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ADELANTE San José, 31 de Enero de 1953 Carlos Sáenz nos habla de de Martí, con ocasión con ocasión de su Centenario EL EJEMPLO DE JOSE MARTI De ejemplo ha de servir la vida de José Martí; de es tímulo, el culto a su memoria; de inspiración, el conoci: miento de su obra; de riguroso examen ante nuestras conciencias, su herencia de luchador por la dignidad de nuestras patrias, de las que escribió: No hay patria en que pue.
da tener el hombre más orgullo que en nuestras dolorosas repúblicas americanas.
José Martí es ejemplo en el amor a la justicia y a la libertad; en el amor a la patria que hemos de querer y hacer libre y soberana; en el amor y en la fe sin desmayos en el hombre; en el amor a la poesía sincera, militante, car.
gada de mensaje creador; en la práctica del amor a la mujer; en el amor a la amistad y a la familia, vivido siempre en estricto ajuste al cumplimiento del deber superior.
Dijo de la libertad: Yo sé de un pe sar profundo entre las penas sin nombre. la esclavitud de los hombres es la gran pena del mundo!
Ací vivió y así expresó la pasión por la justicia: mativo en el integral progreso humano y su fe en la pa.
tria mejor, redimida por sus hijos para la libertad, en nuestra América, Madre América asi la nombra, y en un muildo mejor en que la fraternidad de hombres y pueblos y la paz sean los frutos logrados de la justicia entre los hombres y del respeto a la dignidad inherente a pueblos y hombres.
Cumplió, como el mejor, sus deberes familiares: culto fué su amor a la madre y al padre, humildes; a la dulce hermana; a la esposa y al hijo, su Ismaelillo. con qué nobleza vivió la amistad. y el amor! Mujer amada por Martí fué coronada de inmortal luz!
Hay que conocer su vida para admirarlo, para hacerlo nuestro para aceptar con orgullo americano su noble he.
rencia de lucha. He aquí un resumen de su vida: nace en Habana (28 de enero de 1853. sus padres, de la clase media. Se desenvuelve su niñez en la efervescencia de la revolución de los patriotas cubanos. En su adolescencia tiene el ejemplo excelente de su maestro. Rafael María Mendive, que le señala la ruta del decoro. Ya a los 16 años merece, por amor a Cuba, la pena de muerte, decretada por una corte de militarotes. Va a la prisión, con grillo al pie y cadena a la cintura, a la prisión de la tiranía opresora. Se le conmuta la pena y es expatriado a España. En Espafia no pierde el tiempo ni el honor: estudia en las universidades de Madrid y de Zaragoza. Se gradúa de licenciado en Derecho Canónico y Civil, de licenciado en Filosofía y letras. No va a exhibir su saber creador en salones de lujo, ni menos a venderlo a los opresores de la Isla; su saber es arma para seguir luchando por la libertad de su pueblo.
Vuelve a Cuba y sigue la lucha: de nuevo es expatriado.
Vive en México, en Guatemala: viaja por Venezuela, por Costa Rica, viaja buscando medios y uniendo voluntades para sacar a Cuba libre. Vive en los Estados Unidos. Alii no reposa un solo instante: se gana la vida escribiendo, llevando cuentas comerciales, dando lecciones y ¿en qué hora del día y de la noche no. sirviendo la causa de la libertad de su patria. En Nueva York y en Cayo Hueso no hay reunión de patriotas cubanos exilados en donde no esté presente Martí, con su verbo de libertad y de entusiasmo. La revolución libertadora no se ha perdido! Los fracasos han de servir de lección! Que se unan todos los cubanos dignos y Cuba será libre! Junta voluntades, reune dineros, prepara los planes de la revolución! Vigila la obra de la libertad: libertar a Cuba no es hacerla cambiar de amo, no!
Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar: el arroyo de la sierra me conmueve más que el mar!
De la patria, su amada Cuba. qué no dijo de su pa.
tria. qué no hizo por verla libre, por tenerla y mantenerla sin amos. he aqui su grito profético, su testamento de patriota: Yo quiero, cuando me muera sin patria, pero sin amo, tener en mi tumba un ramo de flores. y una bandera!
Alguna vez un gran pintor, para modelo de un dios, le pide al hijo. Martí escribe entonces. Para eso no! Para Ir patria, a servirte los dos.
Hijo, por la luz natal. Hijo, por el pabellón. Vamos, pues, hijo viril; vamos los dos, si yo muero me besas; si tú. prefiero verte muerto, a verte vil! cuando los envidiosos o los menguados le echan en cara que saca a la manigua a pelear a sus compatriotas y que él se queda muy seguro en los clubes de Nueva York, se desespera, rechaza el cargo de cobarde, se va a la manigua, rifle al hombro, pecho a pecho con Antonio Maceo y casi no ha tocado el suelo cubano cuando en una emboscada, la tropa española lo mata de tres tiros. Así vivió y asi murió José Marti!
En sus versos sencillos y libres, en sus discursos er cendidos al pueblo, en su maravillosas páginas dedicada a los niños de América, volcó todo su patriotismo, su odic y condena a las tiranías, su amor a Cuba, su indignación contra pedantes y apóstatas, y su corazón enamorado de la naturaleza, del bien, de la belleza y su sentimiento afirCARLOS LUIS SAENZ.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.