Este hombre no habla del pasado. Este hombre en overoles, fuerte, alto, de hierro, habla sólo del futuro. Nos señala en una esquina un cartel monumental. Qué es? contesta. Para 1953, la producción aumentará en un 98 por cien.
to en comparación con la de 1948.
La intérprete aclara, señalando unos números grandisimos del cartel. Dos veces más grande que la de los años de antes de la guerra. el obrero, muy serio, mirando alto hacia el frente, termina. Seremos el sexto pais industrial del mundo.
La intérprete nos pregunta. Muy ligero nos hemos repuesto, verdad?
Explica más en una comparación: En 1925, siete años después de la primera mundial, todavía Checoeslovaquia no alcanzaba el nivel de 1913. Nosotros, ahora, en 1953, produciremos el doble de antes de la Hay más carteles en las esquinas. Están pintados en colores brillantes, con dibujos, gráficos, explicaciones, ni meros, frases cortas. Una información que todo el mundo tiene que ver, porque está constituída por carteles monumentales puestos en las paredes de las esquinas céntricas.
En esos carteles, tan vistosos, no se puede mentir porque los está viendo la gente de Praga, amigos y enemigos del régimen socialista. Por eso yo, con intuición de periodista, les tengo confianza. Se puede mentir en un folleto, en una propaganda destinada al extranjero. Pero no se puede mentir así en carteles vistosos en las calles, que hablan de lo que los propios checos están viendo que se hace.
La intérprete nos señala un cartel. lo traduce para nosotros. Antes de la guerra, se destinaban 12. 500 millones de coronas a inversiones públicas. En 1950 se destinaron a esos fines 67. 000 millones de coronas. el año entrante vamos a destinar a eso mismo una cantidad superior en un 145 por ciento a la de 1950. Miren este otro cartel. Esos dibujillos son tractores. Si. Tractores. Dice aquí que en 1949 se dieron a las cooperativas agrícolas 500 tractores, 800 máquinas com binadas y 900 arados antomotrices.
Yo le pregunto. qué. Las cooperativas agrícolas están bien, ah?
Si. Usted sabe que se produce más cuando los campesinos se unen para explotar cooperativamente una finca.
El campesino solo, aislado, tiene más costo y más dificultades en su trabajo.
El obrero lo aclara con una cita familiar. Un primo mío está en la cooperativa Slavanov. de Olomouc, en Moravia. Allí cogen 38 quintales métricos de cereales y en cambio, los campesinos individuales que no han querido entrar en la cooperativa cogen allí en el misTuo espacio de tierra de 18 a 20 quintales. por qué esa diferencia. pregunto yo con ganas de ver si se enreda. Pues porque la cooperativa trabaja con medios técnicos, con tractores, con abonos, con los consejos de los agrónomos, con las facilidades que les da el Estado; y además, porque producir cooperativamente es una forma más alta de producir. Entre un campesino individual y otro trabajando en una cooperativa hay la misma diferencia que existe entre un cazador de la Edad de Piedra, armado de un garrote, y un cazador de ahora, armado de una carabina con lente telescópico para no errar el tiro. Simplemente es una cosa de civilización.
Yo tengo ganas de ponerlo a hablar más. le digo. Pasa a la Pág. 6)
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