ADELANTE San José, de Febrero de 1953 JOSE MARTI No debe hipotecarse, ni menos venderse a extraños el sagrado suelo Patrio. América debe limpiarse de prejuicios humillantes, desterrar definitivamente toda discriminación racial, El día 28 de enero pasado, a las5 y 15 Puedo decir al Maestro que le he sido de la tarde, la Embajada de Cuba en Cos fiel?
ta Rica llevó a cabo una trasmisión oficial, desde Radio Athenea, en conmemo 2OSE MARTI ración del centenario del nacimiento de José Martí.
Logró el Apóstol puntualizar, para un Hablaron ese día nuestro continental futuro que aún vemos lejano, las inquie.
don Joaquín García Monge, el profesor tades de todo el Continente.
dop Juan José Carazo y el propio Em Luchó hasta caer en Dos Ríos, y sibajador de Cuba.
gue luchando su pluma, que es su coraPor considerarlo de gran importanzón optimista, por la dignidad del Homela, y por ser el único que logramos obbre.
tener a continuación publicamos el dis.
Condena la discriminación racial dancurso del profesor Carazo: do a todo hombre, con prescindencia color, o raza o credo, igual respeto y con sideración.
América cumple acaso, en toda su exJOSE MARTI tensión, ese anhelo de Martí.
Los errores se destruyen con la ver.
Ser libertador de Cuba es título honro dad, el color de la piel desaparece cuanso y derecho a la Gloria, en su Patria do el espíritu brilla.
y en la conciencia de los amantes de la América debe limpiarse de prejuicios Libertad, pero José Martí, orientador de humillantes, desterrar definitivamente América es Inmortalidad fecunda, Glo toda discriminación racial.
ria inconmensurable.
Martí florece siempre; ilumina siempre, alecciona siempre.
JOSE MARTI De pie, sobre su propia sangre, en un simbólico Dos Ríos, y con su diestra en No debe hipotecarse, ni menos venderalto señaló el rumbo indicó peligros, se a extraños, el Sagrado Suelo Patrio.
advirtió enemigos.
Sl Apóstol presentía que nuestras enorHoy necesitamos, necesitan todos los mes riquezas en bosques, en aguas, en americanos hacer examen de concien. minas y, además, la incalculable potencía y preguntarse: cia productora de la fertilidad de estos snelos, serían deseados por extraños, que apelarian a todos los medios: la corrupción, el engaño, la fuerza. para apoderarnos de ellas.
Veía Marti que un Monstruo nos engullaría si los hombres de sus Dos Amé.
ricas no cuidaban celosos lo que constitnye el futuro de estas Patrias y que, si perdíamos el uso pleno de nuestras tierras. perderíamos nuestra libertad. Es un gran dolor, enorme dolor, pensar que nemos olvidado la advertencia del Após tol Mártir; que mucho malo hemos hechc y que, reducidas a miseria y dependencia económica, estas tierras, aquel brillante Sol de Libertad que Martí so.
ño. a ratos se nubla. a ratos pareciera que se eclipsa.
JOSE MARTI Era un niño. y ya las cadenas, pegadas a su cuerpo, en la prisión, le indicaban su calvario, su Cruz, su Martirio y su Inmortalidad: Luchar por su libertad y por la libertad de todos los hombres.
Todo es en Martí, lucha por sus ideales.
Su pluma, a veces asedada, acariciadora. para niños, se torna violenta, agre siva como espada llameante, cuando azo (Pasa a la Pág. 5)
San José. Pekin Viene de la pág. rrillos y le prometemos ayuda en Curazao, unos cuantos dólares de los que llevamos. Más animado por aquéllo, el hombrecito, todavía en voz bapa, viendo para todas partes, nos pregunta. Los vieron. Vieron a los curas? Se bajaron en Colombia. Claro! Tiene que ser en Colombia. El gobierno llama a los curas españoles y expulsa a los liberales colombianos. Si al menos fueran también colombianos; pero españoles. Eso es lo que me subleva! agrega, con su especialidad liberal: Vieron al más bajo, al robusto, al que parece un toro. No lo vieron. Ese cura debe ser malísimo! Tiene unos ojos.
Como nos sonreímos un poco, el liberal colombiano insiste. Son tremendos. Yo los conozco muy bien a todos ellos! Están suspirando por aquellos tiempos en que podían agarrar a un ciudadano libre y darle tormento, por el simple hecho de que ese ciudadano no creía en el diablo. luego prosigue citando casos, contando sucesos, enumerando tropelias, en los que siempre figuran padres y monjas y jesuitas y arzobispos y cardenales y papas. Para cortarle un poco el hilo de la conversación, le preguntamos. los guerrilleros de Colombia. qué tal?
Vuelca los ojos para arriba, como invocando al Cielo, y exclama. Eso es lo único que sirve ahora en Colombia!
Nos explica que son campesinos a quienes las autoridades han arrebatado sus tierras, han incendiado sus ranchos, han violado a sus hijas, por lo que ellos se echan al monte a hacer la guerra de guerrillas, como manifestación elocuente de la virilidad colombiana. Cuando el gobierno agarra a uno de ellos, lo fusila.
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