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ADELANTE San José, 11 de Abril de 1953 SAN JOSE. PEKIN (UN VIAJE LA PRIMAVERA DE LOS PUEBLOS)
Por ADOLFO HERRERA GARCIA ZURICH LA ENTRADA gorra y abrigo raido, que no puede tener un perrito porque Dos horas de vuelo en un bimotor de la Swissair, sobre tiene siete hijos. los siete con apetito formidable. del la campiña europea, primorosamente bordada a mano en ropavejero que allí tiene sus clientes; de la venta de arsus huertas y sembradíos, y estamos ya bajando en el aetículos de segunda mano.
ropuerto en construcción de Zurich.
Hay 150. 000 italianos que han venido en busca de traEn la aduana techo bajo, con cierta atmósfera intima bajo. lo encuentran. Es cierto que en oficios que los suilos guardas, en un español italianizado, nos preguntan zos no quieren hacer. Pero en condiciones mejores que las que traemos en las valijas.
del hambre de su tierra. Los 150. 000 italianos matizan cier Enseres personales.
tos rasgos de la población. no es raro verlos en Banhoff, Las vamos a abrir para mostrar su interior. Pero el los domingos, abrazados, en grupos, cantando, alegres de guarda nos ataja con una sonrisa campechana: Chianti, canciones napolitanas, en medio de la seriedad. No. No se molesten. No las abran.
tosca de los suizos. a trechos, romper la compostura de Pero. entonces es que no las van a registrar?
las filas de abrigos buenos, con sus chalecos abiertos, sin No, signores. Por aqui. El bús los espera afuera. botones, con sus camisas sin corbatas, con la gorra vieja, Que gocen mucho en Suiza!
con la boina de color indefinible. negrear las aglomera. Que qué?
ciones rubias y lampiñas de suizos, con los bigoticos y bl Que gocen mucho en nuestro país y que prolonguen gotazos que se trajeron de Milán, de Nápoles, de Sicilia.
su permanencia entre nosotros. Por aquí, por la derecha, Un ambiente pequeño burgués impera en Suiza. Parece ee a sida.
que la vida de muchos de estos señores rosados que andan Estamos asustados. Hemos entrado sin visas ni permipor Banhoffstrasse, por el borde del lago, por los puentes sos ni papeles de ninguna especie, porque a nadie se le exidel Limmatt, es tener acciones de algún negocio, cobrar los gen. Pero no esperamos que en la aduana, el lío no es por dividendos, comer a sus horas, tener un perrito fino con los posibles contrabandos, por la entrada, por los impues.
cadena para sacarlo a orinar, darle besitos a su esposa y tos, sino por las autoridades, empeñadas en que uno se queengordar sin líos ni preocupaciones, de mucio en Suiza. Al revés que en todo el mundo. EntienPor eso, oficialmente han sido siempre neutrales. En la deu su negocio: el turismo.
otra guerra se llevaron un chasco: creyeron que a Hitler, Es una mañana de papás con los hijos de la mano; de cuando invadió Francia nadie le arrebataba el triunfo y muchachos. sin abrigos que ríen de la beatitud del asue.
fulminantemente, en una sola noche, metieron en la cárcel to; de gerte apacible; de sol suave y grato sobre el paisaa los líderes antinazis. El pueblo protesto. Pero como las je sin los grises de Holanda. todo dorado y nuevo. Es panzer divisiones rodaban sin tropiezos hacia Paris, aqueuna inawaua de domingo y no ha comenzado el otoño. llos señores los dejaron ahí, a podrirse, sin hacer caso de influye en la primera impresión favorable que recibimos ninguna manifestación popular. En eso se d16 la batalla de Suiza, por una de cuyas carreteras, la del aeropuerto a de Stalingrado y aquellos caballeros, esta vez con mejor Zurich, vamos rodando en un confortable bus de techo de cálculo, corrieron, fulminantemente y también en una sola cristales, por donde el sol lo inunda en un abrazo tibio y noche, a sacar a los presos de la cárcel. Esa misma semafamiliar.
na fueron elevados al gobierno. La cosa es no quedar mal los veinte minutos estamos en la acera de la estacon el que está arriba.
ción de Bahnoff con las valijas en la mano. Allí mismo, desSin embargo, existe esa relativa libertad que existía de una oficina ad hoc por teléfono, se nos reserva un cuaren Costa Rica en los tiempos de don Ricardo y don Cleto.
to el 37 en el hotel Trumpy, sobre Limmattstrasse, frenEn un restaurante lleno de señores que se alimentan sin te al rio que tiembla de sol y de alas de gaviotas.
meterse con nadie, de pronto se levanta uno de esos iluminados religiosos y comienza a hablar de lo que le pasó NADA DE LIOS a Job o sobre San Juan Evangelista, y a nadie, menos a En la actualidad, Suiza tiene una situación económica la policía, se le ocurre callarlo o interrumpirlo. Otra vez buena. Los salarios son altos. El standard de vida, en ge es un obrero o un liberal, que sucesivamente se levantan neral, es elevado. Suiza no está en el Pacto del Atlántico. para hablar en favor y en contra de la Unión Soviética, aproSin embargo, ya el primer día, en la estación, buscando vechando el mitin que convocó el buen apetito. Los oyen.
algo en el basurero del restaurante de tercera clase, vemos tes siguen comiendo, inperturbables, como si la cosa no fuea un mendigo. En los otros días, algunos más piden con ra con ellos. Si se les preguntara entonces que les pareció, el vioiín en el hombro, tocando Cielito Lindo. es seguro que contestarían: Banhoffstrasse, que sale de la estación y remata en el. Mire: la verdad es que no oſ bien. Yo no entiendo lago, abre a la mirada del turista todo el refinamiento lu de estas cosas!
joso de Europa, en sus vitrinas y escaparates tentadora pedirían la salsa para echarle al bistec. Pero de mente arreglados. Pero ya en los extremos de Longstrasse, ninguna manera llamarían al policía para que se llevara a por ejemplo, todo ese lujo, todas esas mujeres de abrigos los oradores ni menos ellos, por su propia cuenta los callafinos, de chalinas de seda, de fragancias suaves, de pulse rían a botellazos.
ritas en el tobillo, de hombres con perros pekineses amaEstán orgullosos de esas libertades democrático libe.
rrados, cede a la lobreguez de la casa de apartamentos ahu rales contra las que atentan ahora los Men, que tienen mada, de la mujer con las manos encallecidas, del hombre de (Pasa a la Pág. 5)
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