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San José. 24 de Enero de 1953 ADELANTE ruguayo busca agradar al Departaita cierta resistencia al imperialismo.
No es cierto que las compañías que explotan los minerales, ni las que tienen plantaciones, como la United, ni tampoco los cafetaleros y azucareros criollos, paguen altos salarios cuando obtienen buenos precios por sus productos. Nadie puede negar que el café se ha estado vendiendo en el período de postguerra a buenos precios (no decimos con eso que sean los justos) y todos sabemos que los salarios de los trabajadores de los cafetales en todos los países productores de café, han continuado siendo miserables y que los jornaleres son reprimidos en todas las formas, cuando intentan formar sindicatos y luchar por medio de ellos para mejorar su situación. En las fincas y en los beneficios de café del propio Figueres ésta ha sido y es la situación. Sabemos que recientemente un grupo de sus peones le planteó algunas demandas, y la respuesta fué la puerta en las narices.
nantes yanquis la dosis de buena voluntad que Figueres anda predicando. Esto último es como predicarles a los capitalistas que paguen mejores salarios a sus trabajadores. La experiencia demuestra que los salarios no los fija la buena o mala voluntad de los capitalists, sino que los fijan ciertas leyes propias del capitalismo, contra las cuales puede hacer una excepción un patrón aislado, pero no oponerse la clase patronal en su conjunto.
DEBE LUCHARSE POR MEJORES PRECIOS PARA NUESTROS PRODUCTOS ESTO ES PEDIR PERAS AL OLMO No obstante lo dicho, nosotros creemos que debe lucharse porque los precios del café y del azúcar se mejoren, sin hacernos ilusiones respecto a que vamos a encontrar buena voluntad de parte de los hombres de negocios yanquis y de sus gober nantes. Debemos luchar sin creer que nunca, bajo el capitalismo, América Latina va a lograr precios equitativos para sus productos de exportación. Lo más que podremos obtener, y esto temporalmente (en las épocas de crisis todos los compromisos y ventajas se van a la trampa) es que se mejoren o mantengan ciertos precios, más que en interés directo de los trabajadores, en interés directo de nuestra burguesía. Siempre significará un progreso y una ventaja para nuestros países, conseguir que los burgueses yanquis traten mejor a los burgueses criollos.
NO HAY MEJOR AMIGO QUE UN ENEMIGO TONTO Lo que tiene de ingenuo esta parte de la declaración de Figueres, estriba en suponer que los Estados Unidos van a fijar precios justos a las materias primas y a los productos agrícolas latinoamericanos, por el simple hecho de que él, Figueres, y.
otros como él, lo soliciten. En otras palabras, resulta ingenuo atribuir carácter subjetivo al tipo de relaciones económicas que los Estados Unidos tienen con nuestros países. Las relaciones económicas de los grandes países capitalistas con nuestros países, y en parti: ular las relaciones comerciales, no están regidas fundaznenialmente por la voluntad de los gobernantes. Auri suponiendc. lo que es suponer un absurdo que los gobernantes yansuis estuvieran de acuerdo con Figueres en pagar bien nuestros productos, haciendo un intercambio comercial equitativo, en que el trabajo de su industria se equipara al de vestra agricultura, aun asi, falta que saber si los gobernantes de los Estados Unidus est ir. en capacidad de imponer tales normas a los cnopolios, si pueden regular el llamado régimen de libre en presa que ellos tienen. Sabido es de sobra que en cuestiones de menor cuantía, que no afectan el nivel de las ganancias de los monopolistas como lo afectaría una política de este tipo, el gobierno yanqui ha fracasado cuando ha pretendido someter a detreminadas normas a dichos monopolios. Las relaciones comerciales, como en general las relaciones económicas de los Estados Unidos, o de cualquier otro país industrial altamente desarrollado, con las colonias y semicolonias, es decir, con nues tros países atrasados y agrícolas, están regidas por ciertas leyes objetivas, leyes propias del desarrollo capitalista. Pretender imponer normas ajenas a esas ieyes, es pedir peras al olmo, así pudiéramos, como sin duda no podremos jamás, obtener de los goberQeremos dedicar un párrafo especial a la estupidez con que los partidos políticos que se oponen a Figueres han comentado y explotado la carta que comentamos. Lo han llamado antiimperialista e izquierdista. Han utilizado aquellos pocos concepptos de su carta que puedan tener un sabor progresista, para acusarlo de antiniperialista y de izquier dista. Si es cierto el refrán que dice que no hay peor enemigo que un amigo tonto, pensamos a este respecto que dándole vuelta se puede decir que no hay mejor amigo que un enemigo tonto. Decir que la carta de Figueres es una declaración de fe antimperialista e izquierdista, cuando es todo lo contrario, significa, no hacerle daño a Figueres, sino hacerle el juego. Eso es lo que él quiere. Al mismo tiempo que queda bien con el Departamento de Estado, pronunciándose, como se pronunció decidido partidario de su política exterior, y de su rol director en el mundo, engañar al pueblo de Costa Rica, haciéndose aparecer como un hombre de izquierda, como un antimperialista. Nadie mejor que sus enemigos están ayudando a confundir las masas de nuestrº pueblo, presentando a Figueres como lo que no e Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.